Evolución reciente y perspectivas de la economía mexicana 2000-2010
Enviado por karlo • 17 de Febrero de 2018 • 2.875 Palabras (12 Páginas) • 416 Visitas
...
Por consiguiente, en el marco del enfoque de flujos, cabe dividir el ahorro total en sus componentes –interno y externo– a fin de determinar los modelos seguidos por la economía mexicana.
AHORRO INTERNO Y EXTERNO
El efecto “a futuro” que los ingresos netos del petróleo tendrían en el ahorro interno no fue del todo inesperado, ya que, para enfrentar este considerable flujo de fondos, no fue necesario generar un alto nivel de ahorro interno, el cual, al mismo tiempo, pudo haberse obtenido de dos fuentes. Un aumento temporal del consumo impulsó la economía hacia un nivel de “sobreconsumo” que se convertiría luego –durante el programa de estabilización– en “subconsumo”, el cual tendría un efecto relacionado al reducirse el ahorro interno en la economía, en particular el del sector privado, como consecuencia de la peor crisis económica desde el fin de la segunda guerra mundial. Las fuentes de financiamiento del ciclo económico provenientes del extranjero implicaron una reducción del déficit de la cuenta corriente, cuya magnitud adicional dependió de la reacción esperada de los exportadores e importadores, basada en el régimen de tipo de cambio del momento. Por supuesto, los precios del petróleo eran lo suficientemente altos para dar cabida a una reducción adicional. El papel del petróleo como un incipiente Síndrome Holandés fue peculiar ya que, sin él, la cuenta corriente tendría un mayor déficit. Esto sucedió debido al incremento de los niveles de consumo, y conllevó un intercambio entre el consumo interno y el consumo externo. En el período 2000-2002, los altos precios del petróleo hicieron posible que el flujo de fondos desde el extranjero alcanzara 3.2 puntos porcentuales del producto interno bruto en 2000 y 2.1puntos porcentuales en 2002, con una media de 2.7 puntos. En gran medida, esto fue el resultado del aumento de los ingresos gracias a los mejores términos de comercio, lo cual contrasta con el alto requerimiento de ahorro externo de la década de los años noventa. De hecho, entre 2003 y 2007 se registraron un ahorro externo promedio de alrededor de 1% del PIB y un nivel de consumo superior a 73% del PIB, lo cual demostró que los ingresos petroleros no eran considerados como un ingreso temporal. Más adelante en la misma década, con la crisis financiera, el efecto esperado sobre el consumo a partir del efecto ingreso fue una reducción significativa en el consumo de 3.5 puntos del PIB y una disminución imperceptible del ahorro externo. Mientras tanto, el ahorro interno era de 17.2 puntos en 2003 y de 19.7 en 2007. El ahorro interno promedio fue de 18.2 puntos, inferior al promedio de 20 puntos registrado entre 2000 y 2002. Esto indica que el esfuerzo para incrementar el ahorro interno en la economía mexicana fue sobrepasado por el gasto, ya que el índice del consumo respecto al PIB fue de 70.8 puntos entre 2002 y 2008, es decir, 2.5 puntos debajo de lo registrado en el periodo 2003-2007, y se contrajo a 69.5% por la crisis. Lo anterior confirma que, para un país en vías de desarrollo, productor de petróleo, el efecto petrolero implica recursos externos mediante términos de comercio que aumentan el ingreso, lo cual no parece ser un efecto de ingreso transitorio sino uno permanente. En esta coyuntura, el nivel del ahorro interno es difícilmente compatible con el objetivo de lograr un crecimiento sostenido, como parte de una política económica. Por otro lado y para entender mejor este proceso, es necesario analizar los componentes del ahorro interno del sector público y del sector privado.
AHORRO INTERNO: PÚBLICO Y PRIVADO
El ahorro público y el ahorro privado determinan el nivel del ahorro interno y constituyen una parte esencial de cualquier ajuste macroeconómico. El ahorro privado ha registrado una pronunciada caída entre 2000 y 2010, con un aumento entre 2003 y 2007. Alcanzó su máximo nivel –18.6 puntos del PIB– en 2007 y su nivel más bajo –14.6 puntos– en 2003; en 2010 fue de 15.3 por ciento.
[pic 2]
Esta importante disminución se notó, una vez más, en el periodo 2000-2002, tanto en el ahorro privado como en el ahorro público, ya que este último resultó del efecto estructural del petróleo en las finanzas del sector público de ese periodo. Luego, entre 2003 y 2007, el ahorro privado creció y compensó la disminución del ahorro público o viceversa. En la etapa final, entre 2008 y 2010, el ahorro público creció porque se incrementó la carga fiscal –los impuestos sobre la renta y sobre el gasto– dentro de una reducción del ahorro privado causada por la crisis financiera y sobre todo por los efectos en el ingreso disponible y en la renta. A lo largo del periodo estudiado, tal como se observa en la gráfica 4, se puede establecer una relación directa entre el déficit del sector público (excedente) y el ahorro del sector privado (desahorro). La bibliografía y otras fuentes económicas reconocen este proceso como la equivalencia ricardiana, lo cual tiene repercusiones no sólo en el ahorro sino también en el comportamiento de los consumidores.
[pic 3]
Esta teoría sostiene que un mayor nivel de déficit del sector público (y/o un mayor gasto), derivado del desahorro, se reflejará en las restricciones presupuestarias del sector privado. Esto lleva a una reducción del consumo privado mediante un incremento de los impuestos o por la expectativa de una mayor carga fiscal a futuro, que corrige de esta manera el desequilibrio fiscal pues se generan mayores ingresos. La disminución del consumo deriva en un incremento del ahorro privado. Desde este concepto, hay un fenómeno de sustitución entre el ahorro privado y el público, a pesar de que no haya habido hasta ahora un análisis de los efectos de la productividad sobre el ingreso. Sin embargo, si los agentes económicos pudieran anticipar este efecto, se aceleraría el consumo corriente y, por lo tanto, el ahorro privado del momento no podría incrementarse. Esto ampliaría aún más la brecha del ahorro interno.
[pic 4]
TENDENCIAS A LARGO PLAZO Y DESVIACIONES
Es indudable que, desde el año 2000, la economía mexicana ha experimentado un gran cambio estructural. En ese año, el ahorro externo como porcentaje del PIB alcanzó 3.2 puntos porcentuales, lo cual contrasta con la cifra de 0.5% registrada en 2010. Esto se debió a los elevados precios del petróleo (superiores a 100 dólares por barril). Sin embargo, durante ese periodo, México ha protegido las ventas de petróleo en los mercados exteriores y algunos analistas han sugerido precios alrededor
...