La felicidad es un término difícil de definir, es un sentimiento que nunca se logra por completo.

...

En mi caso personal, después del parto, si hubo momentos de discusión con mi “ex”, no por desequilibrio ante la noticia de ser madre para mí, sino para él, ya que no tomaba en serio el rol de padre, algunas veces o casi siempre me sentí un poco sola con mi hijo ya que este tenía otras preferencias en lugar de estar a nuestro lado y esto ocasionaba cierto tipo de situaciones no agradables. Pero poco a poco me fui dando cuenta que no ganaba nada con eso, que mi hijo tan chiquitito podía percibir todas esa energías, por ende no era saludable para él, ya que este había llegado a mi vida a ser parte de mi felicidad y recibir todo el amor que como madre se le puede brindar. Como experiencia personal, este tipo de crisis me llevo a una situación que generalmente existe dentro de la sociedad actual y es ser madre soltera.

Hay mujeres que escogemos ser madres solteras, muy pocas lo somos por propia voluntad y decisión, otras lo son simplemente porque les toco ya que fueron abandonadas, violadas….

Las madres solteras, en contra de críticas, prejuicios, desprecios, abandono, dolor y lágrimas, nos enfrentamos al mundo con nuestros hijos, algunas, aun con ellos creciendo dentro de ellas: Son dignas de respeto y admiración, porque esa mujer que ayer estaba llena de sueños y metas en “familia”, tiene ahora un doble rol y es cumplir: el de madre y padre. Ella debe cuidar de ese hijo que un hombre no supo valorar a su lado o que abandono simplemente por cobardía e irresponsabilidad y ahora esa semilla crece a su lado llenando de amor los brazos de una mujer llamada, muchas veces con desprecio, “madre soltera”, y me refiero a “desprecio” por que muchas veces nos juzgan sin saber la situación y otras se aprovechan simplemente de nuestra necesidad

Ser madre me cambio, me ha completado mucho como mujer, lleno un espacio más en vida, convirtiéndolo en un especial momento de felicidad. Es un motivo más por el cual debo continuar con fortaleza esta lucha. Pero ser madre soltera transformo aún más mi vida, dándome una visión más clara de cómo manejarme en ella porque el grado de compromiso y responsabilidad es aún mayor, es solo el comienzo y el momento en el que nos damos cuenta de que somos capaces de hacer por nuestros hijos, es dar todo nuestro corazón y entregar nuestras fuerzas cada día para sacarlos adelante y enseñarlos a vivir.