El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es el agente causal del Síndrome de Inmunodeficiencia Humana (SIDA)

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Una profesión como Enfermería sustentada en el cuidado, en la atención humana e individualizada basada en principios éticos tales como el respeto, la autonomía, la beneficencia, la equidad, la justicia social, la no inducción al daño debe ofrecer al enfermo, entre ellos al enfermo con SIDA, cuidados de Enfermería calificados, efectivos, eficiente, ofreciendo satisfacción a todas las necesidades interferidas del enfermo, realizando intervenciones de Enfermería apropiadas. Estos pacientes presentan un deterioro, no sólo físico, sino mental, lo que conlleva a un estado emocional inestable siendo abandonados por los familiares y rechazados por la sociedad, necesitando apoyo y ayuda del profesional de enfermería. A esto se suma el hecho que las medidas de barrera son utilizadas con el criterio de protección al personal, sin considerar el riesgo a infección que tiene el enfermo como producto de su inmunosupresión. (4)

El descuido en los procedimientos destinados a la satisfacción de las necesidades fisiológicas y psicológicas las cuales son importantes para el paciente con SIDA, deteriora la calidad de vida del mismo.

OBJETIVOS

Objetivo General

- Analizar los cuidados que realiza el personal de enfermería a pacientes adultos con SIDA en fase terminal.

Objetivos Específicos

- Identificar los cuidados de enfermería que se realizan a pacientes con SIDA.

- Describir la reacción de los pacientes ante los cuidados que reciben por parte del personal de enfermería.

- Describir las precauciones que mantiene el personal de enfermería en el cuidado de los pacientes con SIDA.

JUSTIFICACIÓN

Quienes estamos preocupados por el cuidado de las personas enfermas nos enfrentamos a menudo al problema de cómo proporcionar unos cuidados de calidad de modo más efectivo y con mayor eficiencia.

Como parte de este cuidado de la salud, las enfermeras de hoy intentamos encontrar los marcos conceptuales más adecuados mediante los cuales llevar acabo nuestra práctica y, por tanto, ser capaces de ayudar al paciente a obtener una recuperación total o independencia asistida, o bien lograr una muerte pacifica.

La enfermera con destreza debe saber reconocer las distintas fases así como los cuidados necesarios que precisa cada uno de ellos.

En nuestro país existe un porcentaje importante de personas (niños, adolescentes, adultos), infectadas por el VIH, es por eso que nos intereso tocar este tema.

El contagio no solo ocurre por contacto sexual, bien sabemos que una persona puede contagiarse con u pinchazo con la jeringa que fue utilizada por persona infectada por ejemplo.

El conocimiento referente al tema es muy importante para un mejor cuidado de las personas enfermas

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La bioseguridad también es esencial cuando se trata de cuidados, el personal de enfermería debe tener las precauciones necesarias antes y después del contacto con el paciente.

También debemos tener en cuenta que el usuario no solo necesita de comidas, ropas, medicamentos. Necesita por sobre todo el apoyo emocional, compresión, cariño, como cualquier otro paciente y el enfermero/a debe ayudar al enfermo para que piense positivamente sobre qué puede hacer para mejorar la situación de su vida.

Es probable que la persona infectada este consciente de que padece una afección que puede llegar a ser fatal, especialmente una vez que conoce el diagnóstico.

Esto puede causar temor, ansiedad e ira. El personal de salud y los familiares deben estar preparados para hacer frente a esas emociones.

La persona con VIH necesita tiempo, y ayuda para dominar estos sentimientos y una persona que esté dispuesta a escucharlo y apoyarlo, que lo anime a continuar viviendo y a tomar parte en actividades cotidianas, tanto como pueda. Puede desear conversar con un sacerdote, ministro religioso, consejero o alguna persona que le brinde apoyo espiritual o emocional. Los trabajadores de la salud deben ayudar a satisfacer esas necesidades del paciente.

MARCO TEORICO

CAPITULO I

MARCO REFERENCIAL

1.1 Antecedentes

El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) aparece por vez primera en la primavera de 1981 en los Ángeles, EE.UU, cuando el Dr. M. Gottlied describe los cinco primeros casos en jóvenes homosexuales masculinos. Desde entonces el mundo ha visto cómo una enfermedad que en un principio fue descrita solamente en países desarrollados, en hombres homosexuales y usuarios de drogas inyectables, se transformó en una pandemia que afecta a millones de hombres, mujeres y niños en todos los continentes.(5)

Hoy se reconocen por lo menos, dos agentes productores del SIDA, el VIH_1 y el VIH_2. El primero, que presenta una distribución mundial, es el responsable de la mayor parte de los casos conocidos y presenta una mayor virulencia, el segundo está más circunscrito a la región occidental del continente africano, aunque también se han identificado algunos enfermos en otras regiones del mundo.(5)

Casi a fines del siglo XX, cuando ya se pensaba que la mayoría de las enfermedades transmisibles habían dejado de ser una amenaza, una nueva enfermedad se convirtió en poco tiempo en una de las epidemias más graves de los tiempos modernos. Esta epidemia (o, más correctamente, pandemia, ya que se ha propagado rápidamente por todos los continentes, aun a los lugares más remotos del mundo) es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).(5)

Pero, a diferencia de otras, esta epidemia es, en gran medida, prevenible.

Más aun, la responsabilidad de su prevención recae no solo sobre las autoridades de salud de los países sino, y fundamentalmente, sobre todas las personas. Lo que sigue no es un detalle exhaustivo del SIDA, sino que describe sus características más notables para ayudar a los lectores a enfrentarlo mejor.(5)

CAPITULO II

2. MARCO ESPECÍFICO

2.1 ¿Qué es el SIDA?

Es una