LINEAMIENTOS DE PLANIFICACION TRIBUTARIA DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA PARA EL CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES FISCALES EN LA EMPRESA AGROSERVICIOS HP. BARQUISIMETO
Enviado por Ninoka • 8 de Noviembre de 2018 • 15.154 Palabras (61 Páginas) • 670 Visitas
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En este escenario las pequeñas y medianas industrias suelen verse afectadas ya que en ocasiones no cuentan con los recursos para poder integrarse a ese mercado competitivo y a responder ante los fenómenos económicos presentes en un determinado momento.
Tomando en cuenta lo anterior, la gestión de estas pequeñas y medianas industrias es buscar a través de personas tales como directores, gerentes, productores, consultores y expertos el mejorar la productividad, así como la competitividad del negocio, donde una óptima gestión no busca solo hacer las cosas mejor, lo más importante es hacerlas correctas, en este sentido es necesario el éxito o mejor resultado de la gestión, la cual se trata sobre una buena planificación y organización a partir de la importancia que estos elementos tienen en relación con el buen funcionamiento.
Es así como la planificación tributaria, se convierte en un proceso administrativo contable coordinado, proporcionando un marco útil para la toma de decisiones, a lo cual expone Sallenave (2005), que se refiere al proceso por el cual los gerentes ordenan sus objetivos y acciones en el tiempo predeterminado y correcto.
Por tanto las empresas invierten recursos en sistemas de información y en la formación del talento humano para llevar a cabo sus actividades y lograr un desempeño excelente enmarcado dentro de los regímenes legales. Aunado a esto también estas deben cumplir con sus obligaciones tributarias contribuyendo así con el gasto público lo cual corresponde por mandato constitucional, es decir, colaborar con el Estado a que este cumpla con su esencia como lo es la satisfacción de las necesidades colectivas de sus ciudadanos
De lo anterior se desprende la necesidad de planificación de los diferentes entes económicos, entiéndase bien el estado y las unidades productivas, las cuales actúan con el objeto de generar renta. Esto quiere decir; el control sobre cada una de las acciones que ejecutan los entes económicos en determinados territorios. Todo este devenir proviene de la creación de la norma, un Estado sin norma es la pura esencia de un Estado anárquico. Es por ello, que las disposiciones legales que regulan los tributos que conforman el sistema tributario venezolano, han sido modificadas y reformadas en la medida que las condiciones económicas de Venezuela lo amerita convirtiéndose en uno de los tributos cuyo objetivo es gravar la renta o el enriquecimiento percibido por los contribuyentes de las diversas actividades que estos puedan ejercer.
En tal sentido, Venezuela ha presentado en estos últimos tiempos una decadencia acelerada en sus actividades económicas, pese a que por mucho tiempo se ha pensado que es inmensamente rico, pero la verdad es que un país no es rico por lo que tiene, sino por lo que produce. Un país rico es un país donde el valor se puede crear fácilmente, donde las instituciones permiten que cada emprendimiento tenga sus frutos y todos los implicados puedan gozar de sus beneficios sin ningún tipo de traba.
En su momento, Venezuela tuvo una época en que fue un país verdaderamente rico durante los 50, donde su producto interno bruto quedo en cuarto lugar a nivel mundial gracias a políticas liberales en materias económicas y a un auge de inmigración capacitada proveniente de Europa, Venezuela pudo gozar de un milagro económico desde 1920 hasta 1960.
A partir de 1958, con el regreso de la democracia, el juego empezó a cambiar gradualmente. La época de 1958 hasta 1998 fue conocida por el consenso social demócrata del Pacto de Punto Fijo, donde el estado fue el principal impulsor en la economía y el sector privado era un elemento secundario sacando provecho de la bonanza petrolera de la época de la “Venezuela Saudita” en los 70, el Estado venezolano desempeñó un papel sin precedentes en la economía a través de su nacionalización del petróleo e intervención económica en diversos sectores. Con la creencia de que la renta petrolera y la redistribución de dicha renta a través del Estado podían abastecer el país para siempre y podía brindar todo tipo de empleo el Estado venezolano se convirtió en el amo de la economía venezolana.
Como resultado, la estatización de la industria petrolera en los 70 generó incentivos nefastos, los cuales dieron inicio al deterioro lento y gradual de la economía venezolana. Durante las bonanzas petroleras lo único que se hacia era despilfarrar ingresos petroleros en proyectos faraónicos y prestaciones sociales, a la vez corrompiendo las instituciones gracias al inmenso flujo de petrodólares en la economía venezolana. Luego, las realidades económicas se manifestaban en situaciones de quiebra (cuando el precio del petróleo se desplomaba).
Con las “fuerzas productivas básicas de la economía” en las manos del Estado venezolano, los gobiernos se convirtieron cada vez más socialistas y paternalistas, desvirtuando instituciones y estableciendo un sistema clientelista centrado en un capitalismo de entre amigos en vez de un sistema de libre competencia y pocas barreras de entrada. Naturalmente, dichos acontecimientos llevaron a Venezuela a varias crisis económicas y sociales –la devaluación del bolívar en 1983, El Caracazo, entre otras que socavaron la institucionalidad de que desde el principio parecía un castillo de naipe pero que terminaron en un declive económico que se muestra en su producto interno bruto, como consecuencia de esto surgen las necesidades que se han presentado en el sector interno, el Estado Venezolano ha cambiado la óptica de obtención de fuentes de ingresos con el incremento; bien de tipos de impuesto, alícuotas a los fines de brindar mejor estructura al presupuesto de la nación cuyo fin es de carácter social.
El tamaño de la economía venezolana, de aproximadamente 135 mil millones de dólares en 2005, representa alrededor de un 5% del tamaño de la economía de América Latina y el Caribe (ALC), ésta con un PIB global de un poco más de 2 billones de dólares. La economía venezolana sólo está por detrás de México, cuyo PIB representa alrededor de 35% del PIB de ALC, de Brasil (30% del PIB de ALC) y de Argentina (7,5% del PIB de ALC), lo cual la sitúa junto con Chile y Colombia entre las seis economías de mayor tamaño de la región, aseguró a BBC Mundo Francisco Monaldi, experto en política energética de la Universidad de Rice, en Houston, Estados Unidos.
Venezuela es un país que hasta finales de los años setenta del siglo XX exhibió una entre mediana y alta tasa de crecimiento de su PIB. Si se toma el período que comprende prácticamente todo el siglo XX (1900-96) en el que se comprueba que la tasa anual de crecimiento de la economía venezolana se situó en alrededor de 5,9%,
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