Mama: mira caperucito, he conseguido trabajo extra esta semana, y estoy algo atrasada, por favor, ayúdame a entregar este paquete con (cualquier cosa) al viejo y multimillonario Sr. Cutzamala, a lo mejor y te da buena propina.

...

Ladrón: listo, ahora ve y roba todo lo que puedas.

Narrador: en ese momento la ladrona salió corriendo a todos los lados de la casa que pudo mientras tomaba lo más valioso, en ese momento llego caperucito y vio la puerta abierta, así que decidió entrar

Caperucito: ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

Narrador: la ladrona llego por atrás de caperucito lentamente sin hacer ruido y le puso un trapito con una sustancia desconocida en la boca, mientras caperucito decidió pegar un grito y luego se desmayó, una persona que iba pasando por ahí, escucho el grito y decidió llamar a la policía.

Policía1: ¿Bueno?

Persona 1: Bueno, hola, escuche un grito aquí en la casa del viejo Sr. Cutzamala, ¿si sabe dónde?

Policía1: Claro, en un momento estamos ahí, Adiós (cuelga)

Narrador: Los ladrones metieron a caperucito y al viejo al closet he intentaron fugarse lo más rápido que pudieron, pero les fue imposible ya que rápidamente llego la policía

Policía 1: Levanten las manos donde las pueda ver, no me hagas usar la fuerza.

Narrador: Los ladrones viendo que no había otra solución decidieron rendirse.

Persona 2: Oye comadre, ¿qué paso?

Persona 1: No pos ya vez, que se metieron a robar

Persona 2: Hay comadre, le digo, a este paso no confiaremos en nadie.

Persona 1: pues ya ve comadre.

Narrador: La madre de caperucito al enterarse de la noticia partió hacia la casa del viejo a ver a su hijo.

Mama: Hay hijo, perdóname, yo no sabía.

Caperucito: No te preocupes mama, yo sé que no fue tu culpa, gracias a esto que paso, aprendí a valorar las cosas que haces por mí y todo lo que tengo, yo a veces me enojo porque no me dejas salir, pero sé que es para protegerme, te amo mama.

Mama: Yo también te amo mi niño.

Narrador: Los ladrones fueron llevados a la cárcel por un par de años y caperucito volvió con su mama, desde ese día, caperucito aprendió una gran lección, que es siempre respetar a su madre por todo lo que ella hace por él, y el viejo Cutzamala aprendió a no confiar en extraño aunque digan que te regalan algo. Y todos vivieron, felices para siempre

FIN