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“El Despertar de la realidad”

Enviado por   •  23 de Enero de 2018  •  3.177 Palabras (13 Páginas)  •  313 Visitas

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...

Myranda se puso a la defensiva y tomo un tubo de “alarma” el cual presionó, haciendo iluminar la habitación para llamar a los demás guardianes, pero la oscuridad en el sueño de la pequeña se tornaba cada vez más por la habitación, Myranda repentinamente se sintió asfixiada una ola de frío la envolvió empalideciendo su piel y en el reflejo de un espejo miró aquel tipo, a la oscuridad que le rodeaba, tomo el bastón y se posiciono en seguida para evitar que envolviera a la niña en su mal, el bastón intentaba iluminar la habitación, pero como un corto circuito la habitación se volvió en total negro, haciendo desaparecer a Myranda y la oscuridad, llevándose a la pequeña consigo.

[pic 10]

**

-¡Ayuda!, ¡Suéltame!, ¿¡Quién eres?! –gritaba Anarea mientras forcejeaba débilmente del agarre del mayor en cual le miraba irritado llevándole casi a rastras consigo. - ¿Dónde estamos?

- Ink, Mundo de pesadillas... –se limitó a contestar el Señor vestido de harapos, llevando a la pequeña arrastras, esas respuestas confundieron aún más a la pequeña.

-¿Mundo de pesadillas?, Si yo sólo veo la ciudad... –dijo la pequeña mirando por todos lados las personas pasar concurridamente como todos los días en la ciudad, Ink soltó una tosca risa y prosiguió el camino.

**

“¡Se han llevado a la niña!, ¡La han secuestrado!” – Proclamaba Myranda en su “Lado” del mundo de los sueños, todos los guardianes se hallaban reunidos en el lugar.

“¿Qué haremos?, ¿Qué pasará con la niña?, ¿Por qué a ella?, ¿Quién?” múltiples voces se encontraron las unas a las otras con las mismas cuestiones, Myranda estaba desesperada, era su pequeña, la que siempre cuidaba, su encargó. Una voz entre tantas de un chico vestido de negro y con un maletín en manos pronunció: “Que gran Guerrero tendríamos...” -¿Y tú quién eres para juzgarme?, No estabas ahí... –le interrumpió Myranda en defensa, el chico con cabello corto castaño y cuencas vacías simulaban a un “ciego” en su mundo, por lo que Myranda se extrañó de verle. - ¿Y tú qué?, ¿No tienes alguna idea? - Llámame Viajero, y sí... Debemos ir al mundo mortal. – dijo con una sonrisa mientras susurraba a sí mismo múltiples cosas que ninguno de los que estaban ahí prestaba atención. – Yo sé cómo llevarte... –inquirió después de un rato el viajero.

[pic 11]

~ Mientras tanto en otra parte del mismo lugar~

Se encontraba una bella mujer de no más treinta años, la cual se veía más joven, poseía hermosa melena rojiza y una belleza angelical, la cual con su propio bastón proyecto una ventana hacía el mundo “mortal”, su nombre era Juliet..

**

-¡Auch!.. –inquirió la pequeña Anarea, tropezándose y dejándose caer mirando sus pies descalzos los cuales estaban mallugados por el frío y duro concreto. A Ink le llamó la atención esto e irritado tomo unos cuantos harapos haciendo rápidamente unos “Zapatos” improvisados, los cuales colocó a la pequeña para volver hacerla caminar. Al girarse aquella bella mujer con vestido blanco se encontraba tras de él, a este le tomó por sorpresa, haciéndole brincar de un susto asomo sus oscuros ojos a la pequeña haciéndole gritar. -Basta, no vengó con nadie, no tienes por qué lastimarle a ella... –le Interrumpió mientras miraba a la pequeña, estirando sus manos a está, recibiendo un fulminante mirada por parte de Ink. - ¿Por qué estás aquí?, Sólo es un niño... hay muchos más aquí, a nadie le importa –inquirió Ink mirando directo a Juliet cara a cara. – No soportó a los Contadores de cuentos...

- Creó que a ella le importa. No Hay trampas Ink, si gustas encadéname... no escaparé, solo quiero... cuidarle...-dijo Juliet acercándose a la pequeña y tomándole la mano a la vez que una oscura y fría nube rodeaba la muñeca contraria de la chica y terminaba en manos de Ink, el cual siguió su camino.

- ¿Quién eres...? –dijo la pequeña en un tono tímido, ganando la atención de Juliet. – Soy una contadora de cuentos, aquella que dispersa la alegría, ¿Has escuchado algún cuento? –sonrió la mayor a la niña.

- ¿Eres buena...? –preguntó la niña y Juliet asintió con una sonrisa, la mirada de Anarea se posó en Ink, el cual gruñó al sentir está.- ¿Él es malo?..

- Digamos que él... No ha pasado por cosas buenas, ¿sabes? Aún no es por completo malo... –sonrió Juliet respondiendo la cuestión en tono gentil.

- [pic 12]

- -Tengo miedo... –susurró la pequeña, a lo que Juliet la interrumpió.- ¿Miedo?, Oh vaya que decepción viniendo de una Leona. –La pequeña confundida ante la comparación le miro- ¿Leona?

- ¡Sí!, Eres una leona, cualquier otra persona estuviera gritando y llorando... más tú estás calmada, notó que tienes un rugido dentro. –sonrió sin quitar ese tono alegre de su voz a lo que la niña aún confusa inquirió- ¿Rugido?..

- ¡Vamos!, ¡ruge conmigo!, –imitó un rugido mientras sonreía viendo a la pequeña.

- Rugido. – dijo la pequeña mirándole, Ink tosió toscamente y haló a Juliet ligeramente-

- Pff... Cuenta cuentos, Mentirosos. –susurró.

[pic 13]

**

Myranda y el viajero se encontraban en camino en la ciudad, mientras visualizaba Myranda al padre de Anarea subiendo hacía un taxi estresado y con una oscura sombra detrás suyo.

- ¿Uno de ellos de Día...? ¿Qué significa eso? –miró a su acompañante confusa y esté cortante respondió. – Que el pobre tipo está jodido... –haló a su compañera hacía un hospital donde la abuela de la pequeña se encontraba llamando.

- Sí... Bueno, dígale que su hija está Hospitalizada, está en coma y dado al transcurso está débil en pulsación... por favor, dígale que es urgente. –decía Adela mientras llamaba, los chicos avanzaron hasta la habitación donde el cuerpo de la niña yacía dormido en un profundo sueño.

-¿Cómo la despertamos?.. –dijo Myranda hacía el viajero, admirando con tristeza el rostro de la pequeña Anarea H. Johnson, el cual se encontraba pálido. – El Viajero afinó su oído e inquirió- Descríbeme lo que sucede...

- Su abuela acaba de entrar... está llorando y frotando su mejilla con delicadeza...

...

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