La situación de la clase obrera en Inglaterra - Engels

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También se daban problemas en los niños por la carencia[1] de padres, o de una madre o un padre que los sustentara; ellos mismos debían de buscar sus medios para sobrevivir de lo contrario morirían. De su vestimenta ni se diga, que solo contaban con harapos para cubrirse sus partes esenciales pero, no les protegía de los extremos enfriamientos. No era suficiente la atención médica, además de que algunos cobraban altos honorarios imposibles de pagar por los obreros; por lo que, recurrían a charlatanes –no profesionalizados- que les medicaban medicinas baratas e inseguro alivio –y que en ocasiones en vez de ayudar, perjudicaban más-.

En general de la clase obrera hubo un debilitamiento físico y moral por la necesidad de trabajar hasta que lo permitiera la salud. Todas estas víctimas era el reflejo de un gran desorden social sin escrúpulos, y de la clase propietaria en mantener ese desorden con tal de seguir disfrutando de sus privilegios a costa de los demás –clase burguesa-. “Los ricos obtienen lo bueno, los pobres resultan perjudicados…”

No solo había un gran desorden social y de salud, inclusive educativo. Como era de suponerse, la burguesía era –y es- la que cuenta con mejor preparación que la clase obrera. La lectura muestra un ejemplo de un joven de dieciséis años que no sabía cuánto era dos más dos; jóvenes e incluso desde niños eran sometidos a dogmas religiosos a pesar de manifestar que la educación fuera laica y sin distinción de clases. “Pero, ni las escuelas doctrinales, ni las escuelas de los domingos responden en lo mínimo a las necesidades de la nación”. (p.144)

“La forma de vivir del obrero y todo aquello que lo rodea lo empujan hacia la inmoralidad.”(p.149). Esto es comprensible y predecible dadas las circunstancias en las que labora la clase obrera. Nos menciona Keynes que son tratados como bestias y se vuelven bestias realmente: es pobre, su vida no tiene sentido alguno, le son negadas casi todas las satisfacciones, no goza de protección de ley alguna, toma como alternativa la muerte lenta por hambre, se elimina o en últimos de los casos, roba…si se le obliga a la

gente a vivir en condición de bestias, no queda otro recurso que rebelarse o sumirse en una vida bestial.

Me llamó mucho la atención la parte en la que Keynes menciona que: “El dinero es el dios de este mundo. El burgués al quitar el dinero al proletario, lo transforma en un ateo práctico. No hay que asombrarse, por tanto, si el proletario salvaguarda su ateísmo y no respeta más la santidad y la fuerza del dios terrestre.” (p.149). (me gustaría discutirla y analizarla en clase).

El autor recalca bastante sobre las pésimas condiciones de trabajo de la clase obrera y, su explotación y abuso físico –también mental y/o emocional- en varios contextos; asimismo del poder que gozaba la clase burguesa y que solo velaba por sus intereses, por conservar sus privilegios y que nada hizo de lo que estaba en su obligación hacer por su posición, y explotó a todo el país en provecho propio. “El obrero es mucho más humano que el burgués, en la vida corriente.” (p.158).

A mi parecer, todas estas circunstancias reales siguen suscitándose –lamentablemente- en diversas naciones y ni hablar de México. La burguesía por encima de la clase obrera.

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