Los Documentos Negociables Electrónicos

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Internet, en el centro de estas redes de comunicaciones, permite producir, distribuir y utilizar información digitalizada en cualquier formato.

Internet, es sin duda, el motor de la nueva economía. No hay nada que represente mejor lo que será este nuevo milenio como “la rede de redes”. El desarrollo vertiginoso que esta ha tenido en los últimos años nos vislumbra un futuro fantasioso, “virtual” si queremos llamarlo así, que conducirá necesariamente a una mayor internalización de los mercados y a un incremento en la competencia.

Los avances tecnológicos, de información y de comunicación que han traído consigo las redes de datos, están transformando rápidamente las prácticas y el ambiente de los negocios y su introducción en nuestro ámbito social han sido progresivos, modificando en gran parte nuestros comportamientos y nuestra forma de vivir. De este modo se nos ha facilitado el intercambio de información a través del uso de correos electrónicos, la consulta de base de datos, bibliotecas virtuales, y por supuesto el intercambio de bienes y servicios en lo que podemos llamar una evolución del comercio. No nos cabe duda alguna de que el comercio electrónico se convertirá en un futuro cada vez más usual de adquisición y ofrecimiento de bienes y servicios, por lo que será el reemplazo del mercado como espacio físico de interacción entre los agentes económicos.

Sobre este aspecto, resulta de vital importancia señalar el efecto que el comercio electrónico ha tenido sobre nuestras instituciones jurídicas, pues las nuevas realidades tienden a modificar y a sustituir viejos paradigmas generando así nuevas costumbres, las cuales, sabemos son fuente primaria de derecho.

El comercio es una realidad omnipresente que constituye unas nuevas herramientas para los comerciantes y hombres de negocios, pues allí encuentran múltiples oportunidades para la expansión y crecimientos de sus empresas, y que por lo mismo, requiere ser regulado de manera especial, sobre la base del principio de autonomía de la libertad.

En este contexto, los documentos negociables o los títulos valores tiene un papel primordial, pues los mismos tradicionalmente han constituido el mecanismo idóneo para agilizar la transferencia de las riquezas entre los diferentes actores del intercambio comercial. Así las cosas, el desarrollo del comercio electrónico necesariamente involucrará el desarrollo de nuevos medios de pagos compatibles con su propia naturaleza, donde los documentos negociables conservarán la misma preponderancia que hoy se les atribuye en las transacciones tradicionales, solo que deberán ser adecuados conforme a las nuevas realidades, sin que ello implique el menoscabo de su naturaleza ni la fuerza de las obligaciones que de ellos se originan.

La llamada era de la informática ha traído consigo cambios trascendentales en la forma de vida de las sociedades modernas aparejada con la constante evolución y modernización de la computadora u ordenador, el cual está en todas partes y es utilizado ampliamente en los negocios, la industria, la ciencia, y la educación, lo que sumado a la difusión del internet ha cambiado nuestra forma de vida. Modificando las formas tradicionales en que se llevan a cabo las actividades, en ciencias tales como: la medicina, la educación, las artes y el derecho.

Tal como señala Sanchiz Crespo: “vivimos en plena era de la informática. Los sofisticados ordenadores han invadido los ámbitos más diversos de las relaciones socioeconómicas. Pocas dimensiones de nuestras vidas no se ven afectadas, dirigidas o controladas por estas máquinas directas o indirectamente. Sectores como la banca, los seguro, el transporte, la educación, la bolsa, el tráfico aéreo y terrestres, las administraciones públicas, dependen en gran medidas de las computadoras, a quienes se les encomiendan ya no solo el tratamiento de la informática, sino incluso la adopción automáticas de decisiones “[1]

La tecnología informática ha dado como resultado el uso de los soportes informáticos, semejantes o superiores al que tuvo la invención el soporte de papel que reemplazo el papiro, el pergamino o la diorita, cada uno de los cuales desplazó al otro por su mejor condición de contender un hecho.

Con el descubrimiento del descubrimiento del facsímil, el télex, el teléfono, los equipos radioeléctricos, las máquinas automáticas despachadoras, los cajeros automáticos, los servicios de conmutación para trasmisión de multimedia ( redes), las computadoras, soportes electromagnéticos, constituyen una nueva forma de expresión gráfica, visual, textual y sonora de los hechos y actos jurídicos que se celebran día a día, por los usuarios a través de las redes de computadora, por donde circulan mensajes y todo tipo de datos inmateriales expresados en multimedia, entre otros.

Y es que los avances tecnológicos y la masificación en el uso de las computadoras como herramienta útil para el orden, organización, almacenamiento y transmisión de información ha obligado a los profesionales del derecho a acercarse al mundo de la informática como bien lo señala Luz María del Pozo cuando nos dice que:

“la informática amplía las posibilidades para el abogado tato en sus gestiones como en sus ingresos, y le da además un profesionalismo sobresaliente porque contara con la memoria infalible y extensa de su computadora, que le ayudará a servir y a atender a sus clientes”[2]

Esta unión entre el derecho y la informática ha hecho surgir ramas nuevas del derecho como la informática jurídica y el derecho informáticas, que no nos adentraremos a analizar pero si es indispensable la mención de las mismas.

- Aspectos Preliminares: La ley de Documento Electrónico

- Contenido de la ley 51 de 22 julio del 2008

La expedición y redacción de la Ley 51 de 22 julio de 2008 está fundamentada en la Ley modelo de comercio electrónico de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, más conocida como UNICTRAL, por sus siglas en Ingles. Esta Ley tipo, fue inspirada en la convicción de que al dotársele de fundamentación y respaldos jurídicos, se estimularía el uso de mensajes de datos y del correo electrónico para el comercio, al hacerlos confiables y seguros, expandiendo el comercio internacional, por ventajas respecto a su rapidez en las relaciones comerciales entre los proveedores y los usuarios de bienes y servicios.

En ese orden de ideas, la Republica de Panamá expidió la Ley 51 de julio de 2008 con la cual se definió y regula los documentos electrónicos

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