“La Reversibilidad Desde una Perspectiva Piagetiana”

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En lo concerniente a este estudio la característica central es la reversibilidad en la etapa de las operaciones concretas. El niño del estadio de las operaciones concretas es capaz de revertir secuencias, acciones, es decir, su pensamiento es reversible porque puede seguirlas transformaciones sucesivas de la realidad a través de cualquier dirección, es capaz de invertir mentalmente una operación porque su pensamiento comienza a adquirir mayor flexibilidad. (Meece, 2000).

Según Piaget (1984) la reversibilidad es la característica más definida de la inteligencia. Si el pensamiento es reversible, entonces puede seguir el curso del razonamiento hasta el punto del cual partió. Reversible significa poder invertir las propias acciones a fin de establecer su estado inicial. A partir de un periodo gradual de elaboración, alrededor de los 7 años, el ser humano adquiere la reversibilidad y logra organizar su pensamiento en estructuras lógicas; es decir, puede realizar operaciones lógico concretas, como clasificaciones, seriaciones, mediciones y numeración.

Esta capacidad de reversibilidad cualitativamente distinta que aparece, con lo cual el pensamiento se vuelve más semejante al del adulto, ayuda al niño en su capacidad de resolver problemas tanto en aritmética (2+3=5: 5-3=2), como también en la ciencia (transformación del agua en sus elementos y vuelta a su estado original) y en los estudios sociales (causa y efecto). No puede haber inteligencia lógica sin pensamiento reversible. (Craig, et. al, 1988).

Piaget describe el mecanismo de cognitivo de las reversibilidades como un proceso en el que el primer paso consiste en una abstracción reflexiva que extrae de las estructuras inferiores los materiales para construir los superiores para luego producirse una coordinación para abarcar la totalidad del sistema para finalmente equilibrar las conexiones tanto del sentido directo como inverso de la construcción (Serrano y Calvo, 1991).

La teoría del desarrollo cognoscitivo de Piaget es una de las más citadas y controvertidas. Piaget contribuyó a modificar el rumbo de la investigación dedicada al entorno del niño. Una vez que los investigadores comenzaron a estudiar el desarrollo a través de esta perspectiva, ya no pudieron volver a ver al niño como un organismo.

El método de Piaget ha recibido la crítica de ciertos autores que argumentan que se encuentra incompleto como es el caso de Serrano et. al, (1991) quienes lo consideran insuficiente debido a que no permite una verificación experimental volviéndolo las interpretaciones meramente especulativas, además de la necesidad constante de encontrar una relación entre la biología y la epistemología.

La metodología de Piaget se presenta como un intento por combinar los tres métodos que la tradición occidental había mantenido separados; el método hipotético deductivo de las ciencias matemáticas, el histórico crítico de las ciencias históricas y el empírico de las ciencias experimentales. En un principio Piaget empleo su método en el estudio de niños hospitalizados para luego ser empleado en el ambiente “natural” en la vida diaria de los niños, pero no fue sino hasta el nacimiento de sus hijos que este interés en la pedagogía se vio fortalecido. Tal interés por creación de una metodología adecuada en el estudio de los niños parece verse orientado esencialmente hacia su aplicación en el campo educativo, ya que consideraba que la educación era el medio por el cual podría salvarse esta sociedad, proponiendo una escuela sin coerción donde el niño experimente activamente lo que ha de aprender; esto último concuerda con esta característica esencial de su método en el que resulta importante la manipulación de distintos objetos y sus transformaciones. (Munari, 1994)

El conocimiento se construye por la acción y esto se puede observar con una práctica que se realizó en el 2004 por Moron Deyse para conocer las estrategias didácticas para promover el desarrollo del pensamiento lógico-matemático en la educación inicial en preescolar. Utilizaron un enfoque metodológico de la investigación-acción, que es definido como una forma de indagación autor reflexiva de los participantes (maestros, estudiantes o directores, por ejemplo) para mejorar la racionalidad y justicia de: a) sus propias prácticas sociales o educativas; b) la comprensión de tales prácticas, y c) las situaciones (e instituciones) en que estas prácticas se realizan (aulas o escuelas, por ejemplo) (Moron, 2004).

Utilizaron un modelo espiral de ciclos organizados donde cada ciclo se constituye de las fases: descriptivas y exploratoria, planificación, ejecución y análisis e interpretación. La fase descriptiva y exploratoria consistió en describir el foco de la investigación (la observación de las teorías de Piaget), en la de planificación fue toda la acción social reconociendo las limitaciones reales de los niños, los materiales y políticas de la situación, en la fase de ejecución estuvo constituida por las acciones concebidas en la planificación, reconociendo las ideas en acción, y la utilización de la acción para un nuevo desarrollo en la acción posterior, y en la fase de análisis e interpretación, permitió reflexionar sobre la práctica (hallando el sentido de los procesos, los problemas y las restricciones que fueron detectados en la acción. Para recolectar información se aplicó la observación del participante, una elaboración de un diario para notas y una entrevista. En cuanto a la observación, el investigador interactúa con los miembros observados, y participa en su vida cotidiana, se tomó registro descriptivo de las observaciones, donde se anotan comentarios, reflexiones e hipótesis y en cuanto a la entrevista, se dirigía hacia los niños, niñas y docentes. A los niños se les entrevisto durante el recreo o después de clases con preguntas tales como: ¿Cómo te sientes con las actividades que haces en la escuela? En la investigación encontraron que los niños son muy atentos a las actividades, y con base a la realización de las acciones, se evidencio la ampliación del vocabulario, facilidad expresiva (escrita y oral) y en cuanto a la estructuración de las estrategias, la mayoría de ellos se consideran adecuados al desarrollo psicológico de los niños.

Moron (2004) evidencia, que los procesos lógico-matemático son muy importantes para el desarrollo de competencias comunicativas al estimular el desarrollo del lenguaje, y que el niño utilice herramientas verbales que le permite comunicarse, establecer relaciones numéricas, espaciales, y resolver problemas de reversibilidad (causa y efecto).

Con base a que existen pocos estudios que hablen de la reversibilidad del pensamiento, y