Narrativas del cambio del mundo: Caminos de la paz

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Necesitamos una ética planetaria que nos exija cuidar del universo, cuidar y respetar la vida. Necesitamos mantener la memoria histórica. Necesitamos globalizar la esperanza.

El objetivo de la paz

- Necesitamos entregar algo para construir la paz por lo que es preciso renunciar a la violencia.

- Necesitamos renunciar a la guerra, resistir a su humillación, a las amenazas y al establecimiento de los sistemas de control a través del miedo.

- Necesitamos construir caminos de libertad. La lucha por la vida es el objetivo de la paz asumiendo la responsabilidad, el sacrificio y la donación.

- Necesitamos construir el poder local. Necesitamos construir la autonomía, una estructura de dominación colonial y ésta no puede establecerse sin la resistencia a la dominación. No tiene sentido si no se construye en función de una alternativa al modelo neoliberal. Es una construcción de la paz que tiene que ver con el futuro de la humanidad, la esperanza de la humanidad está en la construcción de un nuevo paradigma que respete la vida.

La tarea de la construcción de una sociedad nueva es de todos, no de los pueblos indígenas particularmente, hay que ser responsables y participar en la construcción de alternativas a las estructuras de poder que niegan la dignidad de las personas.

Trabajar para cambiar la raíz de los problemas; las relaciones de poder de dominación, la decisión de mujeres y hombres, el respeto a la naturaleza, a nosotros mismos.

La fuerza de la autonomía zapatista consiste en el hecho de ser ellos mismos, un acto libertario. Tiene raíces históricas, no en el sentido de la apropiación de los recursos sino en el sentido de la defensa de los recursos para la humanidad.

La autonomía tiene que ver con la transformación de las relaciones de explotación y con la búsqueda de alternativas al agotamiento de los recursos. Consiste en la responsabilidad que asumimos para crear espacios de libertad, en actuar colectivamente para se fuertes y no volver al pasado. El trabajo colectivo es el elemento fundamental en la construcción dela economía solidaria, en el proceso de la autonomía de los pueblos.

La economía social y solidaria

Los elementos de la economía solidaria son los siguientes:

Un modelo es como una semilla que tiene en sí misma todos los elementos a desarrollar. Se construye desde lo local, desde abajo y con recursos propios.

La economía solidaria surge como una respuesta de las comunidades campesinas e indígenas para superar por sí mismas las condiciones de pobreza y marginación económica, política y social, asumen esta decisión de tomar consciencia y convencerse de que la situación cambiará únicamente si participan activamente convirtiéndose en sujetos de su propio desarrollo.

Las comunidades se solidarizan asociando sus recursos, ideas, trabajo y se inicia y desarrolla así la construcción de la economía solidaria.

Para edificar lo nuevo también es necesario el respeto a lo diferente, es decir, el reconocimiento al pluralismo.

La estructura son las comunidades organizadas. La organización depende de un número de personas, de los resultados que se esperan y de lo que se puede ir logrando con la experiencia.

En la práctica se encuentra el trabajo, la capacidad de actuar y de decidir, la participación. El trabajo es la actividad que pone en marcha todos los elementos. Es el camino y, al mismo tiempo, es el punto de llegada. Aprendemos siempre, el estar abiertos a este proceso de aprendizaje le da sentido a nuestra vida.

Lo que hay que cambiar es la forma de vida. Vivir para transformar las relaciones injustas y para transformarnos como personas. El trabajo colectivo nace de la voluntad de hacer algo juntos, la voluntad se crea por el entendimiento de la realidad. La estrategia es la búsqueda de un futuro mejor, de una nueva sociedad y de un posible mundo nuevo.

Una acción inteligente es capaz de transformar la realidad. La construcción para un futuro surge como manifestación de la fuerza de los marginados, su estrategia es vivir, amar y ser solidarios.

Los siete elementos que nos ayudan a entender el sentido de la solidaridad en el mundo de hoy.

La construcción de solidaridad es urgente y necesaria, evitemos la destrucción de la naturaleza respetando los seres vivos, si somos ricos hay que compartir, distribuir equitativamente los bienes, si se niegan derechos a una persona impulsar su derecho a la participación.

El nuevo paradigma: la ética planetaria

El que construye la paz la construye desde dentro, desde la transformación en el otro. Si no reinventamos relaciones más benéficas y no aumentamos la colaboración entre los pueblos, culturas y religiones difícilmente conservaremos la sustentabilidad necesaria para realizar el proyecto humano, abierto al futuro y al infinito. Es urgente una revolución ética mundial.

Todos tenemos corazón porque todos vivimos, todos somos sujetos, todos somos responsables los unos de los otros incluyendo todo lo que tiene vida.

Lo que se reclama es libertad para vivir plenamente nuestra cosmovisión comunitaria y para tomar como pueblo las decisiones sobre nuestra vida. La libertad es lo que queremos como pueblo, nación o tribu originaria y la libertad no está completa sin la justicia y son la democracia

LAS PACES DE LA GENTE. CONTRA LA VIOLENCIA DE LA PAZ DE ARRIBA

En una comunidad no carecen de conflictos, de riñas y de rencillas, pero, generalmente, estos brotes de violencia no rebasan las capacidades de conciliación de la comunidad y de sus ancianos.

La justicia indígena tiende a ser compensatoria mientras que la justicia oficial en sus tres niveles es retributiva. Los jueces oficiales retribuyen la violencia con el castigo y proclaman ¡se hizo justicia! La paz no puede ser impuesta desde arriba. Es una creación, nunca acabada, desde abajo, llevada a cabo por todos los miembros de la comunidad. En la perspectiva de arriba, la paz es la defensa del orden. La paz impuesta desde arriba considera potencialmente violenta toda forma de disidencia.

Cuando no se está separado de su gente, el terruño es el lugar de paz de la gente, o, mejor dicho, de las paces de la gente, porque contrariamente