Ensayo sobre: La enseñanza, los factores que intervienen en ella y su relevancia dentro del proceso educativo

...

Otra parte crucial del manejo de grupos es el fomentar la autorregulación en los estudiantes; si el docente constantemente tiene que estar al pendiente de mantener la disciplina y presionar a los estudiantes para que trabajen, será un gran gasto de tiempo, fomentar virtudes como el hecho de ser responsables (por parte de los estudiantes) le permitirá al docente hacer un uso más efectivo del tiempo, a su vez los estudiantes estarán encaminados continuar con su proceso de aprendizaje de manera más autónoma. Implica un nivel de conciencia más elevado por parte de los estudiantes, es parte del proceso de maduración que en la escuela se debe fomentar, lo relacionado con las actitudes y valores a las cuales aluden las competencias.

La enseñanza como parte del proceso educativo en gran medida corre por parte del docente, existen algunos aspectos que el docente tal vez no pueda modificar como en el caso de los objetivos y/o competencias a desarrollar que forman parte de planes y programas estandarizados, en muchas ocasiones también las secuencias didácticas ya están preestablecidas, así como también los mecanismos de evaluación; sin embargo, la estrategia didáctica, las actividades de enseñanza, la metodología para desarrollar tales competencias, la forma de abordar los contenidos, etc., son parte de las decisiones que toma el docente, por lo tanto las puede replantear y buscar las más acordes a las necesidades presentadas en el aula.

La enseñanza y el aprendizaje son dos procesos que van muy de la mano, aunque existe un punto donde termina uno e inicia el otro, la enseñanza escolarizada corre por parte del docente principalmente, los planes y programas de estudio y otros aspectos ligados a la institución educativa; y el aprendizaje por su parte corre principalmente por parte del estudiante, pero a su vez esta mediado por una serie de factores contextuales y en ciertos casos de carácter biológico. Se pueden identificar ciertos aspectos aludidos a los profesores eficaces, tomando como referencia los buenos resultados logrados por sus alumnos, sin embargo, no se pueden considerar como patrones o principios universales.

Características de un profesor eficaz:

Claridad y organización: La instrucción clara y bien estructurada por parte del docente facilita la comprensión del alumno y previene en gran medida la desmotivación. “Cuanto más claras y menos vagas sean las explicaciones y las indicaciones del profesor, mejor será el aprendizaje de sus alumnos”. (Woolfolk, 2010, P. 454).

Calidez y entusiasmo: El entusiasmo que el docente muestra al impartir sus clases transmite en el estudiante ánimo y motivación hacia la misma, junto a esto la amabilidad, la comprensión y la empatía con los estudiantes están ligados a mejores resultados de aprendizaje por parte de los estudiantes. “La evaluación del entusiasmo que manifiestan los profesores por su materia está correlacionado con la mejoría en el rendimiento de sus alumnos”. (Woolfolk, 2010, P. 454).

Conocimientos de los profesores: El hecho de que los docentes dominen el contenido de su asignatura es clave, pero también es necesario aclarar, pero aparte de conocer de manera teórica, las experiencias y ejemplos reales resultan más didácticos; por lo general las explicaciones se vuelven más comprensibles para los estudiantes cuando el docente hace la correlación entre los contenidos de la asignatura con aspectos del contexto social inmediato. Como, por ejemplo: “Al parecer, los estudiantes de bachillerato aprenden más matemáticas de los profesores que tienen más estudios o experiencia significativa en esta área”. (Woolfolk, 2010, P.354).

Al hablar de profesores expertos no se está refiriendo únicamente a los docentes que tienen un gran dominio de los contenidos de su asignatura, sino a aquellos que a su vez ponen en práctica una serie de técnicas y estrategias didácticas para lograr el aprendizaje en sus estudiantes; el aplicar distintos métodos para enseñar los diversos tipos de contenidos, el abordar los errores de los alumnos de manera adecuada para encaminarlos al resultado correcto. Son docentes reflexivos que no están atentos solamente a su discurso como educadores sino también al efecto que están logrando en el estudiante.

La evaluación es una parte fundamental dentro del proceso educativo, de hecho, se podría considerar como la última etapa, considerando el siguiente orden: enseñanza-aprendizaje-evaluación. La evaluación no debe ser solo con el objetivo de medir el logro de aprendizaje de los estudiantes, sino que también debe contribuir a hacer una valoración de las estrategias de enseñanza puestas en juego durante el proceso educativo; así como también distinguir entre el simple hecho de medir (calificar) y el proceso complejo de evaluar (valorar).

La medición es una expresión cuantitativa que trata de reflejar los aprendido por los estudiantes basándose en una escala de valor, es muy útil para cuestiones estadísticas, para análisis objetivos y para el establecimiento de pruebas estandarizadas. “Es la descripción numérica de un suceso o una característica. Mediante puntuaciones, categorías o calificaciones, la medición nos indica cuánto, con qué frecuencia o qué tan bien”. (Woolfolk, 2010, P. 494).

La evaluación por su parte involucra un análisis difícil de expresar a través de algún símbolo, porque representa cuestiones más generales sobre el aprendizaje de los estudiantes como las habilidades, las actitudes y los valores; va más encaminada a brindar una perspectiva general de los procesos de aprendizaje de los estudiantes y no solo de los resultados. “Las evaluaciones pueden ser formales, como los exámenes de unidades, o informales, como el hecho de observar quién desempeña el papel de líder en un grupo de trabajo”. (Woolfolk, 2010, P. 494).

Se distinguen tres tipos de evaluaciones que se llevan a cabo durante un curso:

Evaluación diagnóstica: Se realiza previo al inicio del curso y sirve para identificar los conocimientos previos de los estudiantes en relación a los contenidos próximos a trabajar; lo cual le indica al docente un punto de partida para orientar el rumbo del curso.

Evaluación formativa: Se lleva a cabo por períodos durante la instrucción y le sirve al docente para establecer una pausa y hacer un análisis de lo logrando hasta ese momento y en caso de requerirse, es la oportunidad para realizar los ajustes necesarios.

Evaluación sumativa: Se ubica al final del curso y sirve para medir los niveles de aprendizaje alcanzados, brinda un resumen de los logros. Puede tomarse como experiencia y replantear