“METAEVALUACIÓN EN LA ESCUELA PRIMARIA, LA TAREA PENDIENTE”
Enviado por tolero • 14 de Abril de 2018 • 19.878 Palabras (80 Páginas) • 454 Visitas
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En el segundo capítulo, se presentan los planteamientos específicos en cuanto al concepto central que ocupa la faena, así como explicaciones protocolarias del enunciado del problema, la metodología aplicada y su justificación.
El capítulo tercero, es la presentación de los asertos empíricos recabados y su análisis inmediato, triangulándolos con fuentes del mismo campo (informantes), así como con aportaciones previas de teóricos, rescatando aquellos que por su evidencia resultaron de mayor peso.
Las conclusiones, contenidas en el cuarto y último capítulo, hacen una retroalimentación de lo recorrido en esta experiencia interpretativa de la vida escolar, haciendo hincapié en la necesidad de aprovechar el cúmulo de información generado desde el interior de la institución en la toma de decisiones pertinentes y oportunas para la transformación continua y la consecuente mejora.
CAPÍTULO I
OBJETO DE ESTUDIO
- El contexto condicionado por el mercado global.
A partir de la década de los ochenta del siglo XX, México se enganchó del arzón del caballo llamado Neoliberalismo Económico, tomándolo como eje rector de la política gubernamental, esto ha tenido implicaciones de reestructuración en prácticamente todos los haceres y deberes del Estado, así como en las instituciones que instrumentan las acciones regidas por la lógica imperante.
La política neoliberal ha quedado cimentada básicamente en los principios del mercado, de la apertura nacional al régimen del comercio y a la inversión privada e internacional, es decir, la nueva liberación consiste en asegurar por un lado, el libre comercio de productos y servicios y, por el otro, garantizar la libertad a la circulación del capital y de la inversión. Para garantizar esto, el neoliberalismo instaló en su discurso nuevos valores regidores de las acciones humanas.
La competencia entre sujetos, países, regiones o empresas, como la más anhelada característica, se refuerza con alianzas comerciales, culturales, civiles e incluso militares, que han surgido entre diferentes zonas del mundo como lo es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), así como los convenios para el libre mercado y comercio, como el TLCAN, en ambos, México actuando como participante, ya que bajo la lógica hegemónica, es la competencia la que puede facilitar y proporcionar los recursos tanto financieros, como técnicos y humanos necesarios para el mantenimiento de la política económica y social, que permita y favorezca el modo de vida en la aldea global.
Los organismos internacionales dirigieron sus acciones primeramente hacia el ámbito económico, sus sugerencias, recomendaciones y préstamos fueron dirigidos al rescate de las economías débiles, que necesitaban del apoyo económico para sanear sus finanzas, para luego crecer y afianzarse como alternativas rentables para los capitales e inversiones privados. Sin embargo, el ámbito económico fue sobrepasado puesto que para poder influir, construir y cimentar el área financiera, fue necesario considerar otros aspectos que dieran y siguen dando fortaleza a toda la economía, que continúa planteada en los términos de avaricia empresarial implacable. De esta manera, las recomendaciones de los organismos internacionales comenzaron a dirigirse al sector educativo –aunque no solo a éste- de los países acreedores de préstamos financieros, la razón principal es que la educación forma parte fundamental de todo proyecto económico-social por influir directamente en la generación de mano de obra, de la producción y por tanto, de la competencia, discriminatoria y desigual históricamente.
Se ha utilizado como talante central el otorgamiento de créditos a países en desarrollo, etiquetados a programas que impulsen sectores estratégicos de la política de estado. Para infortunio de los países que reciben apoyo crediticio, las propuestas educativas del El Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, están precisamente imbuidos en el discurso de la economía y no en el discurso de la pedagogía para la crítica, la reflexión y la formación de las personas, en un sentido de equidad. De esta suerte, la educación que se ha ido configurando en la mayoría de los países (sobretodo en los subdesarrollados) está siendo orientada al logro de una calidad basada en la productividad, eficiencia y competencia; educación, entonces, dejó de ser la condición necesaria y viable para lograr el crecimiento humano, invirtiendo de esta forma, los fines educativos, en meramente económicos que hacen suya la búsqueda de la calidad educativa, o al menos la concepción que tiene de ella, tal como señala el Dr. Latapí:
Es una propuesta formulada por economistas, que no disimula su paternidad; una propuesta sin pedagogía, en la que se trasluce la pretensión de asegurar la productividad de la inversión…[ignorado]…los objetivos humanos y cualitativos que constituyen la esencia de la educación (1996).
El énfasis que se le ha dado a la educación en los discursos nacionales e internacionales no radica en la fuerza que conlleva en sí misma para la liberación de los hombres y mujeres de este nuevo siglo, sino que ha sido distorsionada para proveer la mano de obra para el mercado voraz donde lo que menos importa son los hombres y mujeres como tales, vistos únicamente como recursos para la productividad, reduciendo así a la educación a una visión pragmática.
Cuando el punto de llegada se visualiza en el garantizar el desarrollo del sistema neoliberal y globalizador; la calidad no es buscada para forjar una situación democrática, justa, solidaria. Utilizado como estrategia de dominio para conquistar el mercado, revitalizar los capitales y conformar el imperio de la inversión, la individualidad y competencia extrema, la cual determina una política basada en el control de calidad, definida por la cultura de la burguesía mundial, nacional o local. Además, el pensamiento neoliberal en América Latina ha sido llevado de tal forma que se mantengan las condiciones que permite e impulsa la permanencia de países pobres que tanto favorecen con su oferta de mano de obra a bajísimos costos.
La idea implantada de éxito, para individuos, sectores sociales y países, no es la cooperación o la solidaridad, sino triunfar en la competencia aniquiladora sobre los demás. Ser competitivo significa estar en condiciones de pasar las pruebas que plantea el mercado, respondiendo rápida y eficientemente a sus cambios.
Bajo el objetivo o disposición
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