Musicoterapia e inteligencia emocional.

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La música aparece como una herramienta para abrir un espacio donde el joven puede expresarse con libertad y estimular la inteligencia emocional. A través del contacto que propone el arte, como lo es la interpretación de un instrumento musical se posibilitan experiencias enriquecedoras que facilitan la neuroplasticidad que necesita un adolescente para lograr un aprendizaje donde el buen rendimiento académico surge como consecuencia de la identidad consolidada y el florecimiento de la personalidad.

Numerosas investigaciones que mencionaremos posteriormente han demostrado como la interpretación de un instrumento pone en marcha una gran cantidad de sectores del cerebro, entre ellos aspectos que no logran activarse con ninguna otra actividad, a excepción de otras actividades artísticas. Se cree que esta estimulación se debe a cogniciones que se activan. Estas son, entre ellas, la memoria, la atención y la percepción; al servicio de la armonía, el tempo y la afinación activando sinapsis y produciendo activaciones cerebrales. De este modo herramientas como la creatividad, el pensamiento lateral, la resolución creativa de conflictos, las respuestas alternativas y demás capacidades como la intuición, enriquecen el aprendizaje del adolescente. Logrando una educación de gran alcance en el joven, el rendimiento escolar-académico se revela como un resultado periférico que es producto de una apertura interna y nuclear bien elaborada y estimulada.

A la consolidación de la identidad le antecede una etapa de exploración, donde la experiencia y el contacto juegan un papel fundamental. En esta etapa de experiencia se centrara la investigación ya que juega un papel evolutivo fundamental. La experiencia lo lleva al descubrimiento de distintos aspectos de la realidad externa a la persona y a explorar factores internos de la propia persona. El adolescente, por medio de la experiencia, va conociendo, explorando y consolidando su identidad y su modo de relacionarse con el mundo.

Creemos que las experiencias artísticas, como aquellas posibilitadas a través de la música, ayudan al adolescente en este proceso mediante la estimulación que proporciona. A través del contacto que propone el arte, se posibilitan experiencias enriquecedoras que facilitan la neuroplasticidad que necesita un adolescente y posibilita un aprendizaje oportuno y gratificante.

Asimismo, la práctica de la Musicoterapia aparece como una intervención resiliente en adolescentes en el ámbito educativo y la planteamos como vía para la promoción del bienestar humano. Sugerimos el trabajo en la profundización de la inteligencia y expresión emocional como fin esencial y abordamos aspectos como el autoconocimiento, la resolución creativa de conflictos, riqueza de alternativas, las relaciones interpersonales y el manejo del estrés.

- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El período de la adolescencia tiene una gran importancia en el desarrollo y la socialización de los adolescentes, y aporta gran influencia en el direccionamiento que le dan a su vida luego de la escuela. Gran parte de sus necesidades cognitivas, emocionales y relacionales se encuentran desatendidas en las instituciones escolares y en el hogar.

La psicología evolutiva asume que el adolescente atraviesa una etapa evolutiva llena de transformación. La gran pregunta es: ¿Hablamos de transformación o hablamos de evolución? Al hablar de transformación nos referimos al abandono de un estado anterior que muta a otro. Pero el adolescente nunca abandona sus estructuras originales si no que tiende a la evolución de sus estructuras. El problema es que evolucionamos según estereotipos sociales que idolatran los medios de comunicación y los efectos de masificación adolescente; de este modo se nubla la búsqueda individual y la realización personal. El camino propio y el autoconocimiento quedan obstruidos. Muchos padres se quejan porque sus hijos son esclavos de modelos sociales que imposibilitan al joven despegar, realizar su propia búsqueda. Esta problemática no será abordada en la presente investigación, pero a raíz de ello propondremos un aprendizaje alternativo enriquecedor para que el adolescente atraviese su proceso de evolución de la mejor forma posible en vías a su descubrimiento y realización personal.

Si nuestras huellas digitales no son iguales a ningún otra, mucho menos nuestra identidad. La búsqueda individual y la consolidación de la identidad a través de la educación emocional basada en el autoconocimiento es una preocupación de muchos padres de adolescentes que ven a sus hijos desorientados, incomprendidos y con una necesidad de búsqueda. Damasia Amadeo en su ensayo “La desorientación en los adolescentes: uno de los nombres de la subjetividad contemporánea.”, explica esta problemática en forma precisa. Inmersos en una sociedad, donde los medios masivos proponen modelos sociales que buscan inculcar la imitación y el conformismo en el adolescente. Los jóvenes se pierden en su búsqueda individual y se quedan en el conformismo y la mediocridad de complacer los prototipos de vida sociales que se le imponen y aplazan su voluntad y su libertad. Múltiples casos ilustran el abandono de su vocación por idolatrar fantasmas sociales como asegurar el soporte económico, no resaltar en el ridículo o mantener una “buena postura social”. (Góngora & Cabrera, 2013)

Múltiples familias reclaman a la escuela que, además de los objetivos cognoscitivos e instrumentales, también los aspectos del desarrollo humano personal se conviertan en objetivos educativos explícitos. Es decir, se revela la realidad de un aspecto vital y esencial en el adolescente que presenta la necesidad de ser atendido. Es en este punto donde se nos plantea el problema. Por otro lado, hace tiempo la sociedad conoce que la estimulación de la inteligencia emocional en el joven lo ayuda a descubrirse a uno mismo e identificar aquellas cosas que le gustan y las que no. Lo acompañan en un camino donde la búsqueda se orienta al descubrimiento de uno mismo y la revelación de la propia autenticidad.

La escuela actual reconoce la realidad de la natural diversidad social vigente y para ello, la escuela comprensiva propone una integración de todos los alumnos, programas y métodos favoreciendo el desarrollo individual y la originalidad personal en una sociedad compleja que debe ser integrada y aceptada. (Juan de Dios Uriarte, 2016)

El rendimiento académico, se refiere a una medida de la capacidad de respuesta que tiene un sujeto, que expresa lo que una persona ha aprendido como resultado de un proceso de formación o instrucción. Cabe destacar que el rendimiento escolar, no se reduce solamente a las notas que los alumnos