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La era digital en educacion

Enviado por   •  30 de Diciembre de 2018  •  6.655 Palabras (27 Páginas)  •  421 Visitas

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En 1995, el número de internautas representaba el 3 % de la población mundial y, en 2003, el 11 %, es decir más de 600 millones de personas. Sin embargo, el crecimiento de la red corre el riesgo de tropezar rápidamente con el "techo transparente" de la solvencia económica y la educación, si tenemos en cuenta que el 20 % de la población mundial concentra en sus manos el 80 % de los ingresos del planeta. [...] Es posible prever que el acelerado ritmo actual de crecimiento del número de internautas disminuya a medida que su proporción se vaya acercando al 20 % de la población mundial. (Unesco, 2005)

En este sentido, el informe alerta acerca del riesgo de la profundización de la brecha cognitiva, que acumula los efectos de las distintas brechas observadas en los principales ámbitos constitutivos del conocimiento -el acceso a la información, la educación, la investigación científica y la diversidad cultural y lingüística- y representa el verdadero desafío planteado a la edificación de las sociedades del conocimiento" (Unesco, 2005).

Actualmente los jóvenes latinoamericanos prefieren internet a la televisión, incluso aunque no dispongan de acceso a la red (Bringué Sala y Sádaba Chalezquer, 2008). Lo cierto es que, hoy en día, los chicos miran televisión, entre otros factores, porque es accesible. En el caso del acceso a la computadora, la cobertura es mucho más baja en hogares y escuelas. Se calcula que en la Argentina los usuarios de internet

son más de quince millones, lo cual representa el 42 % de la población nacional, pero las conexiones residenciales no pasan de tres millones; la mayor parte de los argentinos accede esporádicamente a partir de cibercafés o locutorios. Casi dos tercios de ese total se concentran en la ciudad o la provincia de Buenos Aires. (Sibilia, 2008)

Las pantallas son poderosas herramientas a la hora de estimular, entretener, informar y formar. Son lugares de encuentro, grandes plazas, en las cuales se puede participar de muy diferente modo y donde los jóvenes exhiben, cada vez más, su intimidad y la transforman en espectáculo muchas veces sin anticipar las consecuencias de la huella indeleble que dejan en el ciberespacio, señala Nicholas Burbules en una entrevista periodística (Burbules, 2007). Son espacios de juego, de estudio, de creación, de vinculación social, de construcción de identidad, de descubrimiento y aprendizaje que consumen muchas horas diarias de la vida de los jóvenes.

Estas herramientas, muchas veces vilipendiadas, logran, si se lo proponen, sensibilizar a las audiencias en pos de actitudes solidarias y comprometidas. Tal es el caso de la telenovela Montecristo, producida originalmente en la Argentina y que tuvo versiones también en México y Chile. En la versión original se aborda la lucha por la recuperación de la identidad de niños apropiados ¡legalmente durante la dictadura militar. En las adaptaciones esto se reemplaza por el narcotráfico y el contrabando de bebés.[3] En el caso argentino, durante su emisión se multiplicaron las consultas de jóvenes que querían conocer su origen en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo. El ejemplo da cuenta de cómo la reconstrucción de la trama social desde los medios puede resultar poderosa. Esta dimensión tiene su paradójica contrapartida: la insensibilización. "El exceso de informaciones puede llevar a una especie de saturación que bloquee e insensibilice" (Ferrés, 1994).

Desde otro abordaje, las pantallas abogan por conectar a las audiencias jóvenes entre sí. No lo hacen, en términos generales, con ánimo solidario, sino más bien como estrategia de mercado. Según un estudio,

desde una perspectiva adulta el uso de estos medios y su utilidad se centran en aspectos como una mejor ayuda para su rendimiento escolar. Sin embargo, la perspectiva de niños y jóvenes es distinta: ellos se apoyan en estas pantallas, fundamentalmente para desarrollar acciones de ocio y entretenimiento y reforzar los vínculos sociales con sus iguales. (García Fernández y Bringué Sala, 2007]

La programación televisiva suele ser uno de los motivos de coincidencia entre jóvenes, que la incorporan como tema de diálogo, de intercambio previo o posteriora las emisiones. Las computadoras, entre tanto, sea con el chat, el mail o las alternativas cada día más abundantes del orden de Facebook, Youtube o Myspace,[4] se constituyen en espacios de visita constante y en caminos para encauzar relaciones sociales.

Los medios proponen, y los usuarios (fundamentalmente los jóvenes) impulsan cambios en conductas sociales y culturales que se vislumbran cada vez más colaborativas. Paul Sibilia afirma:

En los meandros de ese ciberespacio a escala global germinan nuevas prácticas difíciles de catalogar, inscriptas en el naciente ámbito de la comunicación mediada por computadora. Son rituales bastante variados, que brotan en todos los rincones del mundo y no cesan de ganar nuevos adeptos día tras día. Estas novedades transformaron la pantalla de la computadora en una ventana siempre abierta y conectada con decenas de personas al mismo tiempo. (Sibila, 2008)

Por ese motivo, ante el avasallante avance de las tecnologías de la comunicación, es indispensable una escuela que reconozca e incorpore las pantallas pero que proporcione pautas para un consumo racional y crítico (Ferrés, 1994). Una escuela que asuma el desafío de perforar la indiferencia de todos los adultos, incluso de los reticentes a esta nueva cultura y especialmente la de aquellos que tienen a su cargo fortalecer la única vía justa, democrática, inclusiva que conocemos: la de brindar educación de calidad para todos y cada uno de los estudiantes.

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5. LA ESCUELA SEGÚN LOS MEDIOS

En la era de la información

la comunicación es un destituido más.

Cristina Corea, Ignacio Lewkowicz

Expulsan a dos alumnos por humillar a un docente. Le queman en clase el pelo a la profesora, lo filman y lo suben a internet. Adolescentes usurparon el colegio. Armas en la escuela. Cuatro nenes de jardín acusan de abuso a un profesor. Enseñaba gimnasia en cuatro colegios, está preso por corrupción de menores. Después de leer titulares o escuchar informes, padres, madres y docentes suelen experimentar un profundo malestar ante el negro panorama que presentan los medios y agradecen que la escuela de sus hijos esté exenta de tan horroroso escenario.

Los modos de socavar la imagen de

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