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El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) lo causa el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

Enviado por   •  3 de Mayo de 2018  •  2.244 Palabras (9 Páginas)  •  403 Visitas

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La infección en la mayoría de las personas se debe al VIH-1, que, a no ser que se especifique lo contrario, es el tipo descrito en este capítulo.

El VIH-1 muta rápidamente y se ha distribuido de forma asimétrica por todo el mundo en distintas cepas, subtipos y grupos.

El VIH-2, aislado por primera vez en África occidental, se transmite con menor facilidad, y el tiempo entre infección y enfermedad es más largo.

TRATAMIENTO MEDICO-NUTRICIONAL

Para las personas que viven con el VIH, una ingesta nutricional adecuada y equilibrada es esencial para mantener un sistema inmunitario sano y prolongar la vida. Se ha documentado que niños y adultos con VIH tienen menos masa grasa.

Una nutrición adecuada puede ayudar a mantener la masa muscular, reducir la gravedad de los síntomas asociados al VIH, mejorar la calidad de vida, y facilitar el cumplimiento y la eficacia del Tratamiento Antirretroviral.

Por tanto, el tratamiento nutricional médico es esencial en el abordaje eficaz del VIH.

Una dieta adecuada puede ayudar al paciente a controlar muchos de los requerimientos necesarios para los fármacos, minimizar efectos adversos y abordar problemas nutricionales.

Todas las personas con infección por VIH deberían realizarse una valoración nutricional basal cuando se establezca el diagnóstico de VIH.

INTERACCIÓN FARMACO-NUTRIMENTO EN VIH/SIDA

La interacción entre los fármacos antirretrovirales usados en el VIH y los alimentos, es que en la absorción la presencia de alimentos en general aumenta la biodisponibilidad oral y disminuye la variabilidad farmacocinetica, especialmente de los inhibidores de la proteasa (saquinavir, atazanavir y darunavis), por tanto se recomienda tomarlos con las comidas.

Otra interacción significativa es a nivel de la glucoproteina que es un transportador presente en las celulas intestinales implicado en la eliminación de algunos fármacos durante la absorción intestinal.

La terapia antirretroviral tiene muchos efectos secundarios, algunos de estos repercuten en la ingesta alimentaria ya que afectan al sistema gastrointestinal (con nauseas, diarreas, ulceras orales, perdida del sentido del gusto, perdida del apetito, perdida de sensación en la boca) y por tanto pueden comprometer el estado nutricional del paciente. Además estos fármacos tienen otros efectos secundarios mas graves como son: hepatotoxicidad con esteatosis y perdida funcional que puede llevar a acidosis láctica grave, hiperglicemia, hiperlipidemia y lipodistrofia.

También puede observarse afectación del tejido óseo como complicaciones como osteonecrosis, osteopenia y osteoporosis.

La lipodistrofia que se presenta en los infectados por VIH se asocia a resistencia a la insulina de modo que aparecen además las complicaciones metabólicas habituales (intolerancia a la glucosa, hipertrigliceridemia y niveles bajos de HDL) que aumentaran el riesgo de complicaciones cardiovasculares.

Ante esta situación y teniendo en cuenta que la supresión del tratamiento farmacológico supondría del tratamiento farmacológico supondría la destrucción del sistema inmunitario y con ello la aparición del SIDA caracterizado por la presencia de infecciones oportunistas que podrían conducir a la muerte, se debe intentar paliar los efectos adversos del tratamiento con medidas dietéticas y, si no es posible, utilizar fármacos para tratar las complicaciones derivadas de los antirretrovirales. (TABLA 38.2) (TABLA 38.3) (TABLA 38.4)

PREVALENCIA DE LIPODISTROFIA Y ALTERACIONES METABOLICAS EN LA INFECCION POR VIH

La lipodistrofia asociada al VIH aparece sobre todo tras la introducción de terapia antirretroviral de alta eficacia; sus características se detallan mas adelante pero, además de la predistribución de la grasa corporal, se asocia a complicaciones metabólicas y cardiovasculares.

La incidencia de dislipemia, resistencia insulinica, alteraciones de la coagulación y enfermedad cardiovascular es mayor entre los pacientes infectados con VIH que tienen lipodistrofia y la incidencia en concreto de diabetes mellitus en pacientes con VIH en tratamiento con terapia antirretroviral de alta eficacia es mas de cuatro veces mayor que en los sujetos no infectados(6). Las lipodistrofias se caracterizan por una perdida selectiva de tejido adiposo y predisponen a una resistencia insulinica, diabetes mellitus, dislipemia, esteatosis hepática, acantosis nigricans y clínica de ovario poliquístico en las mujeres.

La lipodistrofia de los pacientes infectados por el VIH, sobre todo los que reciben terapia antirretroviral de alta eficacia, que incluye inhibidores de la proteasa, fue descrita en 1998 y se caracteriza por una perdida de la grasa subcutánea de la cara, de los miembros con prominencia de las venas de las extremidades y de las nalgas, pudiendo, en algunos casos, presentar un exceso de tejido adiposo en el cuello y parte superior de la espalda y en el tronco, con aumento del perímetro abdominal por adiposidad visceral y de la región torácica (FIGURA 33.2, 33.3, 33.4). Aunque hay redistribución grasa y aumento del índice cintura-cadera, sobre todo en mujeres, el índice de masa corporal suele estar en el rango de normalidad. Algunos estudios han mostrado que una pequeña proporción de pacientes con VIH y que no han recibido nunca tratamiento antirretroviral ya tienen lipodistrofia.

PREVALENCIA DE MALNUTRICION EN LA INFECCION POR VIH Y SIDA

La prevalencia de malnutrición, definida como perdida de peso en la mayoría

de los estudios, se ha elevado hasta el 78% de los pacientes con infección por

VIH y SIDA, al menos antes del inicio de HAART. Una pérdida de mas del 10% del peso habitual se encuentra en hasta un 31% de los pacientes y un 53% de los pacientes en distintas fases de la enfermedad pesan menos del 90% del peso ideal.

Hay dos patrones de pérdida de peso; una perdida aguda coincidiendo con infecciones oportunistas y otra perdida crónica, en general asociada con enfermedad digestiva. La perdida de peso y la situación nutricional en general empeoran conforme evoluciona la enfermedad. La pérdida de peso en los pacientes hospitalizados con SIDA alcanza al 98% de los mismos, y hasta el 68% pierden más del 10% de su peso habitual y un 29% pierden

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