FENÓMENOS DE CONSERVACIÓN CADAVÉRICA

...

del primer año y el comienzo del segundo de conservación, aunque también se ha visto en pocos meses.

Al igual que las anteriores, adquiere importante valor médico-legal, ya que conserva la fisonomía y permite observar traumatismos y lesiones.

Congelación

Como se dijo anteriormente, la congelación es el fenómeno que impide por tiempo indefinido el comienzo de la putrefacción cadavérica. Debe darse un enfriamiento constante y a muy bajas temperaturas para que el cuerpo se conserve indefinidamente.

Se produce una solidificación por congelación del agua de los tejidos. Igualmente, una vez descongelado el cadáver, los procesos de putrefacción se dan de manera acelerada. Las temperaturas óptimas para ésta conservación oscilan entre los –4 °C y los –18 °C, condición que suspende toda la actividad enzimática y bacteriana. Por esta razón, es común observarlo en víctimas de accidentes en zonas montañosas.

Este proceso logra una conservación total del cadáver, permitiendo su identificación y estudio médico-legal.

Calcificación o petrificación

Resulta de la infiltración de parte o de todo el organismo humano de sales calcáreas.

Se da excepcionalmente y mayormente en fetos que permanecen durante mucho tiempo dentro de la cavidad uterina, proceso llamado litopedio (piedra-niños), y se le impregnan sales cálcicas. También puede observarse en cadáveres de menores y adultos en donde el proceso de putrefacción de las partes blandas se dio de manera acelerada.

Inicialmente se produce la descomposición del feto por su permanencia en el ambiente líquido y aséptico del útero, proceso denominado maceración. Comienza con la piel enrojecida y zonas muy arrugadas, luego se cubre totalmente de ampollas y flictenas aproximadamente a los 10 días, y continúa intensificando hasta calificarse.

Fosilización

Se trata de la transformación del cadáver en compuestos minerales, particularmente las zonas de mayor dureza, como los huesos. Está dada por el proceso que ocurre cuando un organismo muere o produce algún tipo de resto como producto de su actividad vital, produciéndose la destrucción de la materia orgánica, y su sustitución por materia mineral estable ante las nuevas condiciones ambientales, (relleno de cavidades del propio organismo o generadas por él).

Es un proceso selectivo, de manera que la probabilidad de que un organismo, o alguna parte de él, resista el paso del tiempo y se convierta en un fósil va a depender de su composición química, características físicas y composición de las aguas a que esté expuesto. Así pues, los esqueletos que contienen una gran cantidad de materia mineral se conservan con más facilidad, mientras que el tejido blando es más difícil de conservar debido a que es atacado por la bacterias

Se conservan parcialmente sus características morfológicas y anatómicas. Es un fenómeno poco común, pero se observó claramente en los cadáveres hallados en la ciudad de Pompeya, luego de la erupción del volcán Vesubio.

Conservación artificial

Después de la muerte, la sustancia orgánica se transforma en un nutritivo medio de cultivo para una gran variedad de gérmenes causantes de la putrefacción. Para evitar esto, se realizan distintas técnicas, ya sea con fines académicos o científicos, medico legales o reglamentarios, o para rituales religiosos.

Existen dos tipos de conservación artificial, por un lado el embalsamamiento, con sus diferentes técnicas, y por otro lado la refrigeración. Además, se hará referencia a las excepciones en las cuales algunos fenómenos naturales pueden recrearse artificialmente.

Métodos de conservación transitoria - Embalsamamiento

Esta técnica ha sido utilizada desde las antiguas civilizaciones, hasta la actualidad, donde se realiza a petición de familiares o allegados, o bien por imperativos legales, cuando el cadáver debe ser enterrado en determinados lugares, cuando la inhumación debe retrasarse un cierto tiempo, o cuando el cadáver debe ser trasladado para su entierro en otro país.

Se presentan dos grandes grupos de conservación transitoria:

1.- Conservación temporal mediante el empleo de sustancias líquidas (formol y agua), inyectadas en cavidades: cráneo, tórax y abdomen y masa muscular.

2.- Método de conservación en seco, donde se emplean productos antisépticos. No se somete el cadáver a ninguna operación, ni se introducen sustancias en su interior. Dentro del féretro, el cadáver yace sobre una capa de aserrín, mezclado con sulfato de cinc, que se riega con solución de formol, procediéndose de inmediato a cerrar el féretro.

Técnicas de embalsamamiento

Generalmente, el embalsamamiento consiste en una inyección intraarterial generalizada de un líquido fijador y conservador, que drena la sangre venosa, complementada con el tratamiento simultáneo de las grandes cavidades por la introducción de otro líquido conservador. Dicha operación se completa con un conjunto de maniobras estéticas. A continuación se desarrollan esta y otras técnicas de igual utilidad:

a- Fijación: la fijación se entiende como la detención de los procesos naturales de putrefacción. Pueden realizarse mediante métodos físicos (como calor, desecación o congelación) o por métodos químicos con sustancias como son el Formaldehído (formol) al 40%, Ácido fénico (fenol), Nitrato potásico, Ácido Bórico, Alcohol 95º y Glicerina. Otros químicos también usados son: el cloruro de sodio, óxido de zinc, nitrato de sodio, sulfato de sodio, ácido acético, bicarbonato de sodio, etc. Estas sustancias, luego de ser diluidas en agua destilada en distintas proporciones teniendo en cuenta el peso del cadáver, se le inyectan al cuerpo por vía vascular, la cual puede