EL NO RECONOCIMIENTO DE LA DIVERSIDAD COMO FUENTE PRINCIPAL DE LA DISCRIMINACIÓN HACIA LOS INMIGRANTES

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Igualmente los países periféricos situados en las fronteras externas de la región, presentan mayor dificultad en la administración migratoria en cuanto a la contención de los flujos. Las políticas restrictivas hacia la migración junto con la limitada capacidad de crear espacios compartidos regionales de dialogo, resultan en una ineficiente administración de sus fronteras, podemos tomar como ejemplo Italia que aun siendo un país miembro de la Unión Europea debe afrontar por sí mismo la migración en masa de miles de africanos que buscan atravesar el Mediterráneo que llegan allí en búsqueda de una vida tranquila, Italia no recibe apoyo de los otros países miembros, porque justamente no representa o no se encuentra en un lugar importante dentro de la integración, pero es en este país donde también se hace evidente la xenofobia y la discriminación hacia los inmigrantes, allí estos reciben un trato precario y denigrante, son sometidos a tratos inhumanos, son tratados como ganado y estos además esconden sus acciones bajo el discurso de la insuficiencia de recursos para atender esta crisis humanitaria, es verdad que es un fenómeno incontenible que muchas economías no pueden soportar pero ningún acto discriminatorio puede sustentarse bajo este tipo de discursos.

También, la geografía política del espacio marítimo regional cuenta con particularidades morfológicas e históricas reseñables. No obstante, el contacto histórico entre los países mediterráneos con los países del Magreb y de Asia Occidental a través de las rutas marítimas comerciales, como también la evolución paralela de las naciones del Sur Europeo, actualmente se reconfiguran por la creciente militarización de los puntos de entrada (vallas, agentes de control fronterizo, centros de internamiento, redes de tráfico y de crimen organizado etc.). Como resultado las sociedades fronterizas locales se encuentran en un estado de alarma continua, afectadas principalmente por discursos nacionalistas alimentados por la llegada de indocumentados y la permanente presencia militar. (Villafuerte D., 2004).

En el ámbito de la UE muchos de los ciudadanos de los países que conforman esta integración son sometidos a situaciones incomodas y discriminatorias, muchas de estas en referencia a su identidad cultural, un ejemplo claro es la discriminación hacia los turcos, que son estigmatizados como terroristas, ladrones y tramposos, para Fredy Rivera en su discurso sobre los derechos humanos de los inmigrantes menciona: “Ya sea que se trate de refugiados o inmigrantes sobre todo irregulares en los países de recepción se mantiene la visión de los "extraños", los intrusos que invaden el espacio de los nacionales "los propios". Estos "extraños" se convierten en el perfecto chivo expiatorio de muchas problemáticas que vive el país o ciudad de destino. En efecto, estos "son relacionados a determinadas problemáticas como la delincuencia, la inseguridad, la falta de integración a la cultura "nacional", a la reducción de fuentes de trabajo para la ciudadanía local, etc."

Aun existiendo una integración de los países se hacen visibles los comportamientos de etnocentrismo no solo por parte de los ciudadanos sino también por parte de los políticos, que consideran a los demás ciudadanos ilegales como invasores, donde la implementación de varias categorías de visas temporarias con propósitos principalmente laborales, que permiten o facilitan la movilidad entre los países del bloque tiene como fin un mejor control de la circulación de recursos calificados, sin implicar nunca mayor integración social entre los tres miembros (Santibáñez Romellon J., 2009). El desequilibrio de poder en la toma de decisiones dentro del bloque complica aún más este ejercicio por su rigidez en confrontar los grandes problemas y desigualdades económicas y sociales preexistentes. Políticas cuyo fin es la seguridad y soberanía regional del Norte de América frente al terrorismo internacional, no logran apuntar a un abordaje integral de unas brechas que provocan y consolidan la migración masiva de centro y latinoamericanos hacia el polo de atracción estadounidense (Villafuerte D., 2004).

¿Es entonces la consolidación de los procesos de integración un simple usar y desechar de las hegemonías? Dónde todos defienden la integración económica como un proceso fructífero y mágico cuyo fin último es la cooperación, la ayuda mutua y el crecimiento en bloque, todo esto esconde unos intereses propios bastante importantes, pero mientras tanto los países que menos participación tienen deben someterse a los deseos y caprichos de los más desarrollados en este caso Estados Unidos es quien subyuga a México, instala allí todo su armamento capitalista, explota y destruye, pero estos a cambio reciben un trato denigrante a sus nacionales que emigraron a estos países en busca de nuevas y mejores oportunidades, sustentando entonces sus actos con el aseguramiento y protección de la soberanía por medio de la imposición de políticas migratorias restrictivas del bienestar nacional-regional en periodos de crisis económicas y de alto desempleo , en la Alianza de Norte la seguridad nacional y la amenaza del terrorismo internacional vincula perversamente la migración con el crimen organizado. Para ejemplificar esto nos encontramos con el famoso Donald Trump quién en uno de sus controversiales discursos (teatro político) tildó de delincuentes a los mexicanos y a la comunidad latina en general y hasta considera la idea de construir un muro para separar a Estados Unidos de México, desde mi punto de vista es un serio caso de egocentrismo y etnocentrismo, es pues también la evidencia de la no evolución y el no reconocimiento de la diversidad en el mundo.

Hasta donde llegan los discursos políticos idealistas y utópicos, entonces somos los países subdesarrollados, subyugados y utilizados quienes representamos un peligro potencial para sus economías perfectas y no ellos quienes se apropian, invaden, destruyen países enteros para su beneficio, la migración de la población siria no es más que una clara y evidente consecuencia en el largo plazo del actuar desmesurado de Estados Unidos, que con tal de mantener su posición en el Sistema Internacional es capaz de causar un daño tan importante es países que para Estados Unidos son solo fichas en su tablero de juego geopolítico, luego de salir a la luz todas las consecuencias de estas estrategias son capaces de cruzarse de brazos y seguir manteniendo su posición etnocentrista, sin ninguna muestra de remordimiento y ni siquiera son capaces aun de hacer algún tipo de teatro mediático, revolucionario e idealista por medio de sus Organismos Internacionales, asumen una total posición de abstinencia