El enigma de la doctora Giubileo.

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del interior de la clínica se haya aliado con los victimarios y lo haya realizado para ocultar la verdad.

Retirándose del lugar, notó que una tabla del piso estaba algo salida. Se agachó a observar con mejorar claridad. Parecía un lugar jamás visto, preparado para esconder algo. Levantó la tabla y descubrió un cuaderno. En él se encontraban notas. Rodolfo sacó de su bolso un libro de firmas donde se encontraba la letra de Cecilia. Ambas coincidían. Se detuvo a leer lo que decía: “Estos últimos días he notado situaciones extrañas. Muchos pacientes que atendía desaparecen de un día para el otro. Veo gente desconocida intercambiando bolsas por dinero, voy a empezar a investigar sobre el tema, algo está pasando”. “Debo ser más discreta, creo que sospechan de mi”. “He descubierto que se realizan ventas ilegales de órganos de los cuerpos de los pacientes. Los matan para luego ganar plata de ellos. Solo se algunos nombres, Martín García y Carlos Lopez”. “Estas personas son peligrosas”.

Al día siguiente le llegó una nota a Rodolfo. En ella se lo amenazaba de muerte si seguía investigando la historia de Giubileo. Esto le demostró al hombre que alguien lo estaba siguiendo y estaba asustado de que lo descubran.

Decidió averiguar sobre los ingresos de Montes de Oca y descubrió que cuando se renovó el mobiliario se sobrefacturó la compra. El Estado pagó $25.000 por sábanas, pero sólo ingresaron unas pocas.

Con todas las evidencias encontradas se pudo descubrir la verdad acerca de la desaparición de Cecilia Giubileo. Rodolfo entregó todo a la policía que se encargó de revisar la colonia. Jaurías de perros adiestrados husmearon los rincones. Un helicóptero sobrevoló el lugar buscando huellas. La policía se internó en túneles jamás explorados. Se revisaron sótanos y altillos con polvo de siglos. Las brigadas rastrillaron cada centímetro del predio. Se abrieron dos pabellones clausurados.

Encontraron una gran cantidad de cuerpos extirpados. Se realizaron estudios y se descubrió que estos eran de los pacientes internados en el lugar. El cuerpo de Cecilia fue encontrado unas semanas después en la laguna de Open Door. Rodolfo interrogó a los hombres que aparecían en el cuaderno de Giubileo, Martín García y Carlos Lopez. Estos terminaron confesando haber participado en la venta de órganos y haber asesinado a Cecilia por saber demasiado. Se los condenó a muerte penal y Montes de Oca fue clausurado.