EL PROCESO DE LECTURA: UN ENFOQUE FENOMENOLÓGICO

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La memoria evocada, sin embargo, nunca puede reasumir su forma original, ya que esto significaría que la memoria y la percepción eran idénticas, lo que evidentemente no es así. El nuevo fondo trae a la luz nuevos aspectos de lo que habíamos comprometido con la memoria; por el contrario, estos, a su vez, arrojan su luz sobre el nuevo terreno de atrás, despertando así anticipaciones más complejas. Por lo tanto, el lector, al establecer estas interrelaciones entre el pasado y el presente, hace que el texto revele su potencial multiplicidad de conexiones.

Estas conexiones son el producto de la mente de los lectores que trabajan en la materia prima del texto, aunque no son el texto en sí mismo, ya que consiste en oraciones, enunciados, información, etc.

El hecho de que lectores completamente diferentes puedan verse afectados de manera diferente por la realidad de un texto en particular es una amplia evidencia del grado en que los textos literarios transforman la lectura en un proceso creativo que está muy por encima de la mera percepción de lo que está escrito.

el texto literario activa nuestras propias facultades, permitiéndonos recrear el mundo que presenta.

El producto de esta actividad creativa es lo que podríamos llamar la dimensión virtual del texto, que lo dota de su realidad. Esta dimensión virtual no es el texto en sí, ni es la imaginación del lector: es la unión del texto y la imaginación.

La actividad de leer es una especie de caleidoscopio de pretensiones de perspectivas, recuerdos en el sentido de que cada oración contiene una vista previa de la siguiente y forma una especie de buscador de lo que viene; y esto a su vez cambia la vista previa y se convierte en un visor para lo que se ha leído. todo este proceso representa el cumplimiento de la realidad potencial e inexpresiva del texto, pero debe ser visto solo como un marco para una gran variedad de medios mediante los cuales puede surgir la dimensión virtual.

Iser señala que Ingarden reconoce que a veces el flujo de este proceso se interrumpe. Uno toma la secuencia de oraciones como un flujo continuo, esto implica que la expectativa generada por una oración se realizará generalmente por la siguiente, y la frustración de las expectativas despertará sentimientos de exasperación. Y sin embargo, los textos literarios están llenos de giros inesperados y frustración de expectativas. Incluso en la historia más simple seguramente habrá algún tipo de bloqueo. Cada vez que se interrumpe el flujo y se nos guía en direcciones inesperadas, se nos brinda la oportunidad de poner en juego nuestra propia facultad para establecer conexiones para llenar los vacíos que deja el texto mismo. Estas lagunas tienen un efecto diferente en el proceso de anticipación y retrospección, y por lo tanto en la gestalt de la dimensión virtual, ya que pueden llenarse de diferentes maneras. Por esta razón, cualquier texto es potencialmente capaz de varias realizaciones diferentes, y ninguna lectura puede agotar todo el potencial, ya que cada lector individual completará las lagunas a su manera, excluyendo así las diversas posibilidades; mientras lee, tomará su propia decisión sobre cómo llenar el vacío.