Introducción preliminar a los conceptos fundamentales de la interacción humana

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A partir del siglo XVI se enriquece y profundiza la noción del “Iusnaturalismo” o la Teoría de los Derechos Naturales, por el cual se reconoce que el hombre tiene “derechos” que son inalienables desde el comienzo de la vida.

- La Acción del hombre en sociedad: de “axiomas” y “teoremas”

El punto de partida de nuestro razonamiento no es el simple “comportamiento” sino la “acción” o, para usar un concepto redundante, “acción racional humana”. La “acción humana”, a secas, es comportamiento consciente de parte del ser humano (conceptualmente puede distinguirse en forma definida de la actividad inconsciente). Como sujeto pensante y actuante, el hombre capta el concepto de acción. Al captar este concepto, simultáneamente, capta los conceptos estrechamente vinculados de valor, riqueza, intercambio, precios y costos. Todos están necesariamente implícitos en el concepto de acción y, junto con ellos, el concepto de escala valorativa, importancia relativa, escasez, abundancia, ventaja, desventaja, éxito, ganancia y pérdida.

Cabe aclarar un concepto adicional que supondremos implícito en la idea de “acción humana”: la racionalidad. El ser humano a diferencia de otras especies es “racional”, entendiendo ello que el hombre emplea medios para alcanzar uno o más fines, sin importar el significado de los medios. Así, si el hombre, por ejemplo, bailara para invocar a los dioses de la lluvia, siendo esta una decisión racional porque considera que a través de determinados medios (baile) se producirá lluvia (fin); y no es todo

El prerrequisito general de la acción es el estado de insatisfacción por un lado y, por otro, la posibilidad de remover o aliviar esta situación a través de la acción (satisfacción perfecta significa la ausencia de todo estímulo al cambio y a la acción: éstos son atributos del ser perfecto. Esto, sin embargo, está más allá de la capacidad del ser humano. El ser perfecto no actúa).Por lo tanto:

“La acción humana implica pasar de una situación desfavorable, a otra que proporcione mayor bienestar.”

Para ello, el ser humano: opta, prefiere, elige, selecciona entre distintos medios para alcanzar dicho fin (aunque los fines también pueden ser diversos, según la persona). Por lo tanto podemos decir que la “acción humana” es propósito deliberado.

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El ser humano busca superar la escasez, que es su condición natural si no actuara. Si buscará la abundancia o no es otra cosa, algunos quieren tener bienes y servicios abundantes, otros prefieren simplemente resolver ciertas necesidades pero sin llegar (necesariamente) a la abundancia de bienes y servicios

Para que la acción humana se concrete procede a reportar determinados comportamientos que él, estima, lo llevarán a la meta pretendida. De esta manera, podemos encontrar los siguientes comportamientos en el hombre:

- Interés personal: incluso la persona más altruista presenta rasgos particulares de interés qué, para opinión de algunos, pueden ser “egoístas” pero que, sin embargo, son propias del hombre como individuo, o miembro individual, de la sociedad.

- Libre albedrío: la condición humana se caracteriza por el libre albedrío, esto es por el propósito deliberado, por la capacidad de elección; en otros términos, por la libertad que diferencia al hombre de todas las especies conocidas. Ese espacio de libertad permite que cada cual se encamine hacia sus proyectos de vida personales sin la interferencia prepotente de otros. Esa es, por otra parte, la definición de libertad: ausencia de coacción por parte de otros hombres. Por lo tanto, el libre albedrío implica “acción” por un lado, “y” “contención” por el otro. Asimismo, la libertad es indivisible, no es posible tener libertad para algunas cosas y no para otras, así como implica un alto grado de responsabilidad sobre la disposición de respetar la libertad de otra persona.

- Incertidumbre: no hay forma de conocer lo que sucederá en lo inmediato, se puede “estimar” pero jamás predecir. El conocimiento se encuentra disperso, extendido y fragmentado entre las miles de millones de personas que viven e interactúan en la sociedad humana. Es por ello, que resulta tan enriquecedora la interacción humana, porque permite al hombre completar un poco más del “puzle” que significan las relaciones entre las cosas, los hechos y las relaciones humanas. El individuo posee tan sólo unos “átomos” o “bits” de la información que se genera y transmite globalmente a nivel social, pero que paradójicamente sólo él posee, es decir, sólo él conoce e interpreta de forma consciente.

- Especulación: El estudiante universitario especula con recibir su título. El que se acuesta a la noche -si no es un suicida- está especulando con amanecer con vida. El que viaja está especulando con llegar a destino y, entre muchos otros casos, el que vende un bien en el mercado está especulando con obtener una ganancia monetaria. Especular quiere decir que, ex ante, el sujeto actuante estima que pasará de una situación menos satisfactoria a una que le proporcione mayor satisfacción. Por eso actúa. De más está decir que el significado de “satisfacción” es puramente subjetivo: el que entrega todo su patrimonio a los pobres lo hace porque, dadas las circunstancias imperantes y dada su jerarquía de valores, estima que ese acto le proporcionará satisfacción. El que reza especula con la vida eterna y el que asalta un banco especula con que podrá apoderarse del botín. Los fines podrán ser sublimes o reprobables pero los ingredientes que están presentes en la acción son siempre los mismos.

- Preferencia temporal: por la incertidumbre en la que se desenvuelve el hombre, el presente es sumamente valorado y representa un momento clave en la acción. Siendo que el pasado es historia y sólo quedan restos en la memoria, el futuro es inalcanzable al conocimiento, sólo queda el presente como forma de superar el estado de insatisfacción a través de la acción. De ello da cuenta algunos dichos populares como “más vale pájaro en mano que cien volando” o “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. Cada uno de ellos, representa una minúscula prueba del que el ser humano “vive el hoy” y reserva para mañana, pero sólo eso: reserva, ya que la acción es actual.

Lectura adicional: Preferencia temporal

La preferencia temporal implica que:

El ser humano valora el presente y el futuro de diferente manera.

No