PRIMER CICLO ECONÓMICO
Enviado por Mikki • 12 de Abril de 2018 • 4.224 Palabras (17 Páginas) • 448 Visitas
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Y esta especie de archipiélagos de instituciones sin conexiones económicas importantes esta básicamente vinculado por el sistema político que las organiza piramidalmente:
Complementariamente, en la capital, la industria manufacturera era reducida y vinculada a la agricultura. De acuerdo con Yépez en 1918 solo existían en Lima 7 fábricas textiles y en 1905 solo 3 fábricas de aceite, 2 de cerveza, 6 de fideos, 11 de chocolates, 8 de licores, esencialmente vinculadas a los inmigrantes y por ello la organización sindical era fundamentalmente artesanal.
Yépez como recogiendo datos de Capelo, calcula que, en 1915 de un total de 100 mil habitantes en Lima, 16 mil eran trabajadores urbanos en actividad artesanal y de pequeña industria. Es factible pensar que en el segundo decenio del siglo XX, ese número había superado los 20 mil, cifra ínfima frente a los 30 millones de habitantes aproximadamente del país.
POLITICA Y EDUCACION:
El ejemplo de la nueva forma de organización económica que trae la industria como asociación de factores (capital, trabajo, fabrica, proceso continuo), además de la urbanización acelerada y la extensión de los servicios del Estado en educación, salud, construcción, etc., determinaron el surgimiento de los partidos de masas, sustituyendo a los partidos elitistas de notables o de reducidos grupos económicos de la etapa anterior.
La nueva forma de acción política fue inspirada por la estructura que tiene con su modelo fabril el cual inspiro también las grandes Unidades Escolares como centros de producción de servicios educativos. Así, como los partidos de masas asociaron factores sistemáticos para producir programas y adherentes. Pero la organización de los nuevos partidos también reprodujo las organizaciones sociales de la industria que son el sindicato y la federación sindical y por eso, los partidos de más tuvieron cargos dirigerenciales de organización, cultura interna, ética, etc. A diferencia de los partidos notables de la etapa anterior, el partido de masas tiene un programa ideológico compartió que permite un lenguaje común y un cuadro de negociación entre los líderes y los afiliados organizados geográfica y funcionalmente.
Además, la nueva organización cumplió otras funciones, en la sociedad en movilización migratoria y en ascenso industrial, los partidos emergieron también como organizaciones nacionales para la afirmación identitaria del migrante recién llegado, pero al mismo tiempo como medios no económicos de ascenso social individual hacia el prestigio y el poder. En la época de los partidos de notables, esto hubiera sido imposible e intentar hacerlo le costó a Augusto Leguía grandes problemas con el núcleo oligárquico del civilismo. Pero tras la crisis mundial y con el nuevo modelo industrial aparentemente eficaz, el partido sería un medio de ascenso, por lo menos al protagonismo social. Así como la independencia nacional, el rol del ejército y de su oficialidad sirvió como mecanismo de avance social para los mestizos y zambos, tras la gran crisis mundial de los 30, el rol del partido al lado de sus propuestas altruistas fue, en esa sociedad dual y compartimentada, un mecanismo de creación de nuevas elites criollas y cholas.
El primer y gran ejemplo es el Partido Aprista Peruano que, organizado en los años 30, alcanzaría entre 1945 y 1948 su consolidación como partido de masas como cuadros y activistas, con organización nacional y con un discurso programa que marco los límites a veces confusos de la negociación entre liderazgo y los afiliados. Aunque su ideología fue gestada entre 1924 y 1928, su verdadera entrada en la historia ocurre en 1930, tras la crisis, porque se afirmó como partido antiimperialista en momentos en que la sociedad sufría la consecuencia de la crisis norteamericana. Fue un partido de ruptura ante la hegemonía civilista. Con el irrumpió la masa mestiza y provinciana de manera organizada y amenazante para proponer el fin del ciclo oligárquico, el fin del feudalismo y el comienzo de la descentralización y la justicia social.
Su proyecto enunciado en agosto de 1931 en el Discurso-Programa de Haya de la Torre fue un manifiesto por la modernización social del país y por un pragmática negociación con el capital extranjero. Añadió a ello una propuesta trascendental: la integración de América Latina como instrumento de defensa y negociación ante el imperialismo, tema conserva enorme vigencia.
De haber tomado el poder el aprismo, es previsible que la historia del Perú hubiera ganado décadas en su desarrollo económico y social. Pero no fue así, la agresividad militar de la oligarquía fue respondida como beligerancia organizada por el APRA y se sucedieron dramáticos sucesos como la revolución de Trujillo de 1932 y otras insurrecciones con la heroica intervención de los miembros del partido naciente, pero que enfrentaron por casi50 años al movimiento social popular con el ejército. Esto permitió a la oligarquía utilizar la fuerza militar en contra del APRA y bloqueo la posibilidad de que en el Perú como en otros países de América Latina, las fuerzas Armadas fueran un agente por el cambio social.
Como consecuencia de esa historia, el APRA tuvo también una fuerza coactiva y militar paralela a la del Estado y una endocultura, con fechas y héroes paralelos a los de la historia general. Pero con ello acentuó en los decenios siguientes su separación de otros sectores sociales.
Sus grandes aciertos ideológicos e históricos fueron limitados por sus graves errores tácticos y publicitarios. Fue sin embargo, y es hasta la actualidad. La mejor expresión de un partido de masas, enriquecido por su vitalidad organizativa, por la extracción chola y provinciala de la mayoría de sus miembros, lo que continúa distanciándola del grupo privilegio y propietario.
Tal vez el único caso cercano de partido de masas, aunque sin el carácter rupturista y reivindicativo del APRA, haya sido el de Acción Popular creado por Fernando Belaunde que, a diferencia de Haya de la Torre, llego a la presidencia en dos oportunidades. Pero fue un partido distinto por dos características: un matiz regresivo por su tendencia paternalista al patriciado de notables limeños y provincianos como dirigentes, y otro progresista que fue su mayor flexibilidad hacia la clase media naciente y hacia los medios masivos de comunicación. Por esas dos razonas jamás despertó en los grupos oligárquicos as desconfianza que el APRA mestiza y chola aun despierta y se cuidó muy bien de encarnar al antiaprismo que las fuerzas militares requieran. Sin embargo, su presencia como partido de amsas con una habilidad táctica de poder fue muy importante,
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