LA INGESTIÓN DE LACTUCA SATIVA Y SU EFECTO EN LA CONCILIACION DEL SUEÑO.

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En este orden de ideas, es importante resaltar que las necesidades de sueño varían según la edad. Así por ejemplo, el niño recién nacido duerme casi todo el día, con una proporción próxima al 50 por ciento del denominado sueño activo, que es el equivalente del sueño MOR (movimientos oculares rápidos). A la edad de 1-3 años el niño ya sólo duerme una o dos siestas. Entre los 4-5 años y la adolescencia los niños son hiper vigilantes, muy pocos duermen siesta pero tienen un sueño nocturno de 9-10 horas bien estructurado en 5 ciclos o más. En los individuos jóvenes reaparece en muchos casos la necesidad fisiológica de una siesta a mitad del día. La necesidad de sueño en un adulto puede oscilar entre 5 y 9 horas. Asimismo, varía notablemente el horario de sueño entre noctámbulos y madrugadores. En épocas de mucha actividad intelectual o de crecimiento puede aumentar la necesidad de sueño.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que no sólo es importante la cantidad de horas de sueño que se duerma diariamente, sino también la calidad del sueño, porque no es lo mismo dormir profundamente 8 horas que dormir a saltos y ligeramente en esas 8 horas. Es Necesario un sueño prolongado para que el cuerpo restaure todas sus funciones para volver a activarse al otro día.

En especial en los adolescentes, quienes necesitan dormir entre ocho y nueve horas cada noche, así lo han evidenciado estudios que han permitido constatar que durante la adolescencia el ritmo circadiano del cuerpo (una especie de reloj biológico interno) experimenta un reajuste temporal, indicándoles a los jóvenes que se duerman y se despierten más tarde. Este cambio en el ritmo circadiano podría deberse al hecho de que la melatonina, una hormona del cerebro, se produce más tarde por la noche en los adolescentes en comparación con los niños y los adultos. Esto puede dificultar que los adolescentes concilien el sueño temprano por las noches.

Evidentemente, que estos cambios en el ritmo circadiano coinciden con una etapa en que los adolescentes están más ocupados de lo que lo habían estado en su vida. Para la mayoría de los jóvenes, la presión de rendir en los estudios es mucho mayor que la que tenían durante la infancia y es más difícil aprobar sin estudiar muchas horas. Además los jóvenes también tienen otras ocupaciones que les llevan tiempo: desde las actividades extraacadémicas, deportivas y de otro tipo, hasta los trabajos a media jornada para ahorrar dinero para la universidad, por lo que deberían dormir la jornada completa.

No obstante, en la actualidad los adolescentes tienen problemas para dormir la cantidad horas recomendadas. Ellos señalan que pareciera que sufren de insomnio, que es un trastorno del sueño que consiste en la incapacidad o dificultad para dormir, ya sea conciliar el sueño, despertar durante la noche o despertar durante la madrugada sin lograr conciliar el sueño posteriormente, tal como lo señala el instituto neuropsiquiatrico de Chile, cuando lo define como un mal que afecta a un bajo porcentaje de la población mundial y la mayoría de las personas que sufren de insomnio no reciben tratamiento.

A nivel mundial, la prevalencia del insomnio es alta cada año alrededor de un tercio de la población como mínimo un síntoma de insomnio, más o menos el 20% sufre insomnio crónico más de tres veces por semana lo que afecta notablemente su actividad diurna.

En Venezuela el insomnio según el médico psiquiatra Carlos Azualde, “se presenta en 10% y 15% de la población adulta y es la segunda queja en pacientes, después del dólar”. Asimismo, en un artículo publicado por Rodríguez en el diario Panorama, en Febrero de 2011, señaló que en entrevistas realizadas a los adolescentes de un instituto de educación media, manifestaron que se acuestan tarde viendo televisión y se levantan temprano para ir a clase, por lo que en promedio duermen aproximadamente de cinco a seis horas cada noche.

La situación en el Colegio Monseñor Castro, no escapa a esta realidad donde según entrevistas informales a adolescentes que estudian en dicha institución señalaron que les cuesta mucho dormirse temprano para poder levantarse temprano.

Varios son los determinantes de este trastorno de sueño, entre los que se pueden señalar factores como el estrés, la elevada activación del organismo o la depresión son relevantes. En la actualidad, es frecuente la prescripción de fármacos para el tratamiento a corto plazo del insomnio, sin embargo consideran que el tratamiento farmacológico no constituye una solución adecuada a mediano y largo plazo.

Es por eso que se acude a tratamiento con medicina natural o alimentos que pudieran contribuir a conciliar el sueño sin que se afecte ningún otro órgano del cuerpo, tal como la ingestión de la Lactuca Savita (lechuga) como alimento del reino vegetal que aporta los nutrientes que tienen la cualidad de poseer efectos sedantes y tranquilizantes, por lo tanto calma los nervios, alivia las palpitaciones y controla los problemas de insomnio. Así lo corrobora (Rojas (2010) cuando acota que a la lechuga se le atribuyen también propiedades anestésicas, sedantes y somníferas debido a la presencia de sustancias que se encuentran en el látex de la lechuga silvestre. Por todo lo antes expuesto, cabe formularse las siguientes interrogantes:

¿Concilian el sueño los alumnos de quinto año del Colegio Monseñor Castro. Año 2014?

¿Ingieren lechuga los alumnos de quinto año del Colegio Monseñor Castro. Año 2014?

¿Afecta la Ingesta de lechuga la conciliación del sueño de los alumnos de quinto año del Colegio Monseñor Castro. Año 2014?

Responder a estas interrogantes es el propósito de esta investigación explicativa que se desarrollará bajo un diseño cuasiexperimental.

1.2 Objetivos de la Investigación

1.2.1 Objetivo General

Determinar el efecto de la ingesta de lechuga en la conciliación del sueño de los alumnos de quinto año del Colegio Monseñor Castro. Año 2014

1.2.2 Objetivos Específicos

Aplicar un pretest sobre la conciliación del sueño a los alumnos de quinto año del Colegio Monseñor Castro. Año 2014.

Facilitar la ingesta de lechuga durante una semana a un grupo experimental de alumnos de quinto año del Colegio Monseñor Castro Año 2014, con problemas para conciliar el sueño.

Aplicar un post test