La verdadera Dignidad humana.

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En ese sentido como punto de partida el orden justo es un fin esencial del estado social de derecho, por lo cual para conseguir ese fin es necesario garantizar de manera eficaz el respeto, reconocimiento de los derechos fundamentales de los ciudadanos como la libertad, la igualdad y la dignidad humana. Los principios y valores desarrollan los fines esenciales del Estado, en eso radica su relacion o conexidad, es decir no puede haber un orden justo sin libertad, igualdad y sin respeto a la dignidad humana.

En este orden de ideas, el orden justo consiste en que sean materialmente efectivos los preceptos constitucionales, tanto para el ciudadano como para las instituciones, imponiendo un margen de actuar con base en las normas superiores; de expedir normas y actos que no contraríen la Carta Política, asignando en cabeza de los jueces, el ejercicio de su función de administrar justicia, sujetos a las mismas normas, principios y reglas. Para el cuidadano, dentro de un orden justo, se reclama el compromiso que deben asumir todas las personas de respetar los derechos de los demás, de no abusar de los propios y de cumplir con sus deberes y obligaciones constitucionales y legales.

Si bien la justicia es un ideal, la aproximación al mismo mas cercana que ha encontrado al hombre se traduce en la elaboración de normas jurídicas, determinando además la preponderancia e algunas, siendo estas las que reposan en la constitución como carta de navegación en el orden jurídico del puro estado de derecho.

Tanto en el Preámbulo como en el artículo 2 de la Carta Política, el Constituyente consignó como uno de los fines esenciales del Estado el de asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. En dicho artículo también se confió a las autoridades de la República la función de asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado, uno de los cuales es el de brindar a los asociados una pronta y cumplida justicia. La legitimidad del poder del Estado y de sus instituciones políticas y jurídicas se basa en el respeto, la garantía y la promoción de los derechos fundamentales.

Ahora bien, con dignidad humana y sujeción a un orden justo, se puede pretender que desiguales que somos como colectivo, lleno de tribus urbanas disímiles, se garantice ecuánimemente, la igualdad ante la ley, ya que éste es un principio jurídico que se deriva del reconocimiento de la persona como criatura dotada de unas cualidades esenciales, comunes a todo el género humano, que le confieren dignidad en sí misma, lo que implica proscripción de toda forma discriminatoria, sea ella negativa o positiva, en las relaciones entre gobernantes y gobernados así como en la creación, definición y aplicación de las normas que componen el ordenamiento jurídico.

Así, el Estado, está llamado a encaminar no tan solo a una igualdad formal, de papel, que se limita a consagrar derechos, sino que debe trasladarse al panorama de lo real, para hacerla efectiva mediante mecanismos concretos y políticas públicas serias con articulación de los organismos estatales y privados que presten servicios o desarrollen actividades económicas, para que de este modo, se aumenten las posibilidades de quienes por sus condiciones de manifiesta inferioridad, no alcanzarían de otra manera el horizonte correspondiente a su dignidad humana.

Estas son las sentencias de la corte constitución sobre los derechos y principios tratados en este ensayo

T-571/92 = Igualdad- Dignidad Humana - Orden Justo

T-1216/05 = Seguridad Juridica - Orden Justo

T-791/10 = Igualdad - Dignidad Humana - Orden Justo

T-649/13 = Dignidad Humana - Orden Justo

T-890/14= Debido proceso - Igualdad - Equidad- Dignidad - Orden Justo