Ficha Duelo a los dualismos

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Anne Fausto-Sterling expone que las definiciones de homosexualidad y heterosexualidad se erigieron sobre un modelo dicotómico de la masculinidad y la feminidad. Considera que, al hablar de los homosexuales, la medicina contribuyo a conformar su experiencia al proporcionar una identidad y un nombre a un gran número de personas. Aunque puntualiza que algunos autores como Boswell, reconocen que la cultura nos muestra cómo expresar nuestros deseos innatos pero no los crea en su totalidad.

La antropóloga Carol Vance distingue dos líneas de pensamiento en la aproximación sobre la naturaleza del comportamiento sexual humano: la primera asume que el sustrato de la sexualidad es universal y está biológicamente determinado, aunque no deja de subrayar la importancia de la cultura y el aprendizaje. La segunda consiste en interpretar la sexualidad enteramente en términos de construcción social. Fausto-Sterling describe que la antropología también se topó con proposiciones incorregibles (como la idea de que hay sólo dos sexos) que reflejaban los dogmas de los propios antropólogos en los primeros análisis interculturales de la desigualdad sexual. Las feministas también tienen proposiciones incorregibles, una central es suponer que todas las culturas organizan su mundo a través de una precepción de los cuerpos como masculinos o femeninos. Esta es la crítica que hace la antropóloga Oyeronke Oyewumi al feminismo europeo y norteamericano.

Sobre su preocupación de recurrir a dualismo para explicar el mundo, la autora señala que solemos empelarlos en alguna forma de argumento jerárquico. Las viejas opresiones como dualismos facilitan y abren el camino a otras nuevas. Dentro del estudio feminista la dicotomía en el término género no permite el análisis sociocultural del cuerpo, aunque algunas pensadoras como Butler han intentado realizar una descripción no dualista. Esta autora sugiere que observemos el cuerpo como un sistema que simultáneamente produce y es producido por significados sociales.

La filósofa feminista Elizabeth Grosz evoca la imagen de una banda de Möbius, en donde la cara interna estaría el cuerpo y la cultura y la experiencia en la cara externa, la pisque permitiría pasar de una y otra cara sin levantar los pies del suelo, es decir, que la mente traduce la fisiología en un sentido interno del yo, pero a medida que uno se traslada al exterior, comienza a expresarse en términos de conexiones con otros cuerpos y objetos que no forman parte del yo.

La teoría de sistemas ontogénicos niega que haya dos tipos fundamentales de procesos, uno guiado por los genes y otro por el ambiente. Como explica Oyama, esta teoría proporciona menos orientación sobre la verdad fundamental y menos conclusiones sobre lo que es inherentemente deseable, saludable, natural o inevitable. El objetivo proporcionar enfoques no sistémicos que permitan debates que no evoquen la dicotomía naturaleza-crianza.

Otro modelo que se explica en el texto es el conexionismo, que explica el funcionamiento del cerebro como un sistema de redes de respuestas no lineales, donde la información no se localiza en ninguna parte, sino más bien es el resultado neto de las diferentes conexiones y distintas intensidades. Esta teoría proporciona puntos de partida para comprender el desarrollo sexual humano, ya que las redes no son lineales pequeños cambios pueden tener grandes efectos, y una misma conducta podría tener muchas causas subyacentes.

La autora destaca como falsas dicotomías, las que entienden sexo y naturaleza como reales y género y cultura como construidos, aunque explica que son tema de otros capítulos subsecuentes, adelanta que la investigación científica que nos permite comprender la naturaleza es un proceso de construcción de conocimiento, que tiene sus propias limitaciones históricas y técnicas.

Anne Fausto-Sterling nos invita a pensar en los dualismos sobre los que se construye nuestro propio conocimiento del mundo y en qué medida podríamos como investigadores, abstraernos de ellos para reconocer otros sistemas de organización, otras experiencias más allá de las dicotomías. Aunque estas relaciones no solo afectan el proceso de investigación, sino como ocurrió con el análisis feminista, también pueden no permitir que se cierren brechas en la desigualdad de género. Aunque utiliza como ejemplos cuerpos intersexuales o la comunidad homosexual, para exponer las falacias de los dualismos, es importante no perder de vista que aun los cuerpos que podrían catalogarse como “normales” se reducen, impidiendo profundizar en la construcción del conocimiento.