Examinar los cambios que se vienen sucediendo en las relaciones entre las organizaciones empresariales y la sociedad, vistos dentro del marco de las nuevas tendencias de transformación que mueven al mundo.
Enviado por Albert • 17 de Mayo de 2018 • 5.008 Palabras (21 Páginas) • 554 Visitas
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Tomando en consideración algunas propuestas de Víctor Guédez, se puede sostener que Las principales áreas de ejecución de iniciativas de responsabilidad social son:
- Ética Empresarial: incorporación de la responsabilidad social en la declaración de principios, misión y prácticas cotidianas de la empresa.
- Calidad de Vida Laboral: mejoramiento de la calidad de vida de las personas que trabajan en la empresa o corporación.
- Medioambiente: desarrollo económico de la empresa compatible con el respeto y cuidado por el medioambiente.
- Compromiso con la Comunidad: apoyo al desarrollo económico y social de la comunidad en la que la empresa está inserta.
- Comercialización y Marketing Responsable: ética publicitaria, marketing solidario y comercialización responsable.
Al igual que en otros tópicos de importancia capital en la actualidad, háblese de globalización, posmodernidad, ética, responsabilidad social, etc.; existe la tendencia, en el discurso gerencial, a un tratamiento polar, extremo, es decir, hay quienes tienden a interpretarlo como “la solución” y dan un tratamiento apologético de ello, sin embargo, otros enfoques, desde una perspectiva crítica, lo suponen “tramposo”.
Por otra parte, existen enfoques críticos que descubren en el marco de los nuevos discursos una manera de reproducción social e intelectual. Al respecto, Héctor Villegas, en torno a la proliferación de la literatura gerencial “Light”, donde la ética y la responsabilidad social no escapan, señala que “ De la misma manera como todo parece reducirse a sugerencias útiles, aparecen y se multiplican los exegetas que han hecho de la construcción gerencial un discurso burdo y lleno de sentidos comunes, alejando toda posibilidad de interpretar el fenómeno organizacional desde perspectivas críticas y quizá algo serio o por lo menos algo reflexivo.” (Villegas, 1998, 63).
Las sociedades contemporáneas exhiben una clara contradicción. De una parte, la recuperación de la ética como fundamento de todas las acciones humanas en todas y cada una de sus dimensiones. Por el otro, la decadencia en las prácticas concretas de los hombres, grupos y organizaciones que ilustran prácticas contrarias al imperativo ético: corrupción, drogas, violencia, terrorismo, etc.
Dicha dualidad se refiere, según Lipovetsky a la coexistencia de sociedades posmoralistas, es decir, aquellas sociedades que se limitan la retórica del deber y exacerba la dimensión individual, transformándolos en derechos individuales de autonomía, deseo y felicidad, generalmente inmediata (hedonismo).
Igualmente, Lipovetzky, referido por Giraldo Garcés, señala un cierto matrimonio entre la ética y los negocios en donde la ética tiene un nuevo rol debido al desarrollo de los negocios, aparentando una nueva conciencia social. Por otra parte, concluye que “La moda de los códigos y cartas éticas no tiene nada de idealista, está sostenida en lo más profundo por la creencia de que la ética es esencial para el éxito comercial y financiero...” (Lipovetzky: 2005, 249)
En definitiva, se plantean tres horizontes éticos:
- La ética como imperativo categórico, basadas en prácticas morales
- Una ética asociada a los negocios como medio para el logro de fines productivos y;
- Una ética que permea al trabajador y hacer ver la empresa como justa, logrando mayores niveles de compromiso.
Dado el anterior contexto, en la sociedad actual, donde reinan las democracias duales, de doble moral, es necesario lo que se ha dado en llamar una ética inteligente, es decir, “menos preocupadas por las intenciones puras que por los resultados benéficos para el hombre… No hay más solución realista a largo plazo que la formación de los hombres, el desarrollo y la difusión del saber, la ampliación de las responsabilidades individuales, el partido de la inteligencia científica y técnica, política y empresarial” (LIPOVETSKY, AÑO, 17- 19)
Resulta interesante la naturaleza crítica que soporta la ética inteligente, por cuanto está asociada a la voluntad, es decir, a lo volitivo y por tanto a la facultad de decidir y ordenar la propia conducta de manera responsable y crítica, develando la relación medios fines asociados a las prácticas en sociedad, reconociendo como crepúsculo del deber, el fin de una ética acrítica e incondicional.
- Destacar aspectos de ámbito empresarial y sus relaciones: medio ambiente, desarrollo sustentable, capital social, corresponsabilidad.
El tema de la ética y la responsabilidad social, están articulados, además, con otros tópicos que, a lo largo de los últimos veinte años, han venido acentuándose, generando nuevos campos de de relación entre la empresa y su entorno, así como la inextricable relación entre los sectores privado, público y organizaciones no gubernamentales.
La práctica de la Responsabilidad Social, especialmente reseñados en la sección anterior como áreas de la responsabilidad social, ha despertado un conjunto de conexiones e interdependencias de las organizaciones con el entorno que revelan prácticas de sumo interés para los efectos de las relaciones sociales, de las que no escapan los aspectos ambientales y sociales.
Medio ambiente y desarrollo sustentable
El ambiente es una clave del desarrollo y por ende ha estado involucrado de manera intensa en las grandes agendas de discusión en las últimas décadas, especialmente en su conexión con la ética y la responsabilidad. El ambiente, como parte constitutiva del entorno de las empresas sufre impactos dados los modelos y prácticas productivas y por ende, debe ser motivo de reflexión y de trato responsable, en todas y cada una de sus esferas de producción, distribución y consumo.
Especialmente en la segunda mitad del siglo XX se pone de relieve la relación hombre – naturaleza. Desde muchas ópticas se agotó el irresponsable modelo de entender esa relación como si el hombre fuese el dueño y explotador de los recursos y riquezas, sin tomar en consideración los irreversibles desequilibrios que ello implica. De allí, la necesidad de una conexión responsable con el ambiente para hacerlo mas sostenible y sustentable.
Como sujetos sociales somos una oportunidad en el marco de la naturaleza, pero también una amenaza. Javier
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