EL PROCESO MENTAL DEL JUEZ A LA HORA DE DECIDIR
Enviado por John0099 • 16 de Marzo de 2018 • 3.052 Palabras (13 Páginas) • 469 Visitas
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para el justiciable.
Es importante agregar el hecho de que el Juez no deja de ser una persona dependiente de un proceso fisiológico para la subsistencia de la vida como todo ser humano común y corriente, con arraigo a una vida familiar, laboral y social, con necesidades, defectos y virtudes, lo que puede conllevar en determinado momento a padecer de episodios cognitivos desfavorables a la hora de una toma de decisiones, de la cual no escapa nuestro país donde la situación cada vez es un tanto difícil en cuanto a la administración de justicia se refiere.
En este aspecto, ya en cuenta desde el inicio del ensayo en cuando a lo que se define como un proceso mental, es una situación que para un juez es determinante la toma de decisiones de acuerdo al caso que le ocupe, pues puede imperar intereses de delicadeza importante para ciertos grupos políticos, lo que puede conllevar a una administración de justicia que literalmente echaría por tierra el principio “Fomus Boni Iuris” o apariencia de buen derecho, en cuanto a los principios fundamentales de un estado social y de derecho garante de una tutela judicial efectiva, fundada en el debido proceso y respeto a los derechos fundamentales del Venezolano.
Basado en las ideas anteriores, Los jueces deben satisfacer conforme a los principios de de la justicia, inmersos de buena fe sus decisiones recordando que mientras se encuentre investido de tal autoridad, no puede contaminar sus principios y la confianza que le otorgó el estado con sus creencias partidaristas, ideológicas, de clase o de intereses particulares.
LA REALIDAD SOCIAL AL MOMENTO DE DECIDIR
Este punto puede convertirse en una preocupación por parte de la colectividad en general, pues en esta parte se aborda la realidad social al momento en que un juez debe tomar decisiones, que pueden ser políticas y mediáticas, pues aunque los jueces gozan de una autonomía relativa, por mandato expreso de la carta magna, no es menos cierto que esta independencia muchas veces no es plena como lo manda la ley.
Pero antes de ahondar bien el asunto, podemos agregar que con respecto al juez influyen una serie de factores de tipo universal, es decir, que puede sucederle a todos los encargados de administrar justicia desde la perspectiva jurisdiccional de todas las regiones del mundo, que vendría a ser la parte subjetiva del asunto y que inciden en la toma de una decisión. Dentro de estos enunciados, puede ser la edad, el estado civil, las tendencias religiosas y políticas entre otras, porque para ser exactos y netamente verticales, todos sabemos que en nuestro país la administración de justicia de alguna forma está viciada y a la vez inclinada hacia el gobierno (apreciación del autor).
Cuando hacemos alusión a la edad, es porque dicho factor incide con su experiencia o inexperiencia dentro del ejercicio de su función en comparación con otros de mayor edad y más tiempo en la administración de justicia. La edad puede ser un factor incidente en varios sentidos a la hora de tomar una decisión, aunque no siempre, ni en todos los procesos, pero si en gran parte de ellos, pues a mayor edad, más experiencia y un porcentaje mayor de conservadurismo a la hora de la apreciación de las versiones y pruebas entre las partes, lo que conlleva a acercarse una decisión mas cercana a la perfección.
En cuanto al estado civil es determinante, pues el raciocinio que tiene un juez en cuanto a la familia y su conformación, le permite abarcar un horizonte de la realidad en la sociedad, pues por naturaleza, los seres humanos (no todos) ubican sus situaciones vividas o presentes (adversas o no), en relación con la familia. No es igual una percepción de un caso en proceso, de un juez que este casado que con uno soltero.
Las tendencia religiosa en algunas oportunidades influye en la aplicación de la ley y por ende una toma de decisión pues por dichos principios puede verse cohibido debido a este aspecto, por esto, el tipo de mentalidad que se ha forjado en una persona a lo largo de su vida provoca que tenga una ideología y unas creencias que van a condicionar todo su quehacer profesional e indudablemente van a marcar el modo y sentido de sus decisiones judiciales.
En los párrafos anteriores, quiso dejarse en claro que aunque el juez goza de autonomía, en lo más intrínseco de su ser está condicionado subjetivamente de acuerdo a su modo de vida, aunado a los posibles actos de corrupción que puedan surgir a la hora de una toma de decisión, pero en realidad, no es el tema de estudio. Solo queremos llegar hasta el punto de cómo incide la realidad en la sociedad a la hora de la toma de una decisión. (Apreciación del autor).
Al principio del tema en desarrollo se comentó el hecho de que las presiones mediáticas y políticas, pueden ser factores que influyan en la toma de decisión de un juez, pues aunque como lo hemos venido diciendo a través del presente ensayo, los jueces gozan de autonomía suprema desde la carta magna, sinónimo de ser totalmente autónomos, pero lo cierto es que muchas veces se encuentra condicionados por algunos factores y estos en su mayoría influyen los políticos y mediatos, acentuándose mas el primer enunciado.
El factor político en nuestro país es determinante en la toma de decisión de un juez, en virtud que no es menos cierto que el máximo tribunal de esta república está cien por ciento parcializado hacia el oficialismo, pues fue una maniobra hecha a conciencia. Tan cierto es así, que muchos de los magistrados que se encuentran en tan elevados cargos, reúnen los requisitos exigidos por las leyes y por la Constitución. Aunque esto no repercute en los delitos comunes, pues hasta cierto punto el aparato jurisdiccional en esa instancia funciona, pero basta que algún justiciable tenga alguna relación con el gobierno para que la decisión se incline hacia el mismo, sin importar con las pruebas que se cuenten que lo inculpen de determinado delito perpetrado.
Para culminar en el asunto, agregamos que para determinar la realidad social al momento de decidir, habrá que ser juez para plasmarla en todas sus expresiones. Claro está que la realidad social por lo menos en nuestro país es degradante en virtud del auge que ha tenido la criminalidad y los privilegios que se le han otorgado a los antisociales, cuyas acciones pueden ser igualmente categóricas para un juez a la hora que el justiciable sea uno de los “privilegiados” y de ello dependa la decisión, pues mencionamos en varias oportunidades que el juez es una persona común como todo ser humano, solo que debería
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