“Factores que intervienen en la población mexicana en la aceptación y utilización de herbolaria como alternativa a la medicina alopática”

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El segundo negocio que visitamos era mucho más grande que el anterior, ya que abarcaba el espacio de 4 locales. Además de las hierbas medicinales, en el lugar hacían “limpias” y lectura de cartas. Ahí nos atendió una mujer muy amable, quien al explicarle quienes éramos, nos platicó que la gente que acude a las hierberas son personas humildes que regresan constantemente porque ven que funciona. Nos platicó anécdotas personales para fortalecer su argumento, y nos felicitó por estar dispuestos a aprender. Ahí mismo entrevistamos a una pareja que nos mencionaron algo que también escucharíamos en repetidas ocasiones después de esa; que acudían con los curanderos y brujas del lugar porque habían intentado ya de todo, y aquí era el único lugar donde habían encontrado alivio.

Visitamos un tercer local. Ahí no tenían clientes, pero en el momento en que supieron que realizábamos una investigación para la facultad, se volvieron mucho más renuentes a cooperar. Lo poco que nos dijeron, sin embargo, fue muy útil. Al preguntar sobre qué plantas se venden más, nos dijeron que (al igual que los demás), “todo se vende”, pero lo que más venden los remedios naturales para la diabetes, el riñón, la ansiedad y para bajar de peso.

“Las plantas medicinales son una alternativa muy buena para las personas que llegan buscando la cura a sus enfermedades, que no la tienen con la medicina normal, pero vienen aquí y muchos regresan encantados a la semana por la mejoría tuvieron con lo natural” Elvira Martínez, dueña de uno de los locales de herbolaria del Mercado Juárez.

La mayoría de los dueños de estas herbolarias, mencionaron lo mismo que la señora Elvira, su manera de hablar se atañe a la de un comerciante cualquiera, hablando de forma amable y firme, exhibiendo sus productos afirmando que, si funcionaban para curar los males que las vistosas cartulinas color fosforescentes exhibían, incluso, una de las tantas brujas del mercado, estuvo a punto de convencernos de adquirir sus servicios, argumentando que la magia que ella practica nos ayudaría a eliminar energías negativas o maldiciones que estuvieran afectando nuestra vida, además de que nos haría un resumen de cómo será nuestro futuro.

Regresando al tema de la medicina alternativa, muchas veces existe una decepción del paciente al ver que ni toda la tecnología de la medicina convencional puede aliviar sus malestares es entonces donde se recurre de manera desesperada a cualquier cantidad de remedios y prácticas con la esperanza de mejorar.

Explorando un poco más en el edificio que envuelve en sus adentros al Mercado Juárez, tuvimos la suerte de toparnos con un Quiropráctico. La doctora Mariela, originaria de Bogotá, Colombia, tenía muchos pacientes así que tuvimos que esperar a que se desocupara para poder recibirnos. Una vez dentro de su consultorio, muy amablemente nos platicó que la mayoría de los pacientes que acuden a la medicina alternativa son gente que posteriormente había acudido a algún otro servicio médico, y que, al no ver resultados, buscaban otras opciones. También mencionó que el nivel económico y educativo de las personas también influía bastante en que acudieran a este tipo de terapias, pues el precio de éstas es mucho más accesible que las terapias alópatas, y al tener niveles educativos bajos, a las palabras de la doctora, “se creen lo que sea”.

Sin tratar de generalizar el nivel socioeconómico juega un papel fundamental, una de las principales razones que pudimos explorar fue el bajo precio de estos productos alternativos, que se presentaban de manera accesible a la gente y con la promesa fiel de que era la solución a sus problemas de salud. Una bolsa de diferentes hierbas para combatir la diabetes: $30 pesos, un gel con diferentes compuestos naturales para adelgazar, reafirmar el vientre y eliminar la celulitis: $10 pesos, en fin, remedios baratos y rápidos para males comunes son lo que buscan. Personas de clase social baja las que frecuentan estos lugares, ya sea obreros o miembros de comunidades indígenas. Que sean mayoría no significa que la medicina alternativa sea propia de un solo estrato social.

Hablábamos de una tradición mágico- religiosa que se remonta a la América prehispánica, donde fue la principal característica de la medicina. Donde existían dioses buenos que concedían bienestar (riqueza, salud y amor) y dioses malos que atraían la enfermedad y los cataclismos. Forma parte de nuestra cultura la medicina tradicional y que por muchos años se vio un poco apartada y golpeada por los avances tecnológicos de la medicina alópata. Pero poco a poco se ha ido justificando científicamente en el caso el caso de la herbolaria mexicana, donde inclusive la OMS reconoció la importancia de este recurso terapéutico y generó un programa de reconocimiento y promoción de la medicina herbolaria.

Inclusive la Organización Mundial de la Salud en su documento recientemente publicado, Estrategia de la OMS sobre medicina tradicional 2014-2023, apuesta abiertamente por incorporar a los sistemas públicos de salud las denominadas medicinas tradicionales y medicinas complementarias como solución a los problemas sanitarios que vive el mundo a causa de la crisis.

En México, la Secretaría de Salud durante la administración 1989-1994, estableció una clasificación mexicana de Medicina Tradicional: Parteras, Herbolarios y Curanderos, y Medicinas Paralelas: Acupuntura, Homeopatía y Quiropráctica, con la finalidad de orientar la tarea de definir la normatividad, mediante criterios sistemáticos y conforme a las reglas del derecho sanitario. Por la urgente necesidad de normar la medicina herbolaria se diseñó por la Secretaría de Salud el, la Norma Oficial NOM-248-SSA1-2006, Buenas prácticas de fabricación para establecimientos dedicados a la fabricación de remedios herbolarios.

Buscando además de explicaciones y respuestas por los comerciantes del mercado, decidimos acudir con una experta en el tema, la Dra. Cindy Janeth Reyes, medico cirujana y partera con múltiples diplomados en nutrición, herbolaria, reflexología y ozonoterapia.

Contradiciendo lo que se mencionó anteriormente, las personas que acuden con esta especialista son personas de un estrato económico más alto, tirándole a la clase media-alta los que acuden con ella.

El ruido que hace la medicina alternativa es parecido a los remedios caseros de la abuela, de la vecina, ya que la doctora menciona que la mayoría de sus pacientes llegan por recomendación del amigo, del vecino, del amigo del primo, etc.

“Lo buscan cuando no tienen otra alternativa ya sea porque se les acabaron las opciones, muchos mencionan que fue por recomendación