LA FE DEL PECADO Y EL DESTINO DE LA VIRTUD
Enviado por Albert • 11 de Abril de 2018 • 1.041 Palabras (5 Páginas) • 296 Visitas
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Pero, San Agustín que recitaba la frase “Cree para que entiendas y entiende para que creas”, con esta afirmaba que la fe estaba unida a la racionalidad de cada persona, evitando caer en el fideísmo que no piensa, ni en el racionalismo que no cree. Esto nos pasa en nuestro mundo, hay quien se esfuerza con la fe sin la razón y se cansa. Por ejemplo, en el campo de la moral no consigue superar con voluntad ciertas luchas, y le pasa como al zorro de la fábula con las uvas después de mucho saltar: "¡bah, están verdes!", y abandona la lucha con cierto resentimiento. Así, algunos acaban diciendo que los mandamientos son demasiado difíciles, o ellos son malos y no pueden cumplirlos. El camino contrario, el racionalismo, nos dice que la razón puede inventarse cualquier cuento si la apartamos de la fe (tomo el ejemplo de Tomás Trigo).
Las dos alas son necesarias para volar: fe y pensar. La fe se apoya en la revelación, que está en la Iglesia, por la que tenemos también las Escrituras, la Palabra de Dios siempre viva. La fe no puede ir en contra de la razón. No hay una verdad religiosa y una científica. Es lógico que haya una sola verdad. Dice Tomás Melendo que tanto razón como fe usan una potencia espiritual para pensar, la inteligencia. No piensa la fe con otra cosa. Es un complemento, un modo más alto de pensar, como las gafas dan más capacidad a una vista que no alcanza por el defecto de visión. Pero si algo parece incompatible, entre fe y razón, por ejemplo en la creación y los siete días, es que no miramos bien. "Dios no quiere hacernos científicos -nos dice Agustín- sino enseñarnos las verdades de la creación", luego deja a nuestra ciencia los modos de penetrar esos misterios. El error será si un lenguaje mítico lo tomamos como algo literal.
Agustín escuchó a la fe, pero no exaltó menos a la razón: "cree para que entiendas, y entiende para que creas", la razón es importante porque es quien demuestra "a quién hay que creer". Por lo tanto, "también la fe tiene sus ojos propios, con los cuales ve de alguna manera que es verdadero lo que todavía no ve". Y señala que "la fe que no sea pensada no es fe".
En conclusión, la fe es algo natural en el hombre y fundamental en la sociedad, es en sus actos, en su destino al morir y en muchos otros aspectos de la obra y de la época, donde se expresa la fe verdadera por medio de las cosas que hagamos en vida y su carácter moral, es por ello que se ha mantenido por todo el mundo como una hegemonía sin límites del hombre, viéndose así como el arte de creer y hacer las cosas bien.
Referencias :
- La divina comedia de dante
- Obras de santo tomas de Aquino y san Agustín
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