IMPORTANCIA DE LA PROGRAMACIÓN DIDÁCTICA DE LOS PROCESOS ENSEÑANZA - APRENDIZAJE.
Enviado por mondoro • 28 de Febrero de 2018 • 4.301 Palabras (18 Páginas) • 616 Visitas
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ELEMENTOS QUE SE ARTICULAN EN EL DISEÑO DE UN PROGRAMA POR OBJETIVOS.
Se dijo anteriormente que es la programación, para qué sirve, además de mencionarse algunas características que a continuación se darán a conocer a mayor profundidad, esto con el fin de entender la importancia de estos componentes para la programación.
Justificación.
La justificación, es la filosofía que impregna toda la programación. De lo que se trata en este apartado es de verbalizar aquellos principios que rigen nuestra acción así como realizar un análisis de todos aquellos factores que pueden influir en el proceso.
Objetivos.
Antes que nada, debemos plantearnos ¿qué es lo que queremos conseguir en el proceso de enseñanza – aprendizaje? Se definen en términos de capacidades, entendidas como la potencialidad que un alumno/a tiene para realizar una actividad determinada. Es necesario que estos objetivos sean claros y precisos por un lado y, por otro, suficientemente flexibles para poder adaptarlos a los distintos ritmos de aprendizaje y a la diversidad de alumnos/as que nos vamos a encontrar en clase. Los objetivos de cada unidad didáctica nos van a servir de orientación y guía para establecer los contenidos y diseñar las actividades, así como para establecer los criterios de evaluación, aspecto muy importante en una programación.
Los objetivos educativos se formulan en términos de capacidades; entendiendo por capacidad el potencial o la aptitud que posee una persona para llegar a la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades, es decir, las posibilidades que cada ser humano tiene, que puede desarrollar y que le van a permitir realizar, de forma permanente y por sí solo, aprendizajes nuevos.
Los objetivos constituyen una guía inmediata para la planificación del aprendizaje y han de formularse explícitamente. A través de los objetivos se definen las intenciones educativas con respecto a los participantes. Al mismo tiempo, proporcionan criterios de valoración del proceso y de los resultados.
Los objetivos son el referente indispensable para la evaluación del grado de los diferentes tipos de capacidades adquiridos por los participantes. Dependiendo del tipo de programación, tendremos que concretar los objetivos. Según el grado de concreción se suele hablar de objetivos generales para la Programación Didáctica y de objetivos particulares para una programación de las unidades didácticas.
Los objetivos deben ser relevantes, en la medida que reflejen lo que la institución y el docente consideran más importantes en educación, e incorporen contenidos de mayor significatividad científica, técnica, cultural y social. Además de la adquisición de información, se pueden favorecer otros tipos de aprendizajes. Es recomendable que en un programa se incluyan, en cierta proporción, objetivos relativos a:
- Asimilación de conceptos e ideas.
- Dominio de destrezas y habilidades técnico-prácticas.
- Adquisición de habilidades de pensamiento.
- Desarrollo de valores, actitudes y normas.
Los objetivos deben ser realizables, ser adecuados a las posibilidades e intereses de los alumnos, así como viables de realizarse en el tiempo y los recursos de que dispone la Institución. Considerar si el curso es teórico, técnico, práctico, o si requiere una conjugación de estos aspectos.[3]
La formulación de los objetivos permite precisar mejor, tanto al profesor como a los alumnos, sus respectivas tareas en el aula. No deben ser los objetivos una formalidad en los programas, que permanecen en el panel, en tanto que la enseñanza y el aprendizaje continúan desarrollándose en base a los tradicionales listados de temas. Expresan los resultados de aprendizaje esperados; la planeación de los objetivos exige idealmente que el docente se avoque a un proceso de revisión de su campo disciplinario, sustente sus decisiones en un profundo y sólido dominio de dicho campo.
Contenidos.
Los contenidos se pueden definir como el conjunto de saberes: hechos, conceptos, habilidades, actitudes, en torno a los cuales se organizan las actividades en el lugar de enseñanza (taller, aula, etc.). Constituyen el elemento que el profesor trabaja con los alumnos para conseguir las capacidades expresadas en los objetivos.
Los contenidos se entienden como los instrumentos que la sociedad considera útiles y necesarios para promover el desarrollo pleno e integral de los alumnos/as. Se estructuran en Conceptos, Procedimientos y Actitudes. Se entiende por conceptos el conjunto de objetos, hechos o símbolos que poseen características comunes. Implica esencialmente estrategias de aprendizaje sencillas basadas en la memorización por repetición verbal, de lo que serían conceptos y principios, que exigen al alumno una actividad cognitiva más compleja. Los procedimientos son el conjunto de acciones ordenadas y orientadas a la consecución de una meta. El aprendizaje de estas acciones no se cumple con el simple conocimiento de ellas, el alumno debe ser capaz de realizarlas. Recordamos que estamos trabajando en términos de capacidades. La actitud es la tendencia que existe a comportarse de un modo determinado. Aquí nos encontraríamos con los valores, las normas y las actitudes.
Los contenidos implican una transformación de dichos saberes a fin de incorporarlos al contexto de un programa de curso y al currículum de una carrera profesional. Esta transformación consiste en los ajustes, adaptaciones, cortes, reacomodos, que realiza el diseñador en determinadas áreas científicas, técnicas, culturales o prácticas, con el propósito de facilitar y darle un sentido (educativo, profesional, social) a su aprendizaje y enseñanza.[4]
¿Qué tipos de contenido se considera?
Saber teórico- conceptual: implica el desarrollo organizado y sistemático del conjunto de ideas, conceptos, antecedentes y teorías que permiten sustentar la investigación y comprender la perspectiva o enfoque desde el cual el investigador parte, y a través del cual interpreta sus resultados. Constituyen los ingredientes de la fundamentación. Pero no basta con los ingredientes para obtener un resultado; es necesario procesar e integrar la información con base en un esquema conceptual, por lo tanto, en la redacción de la fundamentación estos contenidos no van separados ni diferenciados, sino que
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