“Programa de buenas prácticas agrícolas para la conservación de suelos”
Enviado por monto2435 • 31 de Mayo de 2018 • 3.395 Palabras (14 Páginas) • 313 Visitas
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Recomendaciones:
- Conocer las características químicas de la materia orgánica aportada. A la hora de aportar materia orgánica es importante realizar un análisis previo para conocer las características y composición química del material.
- Plantear la estrategia de fertilización en función del análisis de calidad de agua y suelo.
- Conocimiento de las características físicas del suelo. Para mejorar la gestión del agua es necesario conocer las características físicas del suelo (textura del suelo, velocidad de infiltración del agua) y ser capaz de relacionarlas con la capacidad de retención del mismo. Estos datos se pueden obtener mediante análisis del suelo en laboratorio, apoyándose incluso en ejecución de calicatas y en la experiencia del técnico o agricultor.
Actividad No. 2
Colocación de los cultivos de cobertura
Lo más pronto posible después de construidas las terrazas se establecen los cultivos leguminosos de cobertura, con el fin de lograr rápidamente una buena cobertura de la superficie, para reducir así la formación de limo en las mismas, principal resultado de las lluvias fuertes, especialmente en terrenos ondulados. Otras ventajas son el mejoramiento de la materia orgánica del suelo y de su estado nutritivo, una mejor aireación del suelo y conservación de su humedad, y un control biológico de malezas y plagas tales como el Oryctes.
Después de dos años bajo un cultivo de cobertura debidamente fertilizado, los suelos degradados estarán totalmente rejuvenecidos. Durante el período de inmadurez, las leguminosas fijan grandes cantidades de nutrientes, especialmente de nitrógeno de la atmósfera y los devuelven al suelo, por medio de la descomposición de los desechos. La acumulación de desechos foliares comienza unos seis meses después del establecimiento de la leguminosa. Los retornos de nitrógeno en el primer año del desarrollo son relativamente bajos, pero a partir del segundo año, se liberan grandes cantidades de nitrógeno. Se ha estimado que durante este período se liberan unos 200-300 kg N/ha. En la Tabla 1 se muestra el efecto benéfico del establecimiento de un cultivo leguminoso en la plantación de la palma de aceite.
Tabla l. Efecto de la cobertura leguminosa sobre el rendimiento de RFF.
Tratamiento
Rendimiento en 5 años de RFF
N0
N1
N2
Control
70.2
101.0
114.4
Cultivo de cobertura leguminosa
107.8
122.8
131.1
Los tipos de cultivos de cobertura leguminosos sembradas normalmente en una plantación de palma de aceite incluyen las siguientes especies:
- Fuerana javanica
- Pueraria phaseoloides
- Centrosema pubescens
- Mucuna cochinensis
- Calopogonium mucunoides
- Calopogonium caeruleum
En el campo se emplean vairas mezclas de leguminosas, a una tasa de aproximadamente 5,5 - 6,0 kg/ha. Normalmente, la política de una leguminosa pura (es decir, libre de maleza) se adopta en los primeros 2 - 2,2 años, después de la siembra. En las mezclas de cobertura es importante incluir especies que perduren una vez se haya cerrado el dosel, tales como C. caeruleum. Yeow et al. (1982) demostraron que el efecto residual de la cobertura de suelo duraba al menos diez años después de su colocación.
Actividad No. 3
"Mulching" o cobertura del suelo
El "mulching" se considera, hoy en día, una práctica agronómica normal en la mayoría de las plantaciones de palma de aceite en Malasia. Esta práctica es benéfica para el manejo del suelo y conservación del agua y se recomienda en suelos bien drenados, en los cuales las palmas están propensas al estrés hídrico, en terrenos ondulados y en zonas de alta pluviosidad. El valor del "mulching", especialmente utilizando residuos de palma de aceite, ha sido estudiado por muchos investigadores y se ha comprobado que es muy valiosa para el mejoramiento del estado de fertilidad del suelo, así como para aumentar el rendimiento de RFF.
Tanto en las plantaciones de palma de aceite, como en la planta de procesamiento, se generan grandes volúmenes de residuos de palma. Debido a su volumen y potencial de contaminación, estos residuos, que a su vez tienen un alto contenido de nutrientes para la planta, pueden reciclarse devolviéndolos al campo para mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo.
Las principales fuentes de residuos de cosecha en palma de aceite son:
- Racimos vacíos o raquis
Los racimos vacíos contienen una alta cantidad de nutrientes. Con base en su contenido de nutrientes, una tonelada de racimos vacíos contiene el equivalente a 8 kg de urea; 2,9 kg de CIRP; 18,3 kg MOP y 4,7 kg de kieserita. Cuando se aplican como una cobertura en el campo, a las tasas adecuadas, han mostrado ser benéfico para la productividad de las palmas, como se aprecia en la Tabla 2. La tasa recomendada de aplicación de racimos vacíos es de aproximadamente 250 kg/palma/año, lo cual equivale a una tasa de aplicación de 34 a 36 tM de raquis/ha/año. El total de nutrientes liberados por la descomposición de los racimos vacíos se considera adecuado para sostener un buen crecimiento de la palma y producción de RFF.
Además de agregar nutrientes, otros efectos benéficos del "mulching" con racimos vacíos son los siguientes:
- Mejora la estructura del suelo
- Aumenta el contenido de materia orgánica del suelo
- Mejora la retención de humedad del suelo
- Aumenta la población/actividad
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