EL SENTIDO DE LA PLANEACIÓN DIDÁCTICA

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Por último, puedo decir que la planeación es una actividad profesional, es un espacio privilegiado para valorar y transformar la actuación docente sobre lo que sucede o podrá suceder en el aula. Es la reflexión que hace el docente de manera individual, aunque sería mejor si se realizara con otros docentes para identificar y organizar las sesiones en el aula.

Debo recalcar que la planeación está vinculada estrechamente con la evaluación los aprendizajes de los estudiantes y de la práctica educativa. Ya que gracias a la evaluación de las experiencias educativas previas, el momento de la planeación permite analizar cómo potenciar y reconstruir actividades que faciliten el logro de los aprendizajes, y enriquecer y prever mejores prácticas para el futuro. Existe una especie de espiral entre la planeación y la evaluación; porque las experiencias realizadas te permiten revisar y valorar las acciones y actitudes para mejorar en las actuaciones y actividades futuras.

La evaluación educativa en México, es una de las áreas más complejas en el campo de la acción docente, ya que sustenta que el propósito fundamental de la educación es corroborar los alcances de los objetivos previamente trazados con respecto al aprendizaje. A partir de la evaluación, es posible analizar el proceso de enseñanza y de aprendizaje; por ello, abordar la problemática de la evaluación, es encarar las fallas fundamentales de un sistema educativo. Como es sabido la evaluación sirve, para retroalimentar, valorar, reorientar y planificar la práctica educativa. Conocer lo que ocurre en la clase a partir de los procesos didácticos empleados y su incidencia en el aprendizaje del alumno, reorientando las veces que sean necesarios los procesos de enseñanza y aprendizaje durante su desarrollo, es una de las funciones más importantes de la evaluación.

Desgraciadamente para la mayoría de los docentes, el realizar una evaluación lo ven como una actividad contemplada solo como obligación institucional, solo lo realizan en su práctica docente porque tienen que informar ya que "no les queda más remedio"; para otros en cambio es aceptada con cierta complacencia dado que es una medida que les permite ejercer presión sobre los alumnos y mantener el orden en la clase, además de tener claro cuáles son las competencias que los estudiantes han logrado desarrollar, qué están haciendo bien, o qué deben modificar para el logro de los aprendizajes esperados.

Pocos son en realidad los docentes que utilizan los resultados de las evaluaciones para mejorar su actuación frente al grupo, aunque esta debería ser la razón principal por la que se debe realizar una evaluación, además de que la evaluación debe ser vista y aplicada para medir los avances de los alumnos en cuanto al desarrollo de las actividades y de sus competencias. Por su parte, debemos tener claro que el alumno rechaza todo tipo de evaluación, ya que la práctica de esta le resulta estresante, odiosa y frustrante, ya que tienen la errónea idea de que la evaluación solo se refiere a la aplicación de un examen, para ello es indispensable que al inicio del ciclo escolar se explique a los estudiantes mediante qué tipo de evaluación serán evaluados ya sea autoevaluación, coevaluación, heteroevaluación. “La evaluación es una actividad de gran importancia en los procesos de enseñanza y aprendizaje. De hecho ha sido concebida como un elemento inseparable de dichos procesos (Bonilla, Alba, & Ramírez (Coords.), 2000 y SEP, 1997) y se ha encontrado que si se realiza teniendo presentes los propósitos formativos, se puede estructurar toda la actividad de la enseñanza en función de ella” (Jorba, & Sanmartí, 2000; Shepard, 2008).

Desde mi punto de vista estoy de acuerdo en cuanto a la importancia de la planificación, ya que es un instrumento que dinamiza, facilita y organiza la tarea educativa dentro del salón de clases y es oportuno valorarla porque a pesar de ser considerada como un requisito burocrático, permite prever, organizar, aclarar, secuenciar, adecuar al grupo, a la institución, no ser repetitivo, evaluar, modificar, entre otras, todas las actividades que se pretenden desarrollar dentro y fuera del salón de clases.