El juego es un tipo de acción directa o verbal,

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para la formación de juegos simbólicos.

5. La asimilación va mas allá de los limites

6. Comienza el ludismo

El simbolismo en el juego comienza con las conductas individuales que hacen posible la interiorización de la imitación, el simbolismo lúdico de la imitación no se relaciona con el objeto presente si no con el objeto ausente que se trata de evocar; de ahí pues la imitación.

Todo juego simbólico, ya sea individual i social, se convierte, tarde o temprano, en representación.

Piaget dijo que “todo juego en cierto sentido es altamente interesado, puesto que el jugador con seguridad se preocupa del resultado de su actividad”, en cuanto a la espontaneidad del juego definió dos polos: “un polo de actividad verdaderamente espontanea ya que no es controlada y un polo de actividad controlada por la sociedad o por la realidad.”. Considero que “ciertos juegos consisten en reproducir simbólicamente acontecimientos manifiestamente penosos con el único propósito de dirigirlos o asimilarlos” y resume que “el juego es una búsqueda de placer, poco con la condición de concebir esta búsqueda como subordinada en si misma a la asimilación de lo real al yo; el placer lúdico seria la expresión afectiva de esta asimilación”

El juego integra actividades de percepción, sensorio motoras, verbales e intelectuales, es pues un elemento básico en la construcción del espacio, del tiempo y de la imagen propia. Los juegos reflejan simbólicamente los valores centrales de una sociedad, es el terreno de experimentación de los niños, revela las relaciones humanas entre edad, sexo y clase, así como la interrelación con el medio en el que vive.

Callois disocio el juego de las actividades no lúdicas con base a seis criterios:

1. Es libre

2. Aislado

3. Incierto

4. Improductivo

5. Depende de reglas

6. Es ficticio

Huizinga considero que el juego existe en los estratos inferiores de todas las culturas y que en el se apoyaron las instituciones sociales en el momento de su formación.

El juego esta limitado en un espacio de abstracción inexistente en la realidad, el juego es lugar, una zona aislada de la vida cotidiana, donde agota su curso y su sentido dentro de si mismo.

Todo ser vivo rige actividades que le permiten adaptaciones al medio ambiente.

El juego sacro presenta un drama ubicado al representarse el combate entre el dia y la noche, este se evidencia en el juego de pelota.

Los eventos lúdicos y sacros rigen los contactos sensoriales y creativos, modifican el tiempo, espacio y provocan en el cuerpo una experiencia única en la que los estímulos se ven animados por la complejidad psíquica y orgánica de los individuos.

Nos interesa el funcionamiento del cuerpo en relación con el rito, el juego y el juguete.

El juego viviente es un sistema en proceso se realización y no terminado, responde al tipo de comodidades materiales que nos rodean.

El juego y el juguete pueden sacar de contexto para inferir consecuencias afectivas e intelectuales. El intelecto produce una síntesis de los estímulos de manera simultánea y seriada.

La historia del juego y el juguete no pueden encerrarse en procesos que pronto serán abiertos por nuevas formas de imaginar y nuevas formas de pensar.