“IMPORTANCIA DE LAS LEGUMBRES PARA LE ECONOMÍA DEL PAÍS”
Enviado por Christopher • 28 de Noviembre de 2018 • 2.306 Palabras (10 Páginas) • 316 Visitas
...
Para Gutiérrez (citado en Sotillo, 2016) las legumbres tienen la ventaja de que pueden ser almacenadas por largos periodos sin que se estropeen, lo que garantiza ingresos a los pequeños agricultores peruanos y se evita el desperdicio o pérdidas económicas, lo que sí ocurre con frecuencia en cultivos más sensibles al paso del tiempo como las lechugas o tomates.
Visto de esta forma, podríamos afirmar que el Perú cuenta con recursos y motivos suficientes para encaminar una economía sostenible basada en la producción de leguminosas, sin embargo a pesar de ser un país que tiene como principal actividad económica a la agricultura , en las últimas décadas siguen siendo pocos los productores de semillas de leguminosas y el costo de la semilla de muchas variedades es relativamente alto, o grandes cantidades de semillas no están disponibles a cualquier precio. Se supone que si existiera una mayor demanda de semillas de leguminosas, más productores de semillas podrían entrar en el negocio, y se establecerían relaciones normales de oferta y demanda. El cultivo de leguminosas en nuestro país incorporaría a pequeños y medianos productores a un mercado internacional con productos competitivos y con valor agregado. Con estos resultados optaríamos por enfrentarnos a mercados locales , nacionales y por qué no , internacionales ; no solo producir granos de gran demanda sino también funcionales. El hombre prioriza su subsistencia alimentaria (necesidad biológica básica) a otros criterios. La preocupación de la población que pasa hambre es la cantidad de alimento; en cambio, la población en un mercado en crecimiento económico, no sólo busca el aporte energético en los alimentos (kcalorías), sino que ya prioriza la salud, la dieta, la alimentación equilibrada, la gastronomía sin olvidar el impacto ambiental y la responsabilidad social.
Partiendo de los supuestos anteriores esto no quiere decir que habrá un excedente de legumbres o una caída de la demanda; en muchos países, incluido el nuestro, la población está creciendo a un ritmo que supera al de la producción agrícola, es decir,nuestro territorio muestra que la tasa de crecimiento de la población es más raudo que la tasa de crecimiento de producción de alimentos por lo que los agricultores no pueden cultivar suficientes legumbres para satisfacer el aumento de la demanda. En estos casos, los países se ven obligados a importarlas, lo que explica por qué el comercio internacional de legumbres ha crecido mucho más rápidamente que la producción nacional. Para lograr competir en el mercado internacional es necesario obtener un producto de calidad, y el paso fundamental es partir de una semilla que desde el punto de vista genético sea pura y de alta calidad.
Entonces hacer hincapié en un trabajo de investigación permanente y trabajar en el desarrollo de legumbres que puedan crecer a temperaturas y climas no habituales es vital; puesto que se busca suministrar a una población con productos de larga conservación, de buena calidad alimenticia y a su vez aportar ingresos adicionales al venderse y comercializarse. Las leguminosas por su relativo bajo costo son alimentos importantes, particularmente en países en vías de desarrollo como el nuestro, donde ellas representan una importante fuente económica debido a que al ser cultivos de alto valor pueden llegar a alcanzar precios de 2 a 3 veces más altos que los cereales, y es que según datos de la ONU señalan que alrededor de 62 millones de toneladas de legumbres se producen en el mundo, de los cuales 11 millones son objeto de comercio internacional.
Es por ello que a través de las innovaciones tecnológicas, se desarrollan nuevos productos que persiguen la calidad y seguridad alimentaria; sin embargo la tecnología no garantiza la eficiencia de una cadena sostenible, es necesario contar con mano de obra calificada lo cual reduciría la pobreza a través de la generación de empleo en las comunidades campesinas vinculadas con estos cultivos.
En pueblos pequeños, es muy frecuente advertir el consumo masivo de leguminosas como frijoles, pallares, lentejas, garbanzos, tarwi, ñuña, entre otros. En consecuencia impulsar la Industria de estos granos y estar al tanto de los últimos avances en desarrollo tecnológico, nuevos procesos, sistemas y aplicaciones para el procesamiento y comercialización de alimentos no es una opción, es una elección. Nuestro país goza de tierras fértiles y adecuadas para la producción de legumbres puesto que económicamente representan una oportunidad de crecimiento, puesto que desde la siembra hasta la distribución en los mercados existen formas de crear puestos de trabajo para muchos peruanos.
Promover y facilitar el diálogo multisectorial a niveles inter regional y nacional, sobre problemas, oportunidades y desafíos en la cadena de valor para lograr concertación y acción estratégica conjunta para elevar su nivel competitivo es crucial para encaminarnos hacia la construcción de sistemas agroalimentarios eficientes e inclusivos en búsqueda de una agricultura orgánica y de conservación donde se respalden sistemas integrales de cultivos que contribuyan al usos sostenible de agua y agricultura de precisión.
No olvidemos que el consumo de leguminosas es una de las múltiples formas de combatir el problema del hambre y aliviar la pobreza en nuestro país y el aumento de la inversión en la agricultura es crucial para erradicarlas. Sin duda que el desafío de la cadena es integrar procesos de valor agregado que nos dé la oportunidad de diferenciarnos en el mercado, generar fuentes de trabajo e incrementar el ingreso de divisas al país. Una oportunidad para que las medianas y pequeñas empresas midan su desempeño en el sector y demuestren su apuesta por innovar, diferenciarse, exportar y en definitiva, crecer, respetando los requisitos de calidad, inocuidad responsabilidad social y ambiental que todo consumidor requiere y espera de manera tácita. Las políticas son fundamentales para incorporar las legumbres en la región. La estrategia no sólo debe basarse en incentivos para los productores, sino que debe ser integral y estar orientada geográficamente, teniendo en cuenta las diferencias entre regiones. Además, las políticas deben procurar promover prácticas agroecológicas y ampliar su enfoque más allá del aumento de la producción y el consumo.
Finalmente con la generación de ingresos, mejoramiento del empleo y equidad de género a través de la articulación productiva en la cadena de valor de granos andinos. Mejora significativa de la productividad y fomento del consumo de leguminosas y otros granos andinos como patrimonio agroalimentario andino.
BIBLIOGRAFÍA
Budiman, H.,
...