Historia de la lengua española.
Enviado por Rebecca • 26 de Febrero de 2018 • 2.558 Palabras (11 Páginas) • 409 Visitas
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Propone una doble tendencia [pic 47][pic 48]
Por la realidad y la cotidianidad[pic 49]
Por lo monumental y lo aparatoso[pic 50]
Arquitectura[pic 51][pic 52]
Con un estilo decorativo de gran riqueza ornamental[pic 53]
Obras representativas[pic 54][pic 55]
Plaza mayor (Madrid) Juan Gómez de Mora[pic 56]
Torre del reloj (Santiago de Compostela) Domingo de Andrade[pic 57]
Escultura[pic 58]
Desarrollo de estatuas en madera policromada[pic 59][pic 60]
Imágenes de vestidos[pic 61]
Con exagerado realismo o con mayor serenidad en algunas escuelas[pic 62]
Obras representativas[pic 63][pic 64]
Cristo Yacente, Gregorio Fernández[pic 65]
Magdalena, Pedro de Mena[pic 66]
Pintura[pic 67][pic 68]
Realista[pic 69]
Interesados por las temáticas religiosa[pic 70]
Obras[pic 71][pic 72]
Las lanzas de diego Velázquez [pic 73]
Bodegón, francisco de Zurbarán[pic 74]
- Leer el Capítulo XIII “El español del Siglo de Oro. Cambios Lingüísticos Generales”.
- Mencionar diez ejemplos de los cambios fonéticos y los arcaísmos eliminados.
- Siglo XVI van desapareciendo las vacilaciones de timbre en las vocales no acentuadas:
Vanidad _ invernar
- Empleo excesivo de i, u:
Quiriendo _ sigún
- Algunos casos penetran en el siglo XVII:
Lición; perfición
- Siglo XVI se toleraba todavía el arcaísmo:
Fijo _ fincar
Fallar _ hallar
- Quedaron de la secular vacilación, como las duplicidades:
Falda y halda
Forma y horma
- La j desapareció, sustituida por la aspiración h.
- La conservación muy decadente de consonantes:
Dudaba _ duda
Cobdo _ codo
- Los sonidos g, j y x mantuvieron sus carácter prepalatal:
Quijo, vígitar
- El pronombre de dativo ge fuera sustituido por se:
- Los moriscos sustituían por x toda s final de sílaba.
Moxca, cáxcara
- Explicar la transformación de las consonantes (escoger por lo menos cuatro).
Transformación de las consonantes:
La confusión de b y v no sólo se extendió al castellano hablado en cualquier región de la Península o de América, sino también a las hablas dialectales.
El ensordecimiento de - s -, z y g, j, logró una extensión algo menor: el castellano todo, dialectos aragonés y leonés, el gallego, el ribagorzano y el catalán apitxat de Valencia y sus inmediaciones.
En las sibilantes, además del ensordecimiento de las sonoras, se produjeron otros cambios de articulación. La africación de ç y z se aflojó, con relación más antigua en la z que en la ç. Pero esta diferencia desapareció y en lugar de los dos fonemas quedo uno solo, articula como fricativa sorda interdental, que adquirió gradualmente el timbre de nuestra e moderna (c o z de la escritura). Este nuevo sonido está atestiguado desde el siglo XVIII.
En Sevilla y cercanías la confusión de las fricativas ápicoalveolares s y ss con z y ç, aflojadas en fricativas dentales, había empezado en el siglo XV; a poco de mediar el XVI la confusión acarreó y las fricativas ápicoalveolares fueron eliminadas. Con el ensordecimiento de la z y - s -, los cuatro fonemas originarios quedaron reducidos en la pronunciación sevillana a una sibilante única, de articulación diferente a la s y e castellanas.
En cuanto a la g, j venía sonando dz, como j inglesa o gi italiana; entre vocales y más tarde en otros casos solía pronunciarse z, fricativa, como la j portuguesa. Su correspondiente sorda era la fricativa x, que sonaba s. Tal estado de cosas cambió radicalmente: a la vez que la g, j se aflojaba y ensordecía hasta confundirse con la x, la articulación de ambos fonemas se retrayendo hacia la parte posterior de la boca, con lo que se convirtió en la fricativa velar soda x que hoy transcribimos con j. El cambio ha de atribuirse a la necesidad de evitar la confusión con las alveolares s y ss (relisión, moxca, etc.).
Al acabar el primer tercio del siglo XVII, la x se había impuesto ya, y en 1659 era el uso de la corte; el antiguo sonido palatal s quedo relegado a dialectos no castellanos.
A las diferencias que habían apuntado antes se añadieron entonces la conservación de la h aspirada, la consolidación del ceceo y seseo, y la articulación de g, j y – x como simple aspiración. Además, se documentan en Andalucía a lo largo del siglo XVI la aspiración de la - s final de sílaba (Sofonifa por Sophonisba) y la confusión de - r y - l implosivas (al6obispo, leartad); y antes de 1609 se registra también el yeísmo. El andaluz, hacia 1600, debía de poseer ya sus principales características actuales.
- Referirse a los grupos cultos de consonantes y la fonética de la frase.
Grupos cultos de consonantes:
Los vocablos tradicionales se habían deshecho al pasar del latín al español, de los grupos de consonantes: ct, gn, ks, mn, pt y otros análogos: pectus > pecho;
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