Libro vigilar y castigar. 1er capitulo

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Al modificar la forma en la que se castigaba, también se cambio el objeto de la pena, ya que se comenzaron a emplear diferentes mecanismos que dieran la confianza de la veracidad de la pena, ya que los jueces podían realizar diferentes juicios referentes al delincuente, para saber si la pena que se aplicaría seria la correcta y adecuada.

Al reformarse el sistema penitenciario, se consideró al castigo como una función social, en la cual se buscaba la humanización de la pena y si esta a su vez entraba en la esfera del alma, y la sanción no solo era recibida por el cuerpo, si no también por el alma, lo cual introducía a ésta ultima a la justicia penal, y se empezaron a contemplar como elementos para tomar en cuenta dentro de la pena a el cuerpo, el alma y las coincidencias.

Desde mi perspectiva, la evolución dentro de los métodos de la evolución de la pena, es importante darnos cuenta de que los diferentes mecanismos se han ido adecuando a manera en que las sociedades han ido evolucionando y civilizándose, ya que en un principio, cuando el conocimiento era para unos cuantos, en su caso, autoridades religiosas, eran ellos quienes tenían la facultad de aplicar la pena según les parecía correcto, pero a través de la civilización y la aparición de diferentes pensadores que cuestionaban sus métodos y que iban en contra de sus ideas religiosas, las personas que ostentaban el poder, tuvieron que cambiar de método de tortura a un método practico, como lo era la guillotina, pero que causaba el mismo efecto de intimidación y espectáculo dentro de la sociedad; fue por el pasar de los años, y la forma en la que se expandieron diferentes ideales, como se comenzó a hablar de la pena que se le podía introducir al alma.

I.II La resonancia de los suplicios

La resonancia de los suplicios provocados en la persona, se enfocaban en dejar una huella en la persona, ya fuera física o mental, pero además de las penas que provocaban algún tipo de sufrimiento también existían otras, como prisión temporal, censura, satisfacción de la persona ofendida, y otras mas en las cuales el suplicio pasa a ser un arte cuantitativo del sufrimiento.

Con el paso del tiempo los jueces ya estaban facultados para conocer de asuntos penales y llevar el debido proceso, como lo es valorar las pruebas ofrecidas, pudiendo ser confesiones o documentos, aunque en estos tiempos la confesión no era obtenida por medio de la tortura, lo que nos puede traer a la mente un

retroceso en la forma de obtención de la pruebas, ya que actualmente la prueba confesional, en materia penal, en su mayoría de ocasiones es obtenida de una forma no voluntaria, en siglos pasados era mediante la tortura que las conseguían, y ahora sucede exactamente lo mismo, en ambos tiempos las torturas han y siguen siendo realizadas por figuras de autoridad.

Durante el siglo XVIII existió una tortura judicial, en la que la persona imputada era sometida a vergüenza publica o por medio de carteles colgados en su cuerpo y en las iglesias, los cuales contenían su condena, o en ultima instancia eran llevados al lugar en donde se había cometido el delito y comenzaban a narrar lo sucedido, lo que los llevaba a comenzar un infierno mental, que los hacia confesar su culpabilidad.

Para el siglo XIX, se buscada separar el castigo, de la obtención de la verdad, para si librarla de vicios. Para lograr esto se pedía que el propio culpable se confesara a través de arrepentimiento, o pidiendo a Dios perdón, y a los hombres, de todos los crímenes realizados, esto se hacia para purificar el alma y poder así morir como santos.

Referente a esto puedo opinar, que las formas en las que se a obtenido la verdad por parte de alguien que esta siendo culpado por algún tipo de falta ya se a ala ley o al sociedad, en caso concreto a la moral, nunca a tenido una evolución contunde, ya que siempre a estado condicionada a un castigo que llevaría a la redención, durante la Santa Inquision, se torturaba a personas acusadas de brujería, poniendo de excusa que si sobrevivía era una bruja y si no, era una persona santa, pero a final de cuentas se buscaba que dentro del sufrimiento provocado a la persona esa confesar algo que en muchas ocasiones no era verdad y la llevaban a la muerte segura, aunque pasaron los años, se busco que la persona confesara la verdad, pero se le amenazaba que en caso de no hacerlo iría al infierno, lo que también condicionaba la verdad, y en la actualidad sucede los mismo, ya que muchos de los reos que se encuentran dentro de las prisiones mexicanas, en su mayoría son personas a las que se les ha obligado a confesar y a responsabilizarse por en hecho que no realizaron, en mi opinión, el uso de la fuerza en la obtención de pruebas fundatorias de la acción o de el delito limitan la aplicación de la justicia. Así como la mala interpretación de la ley y el exceso de poder, en manos de quien no sabe como controlarlo.