LA EVALUACIÓN: UN RASGO IMPORTANTE DEL PROCESO ENSEÑANZA – APRENDIZAJE

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Al concluir un periodo se recomienda evaluar los tipos y grados de aprendizaje adquirido durante el proceso de enseñanza – aprendizaje, para comprobar si la dinámica de trabajo empleada en el aula por el profesor fue viable, de no ser así es necesario buscar la forma de que el alumno se interese más por la clase.

Como podemos observar, la evaluación a pesar de ser aplicada directamente al alumno, interviene de forma indirecta en la evaluación del profesor, ya que por medio de los resultados obtenidos nos podemos dar cuenta qué tan acertada fue la participación de éste en proceso de enseñanza – aprendizaje.

Se debe evaluar observando, registrando e interpretando las respuestas y comportamientos de los alumnos a preguntas y situaciones que exigen la utilización de los contenidos aprendidos. De esta forma el aprendizaje será más significativo porque los alumnos sabrán la utilidad que éste tiene en su vida.

¿En qué momento se debe evaluar? Como ya se ha mencionado, para que la evaluación sea utilizada de forma correcta debe ser continua y sistemática; es decir, no debe limitarse a la hora del examen y se debe realizar de acuerdo a planes y criterios establecidos. Éstos pueden ser determinados por el profesor, los alumnos o ambos, ésta última es la más adecuada porque permite la interacción entre docente y educando.

En la evaluación existen dos enfoques que permiten la medición y apreciación de los resultados del aprendizaje estudiantil; el primero se utiliza si los propósitos que orientan un proceso educativo son de índole formativo, denominado evaluación referida a criterios o edumétrica. Por el contrario, si el proceso educativo es selectivo, la evaluación psicométrica o por normas será la más adecuada.

Después de conocer éstos aspectos, podemos decir que la importancia de la evaluación radica en que el profesor la aplique de forma continua y permanente para conocer las habilidades y deficiencias, tanto de los alumnos como las suyas.

Se deben tomar en cuenta los resultados obtenidos para aplicar dinámicas que motiven a los alumnos a mejorar su desempeño académico, teniendo presente factores como: los sociales, económicos y afectivos.

Es de suma importancia cambiar el concepto de evaluación que se tiene, ya que cuando escuchamos hablar de ésta, lo primero que nos viene a la mente es una hoja con difíciles pruebas de difícil comprensión, cuya finalidad es la de seleccionar a los mejores. Cuando la verdadera función de una evaluación es conocer las habilidades y deficiencias del niño, el profesor o la escuela, para así crear propuestas que permitan otorgar una educación de calidad.

Por eso es nuestra labor como futuros docentes saber y dar a conocer a los alumnos y padres de familia qué es la evaluación y para qué sirve. Y lo más importante crearnos una mentalidad en la que evaluar sea visto como un aspecto positivo que nos permite crecer como personas, ya que así podemos observar las habilidades y deficiencias tanto en la escuela que estemos laborando como la de nuestros alumnos y la de nosotros mismos como profesores. Y así crear propuestas para poder otorgar una educación integral y no verla como algo negativo o perjudicial.

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FUENTES DE CONSULTA:

Rodríguez, T. (2006) Evaluación de aprendizajes. Editorial CCS. Madrid.

SANTIBÁÑEZ, J. (2001) Manual para la evaluación del aprendizaje estudiantil. Editorial Trillas. México.

SEP1, (2011) Plan de estudios 2011. Educación Básica. México.

SEP2, (2011) Programas de estudio 2011. Segundo grado. Educación Básica. México.