LOS ALIMENTOS TRANSGÉNICOS. ENSAYO
Enviado por Antonio • 16 de Diciembre de 2017 • 2.075 Palabras (9 Páginas) • 517 Visitas
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las especies para uso del hombre, acompaña a la humanidad desde sus orígenes (ver domesticación), por lo que los sectores a favor de la biotecnología esgrimen estudios científicos para sustentar sus posturas, y acusan a los sectores anti-transgénicos de ocultar o ignorar hechos frente al público. Por su parte, los científicos resaltan que el peligro para la salud se ha estudiado pormenorizadamente en todos y cada uno de este tipo de productos que hasta la fecha han obtenido el permiso de comercialización y que sin duda, son los que han pasado por un mayor número de controles. La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés) por su parte indica con respecto a los transgénicos cuya finalidad es la alimentación: Hasta la fecha, los países en los que se han introducido cultivos transgénicos en los campos no han observado daños notables para la salud o el medio ambiente. Además, los granjeros usan menos pesticidas o pesticidas menos tóxicos, reduciendo así la contaminación de los suministros de agua y los daños sobre la salud de los trabajadores, permitiendo también la vuelta a los campos de los insectos benéficos. Algunas de las preocupaciones relacionadas con el flujo de genes y la resistencia de plagas se han abordado gracias a nuevas técnicas de ingeniería genética.
*Consecuencias*
En la actualidad casi cualquier alimento puede ser genéticamente modificado, lo que significa que estos pueden formar parte de una dieta regular aún sin tener conocimiento de su origen, por ello la importancia de conocer algunas consecuencias de su consumo, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, como:
1. Intoxicación. Además de generar una reacción que puede ser simple como una intoxicación, los alimentos transgénicos pueden causar alergias como resultado de su consumo frecuente.
2. Resistencia a medicamentos. Debido a la transferencia de la resistencia a antibióticos, por el consumo de OGM que contienen marcadores genéticos con resistencia a antibióticos, algunos medicamentos dejan de tener su efecto sobre determinadas enfermedades infecciosas.
3. Envenenamiento. Mayores residuos de agroquímicos en los alimentos, diseñados para resistir un empleo mayor de químicos, suelen contener pesticidas y otros productos, los cuales han sido relacionados con enfermedades crónicas, como el cáncer, según especialistas de la Universidad de Chicago.
4. Mutaciones genéticas. La recombinación de virus y bacterias en los alimentos transgénicos, potencialmente podrían dar origen a nuevas enfermedades o cepas más patógenas de algunas enfermedades como las gastrointestinales.
5. Daño al hígado. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Food and Chemical Toxicology, aplicado a ratas, el consumo frecuente durante dos años de alimentos transgénicos pueden dar lugar a daño hepático, además de un mayor riesgo de tumoraciones.
*Causas*
En los últimos tiempos la manipulación genética de los organismos vivos ha pasado de ser una historia de ciencia ficción a convertirse, literalmente, en el pan nuestro de cada día. En sólo dos años hemos asistido -con cierta impotencia- a la entrada masiva de las primeras cosechas de cultivos manipulados genéticamente a nuestros privilegiados mercados europeos, y a la siembra de las primeras variedades de maíz transgénicas en nuestros campos. La nueva tecnología genética se nos "vende" como LA tecnología "del futuro", pero se nos impone, HOY, sin haber dado tiempo al tiempo para evaluar sus peligros, y sin siquiera darnos opción a opinar. ¿Qué hay de cierto en las grandes promesas de la industria sobre cultivos milagrosos, alimentos más sanos, y cuidado del medio? .La cruda realidad es que los alimentos manipulados genéticamente no son más baratos, ni más sanos, ni solucionan los grandes problemas de la humanidad. Muy al contrario, la práctica totalidad de los nuevos cultivos han sido diseñados exclusivamente con el objetivo de aumentar las ganancias y el control del mercado mundial de alimentos por la industria agroquímica transnacional, que controla el gran negocio mundial de los herbicidas y plaguicidas químicos, y que recientemente se ha fusionado con las grandes casas mundiales de semillas. Una abrumadora proporción de la superficie de cultivos manipulados genéticamente se dedica a variedades tolerantes a los herbicidas, que se venden en un "paquete" que obliga a la utilización de determinados herbicidas, aumentando la dependencia del agricultor y asegurando con ello a la industria un lucrativo negocio, al tiempo que se continua envenenando el medio ambiente y nuestra salud.Le siguen en importancia las variedades insecticidas. El cultivo de estas variedades a gran escala puede tener unas gravísimas repercusiones en los ecosistemas, al afectar a especies beneficiosas, como los insectos que transportan el polen de una planta a otra, o a insectos que se alimentan de las plagas y que suponen una forma natural de control de las mismas, así como a organismos del suelo (bacterias, hongos, gusanos….) que son imprescindibles para su fertilidad. Sin embargo, en la carrera de la industria biotecnológica por acaparar mercados estas cuestiones apenas han sido estudiadas, y nuestros campos se están convirtiendo en ensayos experimentales a gran escala, sin tener en cuenta que si algo "sale mal", no nos será posible controlar la "contaminación biológica" que estamos provocando. Y se pretende también que los consumidores seamos conejillos de indias de este increíble experimento, ya que los riesgos para la salud humana de los alimentos transgénicos no han sido evaluados suficientemente, y a medida que la investigación avanza surgen mayores dudas en cuanto a sus peligros para la salud. La manipulación genética puede alterar el comportamiento de una planta, provocando la formación de compuestos totalmente nuevos, o la acumulación de sustancias dañinas para la salud. Además, el uso de virus y bacterias "mutilados" en los procesos de manipulación genética de organismos vivos está al orden del día, sin que se hayan podido descartar los riesgos que esto entraña para nuestra salud. Por otra parte, las células de una mayoría de los cultivos transgénicos son portadoras de genes que proporcionan resistencia a los antibióticos, y que pueden propagarse a bacterias patógenas, agravando el problema mundial de la lucha contra las enfermedades infecciosas.
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