LOS MODELOS ORGANIZATIVOS FORMALES APLICABLES AL CENTRO ESCOLAR

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o de alianzas establecidas entre ellos.

2. Las otras metáforas son:

a) la metáfora del pegamento, que hace referencia a la poca cohesión existente entre las distintas estructuras formales del Centro: equipo directivo por una parte, claustro de profesores, padres y alumnos por otra.

b) La metáfora del cubo de basura de Cohen y Olsen. Estos autores consideran la escuela como el espacio en que coinciden cuatro elementos fuertemente relacionados entre sí: Problemas, soluciones, participantes y oportunidades de decisión, todo ello en un marco de tiempo escaso y con un ambiente externo que exige respuestas. Además el cubo esta lleno de ambigüedad y conflicto.

c) La metáfora del surf, también de Weick. La dirección de un Centro es como la práctica del surf, en la que nunca es previsible la fuerza ni la dirección del viento. Los surfistas se enfrentan a las olas como pueden. Se puede controlar el inicio del proceso pero nunca el final.

d) La metáfora del teatro de Tyler, según la cual la escuela es como un teatro en el que los actores representan sus papeles sin demasiada convicción todo el mundo se cree a medias la parte que representa.

3. Weick llama a la escuela “anarquía organizada” porque como él mismo dice se da “el ejercicio de múltiples controles dentro de un clima de desorden absoluto”. Hay una estructura organizada que viene del exterior en forma de leyes y normas establecidas por estamentos superiores. Una serie de documentos propios del Centro, PEC, PCC, RRI, etc. Una organización y control por parte de la dirección del Centro sobre toda la actividad escolar y del profesorado, un control por parte de los profesores sobre los alumnos y los programas, y una actividad continua por parte del alumnado; todo ello sin que se llegue a una verdadera cohesión y coordinación en cuanto que los objetivos que son múltiples y muchas veces ambiguos e inalcanzables, incluso aquellos marcados en los mismos documentos del Centro. Cada profesor tiene su método y su estilo, y las alianzas entre ellos para defender ciertas tesis pedagógicas no serían más que apariencias que encubren otras alianzas para defenderse de posibles “ataques” por parte de la dirección o los otros profesores; y los alumnos intentarían seguir el juego marcado por los profesores sin demasiada convicción. Esto último es lo que constituiría según Weick el aspecto anárquico de la escuela.