EL DIARIO DE ISABELLA
Enviado por Albert • 25 de Diciembre de 2018 • 2.117 Palabras (9 Páginas) • 287 Visitas
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Caminé a casa con varios amigos que tomaban el mismo camino que yo, mientras hablábamos de todo lo ocurrido durante el día. Al llegar mi casa estaba totalmente cerrada, mis padres no estaban y yo no tenía llaves, así que decidí ir a casa de David uno de mis mejores amigos que vivía en la misma calle, mientras llegaban mis padres. David y yo habíamos sido muy amigos desde niños, él era 2 años mayor que yo, nos identificaban infinidad de cosas, lo consideraba Como mi hermano y mis padres le tenían mucho aprecio. Al llegar a casa de David me recibió su madre, quien me saludó muy efusivamente.
- Hola Isabella!. Dijo mientras me daba un fuerte abrazo.
- Sra. Martha, como está? Supe que había estado enferma, como sigue? Le pregunté.
- Muy bien cariño, ya estoy mucho mejor, siguiendo indicaciones médicas.
- Me alegro que ya esté mucho mejor Sra. Martha.- Le respondí mientras se reflejaba una leve sonrisa en mi rostro. – David se encuentra?. Le pregunté
- Si claro, acaba de llegar del colegio, está en el patio con unos amigos que acaban de venir a buscarlo, sigue!.
Entre con un paso muy lento, pensé en irme y regresar después ya que si estaba ocupado con sus amigos no quería interrumpir. Cuando llegué al patio de la casa de David, una gran sorpresa me esperaba. Habían 4 chicos entre ellos Christian, quedé paralizada y miles de preguntas pasaron por mi cabeza, ¿Qué hace él aquí? ¿No que se había ido a otro país? ¿Cuándo regresó? ¿Será que se acuerda de mi?. Estoy muriéndome de nervios y aun no me explico el porqué, intento caminar hacia ellos pero una silla de interpone en mi camino y tropiezo con ella, ¡que torpe soy! Me lleno de valor y me dirijo hacia ellos.
- Buenas!. Dije con voz un poco tímida.
- Buenas!. Respondieron todos casi en coro, mientras yo les sonreía.
- Hola amiga mía! – Dijo David mientras me daba un beso en la mejilla – No te había visto desde el día de tu fiesta, ven te presentaré a unos amigos – Dijo mientras colocaba su mano encima de mi hombro.
Me presentó a 3, Alberto, Esteban y Miguel. Cuando llegó el momento de presentarme a Christian mis manos temblaban, era una sensación que nunca había sentido, todo era muy extraño.
- Hola, que gusto conocerte – Me dice colocándose de pie y extendiéndome su mano de largos dedos. – Me llamo Christian, siéntate con nosotros – Dijo mientras me ofrecía su silla muy amablemente.
Era muy alto y atractivo, muy atractivo. Podía tener algunos 19 años, llevaba puesta una camiseta negra, jeans y tenis, con un cabello rebelde color negro y brillantes ojos color miel que me observaban atentamente. Necesite un momento para poder pronunciar alguna palabra; le di la mano un poco aturdida. Cuando nuestros dedos se pusieron en contacto, sentí un extraño y excitante escalofrío recorriendo todo mi cuerpo. Retiré mi mano muy de prisa, quizá me noté un poco incómoda.
- Hola. Respondí mientras miraba sus bellos ojos
Me intimidaba laa presencia de Christian, así que debía pensar en una excusa para salir huyendo de allí.
- Venía a buscar a Tatiana, pensé que estaría aquí con ustedes así que ya me voy, fue un placer, que estén muy bien. Les dije mientras agarraba un mechón de mi cabello tratando de disimular el temblor de mis manos.
- Creo que debe estar en su cuarto Isabella, sigue estás en tu casa. Respondió David con una enorme sonrisa en su rostro, me conocía perfectamente como para no darse cuenta de mi nerviosismo.
Tatiana era prima de David. Había llegado a la ciudad hacia un año aproximadamente y estaba viviendo en casa de David, los padres de él se habían hecho cargo de ella. Nos habíamos hecho muy amigas desde que llegó, tenía 14 años y estudiaba en el mismo colegio que yo, tal vez eso ayudó a que se fortaleciera nuestra amistad y nos cogiéramos mucho cariño y confianza, a tal punto que nos contábamos muchísimas cosas y andábamos muy juntas.
Cuando me dirigía al cuarto de Tatiana me puse a pensar lo tonta que me había comportado delante de Christian y sus amigos, pero ya no había nada que hacer. Al llegar al cuarto toqué la puerta muy despacio para no interrumpir si estaba dormida y ocupada. Tatiana abrió la puerta casi de inmediato.
- Hola Tatiana, estás ocupada? Pregunté.
- Isabella! No te esperaba, entra, estaba leyendo un libro que nos dejó el profesor de español. Respondió mientras me saludaba con un beso en la mejilla y cerraba la puerta de su cuarto.
- Cuál libro? Le pregunté.
- Juventud en éxtasis, lo acabo de empezar, pero sabes que me aburre leer. Dijo mientras reía
- Ya yo lo leí, sabes que leer es uno de mis hobbies favoritos. Dije
- Lo sé! Es más deberías volver a leerlo por mi. - Respondió, las dos reímos por su comentario.
Me ofrecí a ayudarle a leer el libro como ya lo habíamos hecho anteriormente con otros.
Debía asegurarme que mis padres hubiesen llegado a casa, estaba desesperada por quitarme el uniforme del colegio, así que salí de la casa de mi amigo David sin percatarme si Christian aún seguía allí.
Mis padres ya habían llegado, los saludé como de costumbre y entré a mi habitación, tomé mi diario y escribí:
Noviembre 8 de 2010
Hoy después de tanto tiempo volví a verlo, volví a ver a Christian, el chico de ojos lindos que había desaparecido. No ha cambiado casi nada.
Lo encontré en casa de David, fue un momento tan incómodo que hasta mis manos temblaban, era algo indescriptible que nunca en mi vida había sentido, aún no logró entender porque me sentí así al verlo, sólo quiero pensar que fue porque no lo veía hace tiempo. Si, debió ser eso!
El tal vez ni se acuerda de mi, como va a recordarme si ni siquiera me determinó todas las veces que nos cruzamos
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