LA INCIDENCIA DE LA INTENSIDAD HORARIA DE LA EDUCACIÓN ÉTICA EN EL NIVEL DE LA EDUCACIÓN BÁSICA

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El docente durante ese tiempo que dispone en el aula, esa hora semanal que tiene para hablarles a los estudiantes de ética, debe aprovechar para salirse un poco de los estándares, debe hacer lo que no puede hacer mientras dicta la clase de su materia en especial, es ahí en ese momento, en esa ratico que se les dio por ajustarles el horario laboral, donde deben romper con la monotonía y soltar todo el discurso pedagógico, lo aprendido en la universidad, hacer lo que tanto querían, cambiar la educación hacerle una crítica y romper con esa educación bancaria que nos habla paulo Freire.

“En la concepción bancaria de la educación, el saber se piensa como si fuera un alimento que el educador va introduciendo en los educandos en una especie de tratamiento que engorda”

Esta educación bancaria que lo que pretende es crear sujetos que no piensen, que no critiquen, a lo sumo querrán personas que solo razonen y que acepten el mundo tal cual está que no busquen cambiar el mundo, solo preparan personas para el trabajo. Entonces la educación bancaria va en contra de la educación que buscan los docentes que se dicen estar en el gremio por “vocación”, los que dicen amar la educación. Lo que les pido que traten de hacer, así sea en la hora que dictan ética, es buscar la educación liberadora.

“Educación liberadora, aquella entendida como praxis, reflexión y acción del ser humano sobre el mundo para transformarlo. Aquella con base en el diálogo, que no da recetas ni dogmas, sino que problematiza”.

Por lo tanto las instituciones deberían darle autonomía a los docentes para que elijan teniendo en cuenta su ética profesional los temas a tratar en ese curso, que sean independientes en la forma de administrar esa hora, como manejan la materia, si es necesario trabajar durante todo el año una solo problemática, pero que se cumpla, si es que lo tiene, el verdadero fin de la educación que en resumidas cuentas es el mismo fin de la ética, crear conciencia social y originar ese pensamiento crítico en los estudiantes.

REFLEXIONES FINALES:

En lo personal creo que la intensidad horaria que tienen la enseñanza de la ética en la educación básica es ridícula en comparación con la enseñanza de las otras ciencias, lo que nos confirma que el modelo actual de “educación” no le da importancia a esta enseñanza, no le da importancia porque no le conviene, entonces no nos sorprendemos cuando la enseñanza de estas materias humanas como son ética, religión, artes E.T.C desaparezcan y la una de las maneras de evitar que esto ocurra es que los docentes le saquen el máximo provecho a lo poquito que tienen, en el tiempo que tienen frente a los estudiantes se pueden cumplir estos objetivos, dejarles esa semilla, esa pregunta que los incomode y los lleve a consultar a investigar y a hacer otras preguntas que incomoden a los demás también, que los saquen de esa “zona de confort” que no solo estén pendientes del trabajo, del dinero y las cosas materiales que solo sirven de distractores, en resumidas cuentas, que los haga pensar.

Referencias

Martínez Navarro, E (2010). Ética profesional de los profesores. Urduliz: RGM, S.A.

Guichout Reina, V (2003). Docencia y compromiso socio-político. El legado pedagógico de pablo Freire.

Freire, P (1967). La educación como práctica de la libertad, Siglo XXI, Madrid, 7a ed.1986.

Hortal Alonso, A. Ética profesional de los profesores y maestros. Universidad Pontificia Comillas Madrid.

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