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¿Qué hace el distingo entre una comunicación oral y otra comunicación oral efectiva?

Enviado por   •  18 de Abril de 2018  •  8.936 Palabras (36 Páginas)  •  259 Visitas

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En relación a: No tengo una voz adecuada, así que mejor no hablo en público podemos indicar varios argumentos para contradecirlo. Primero, no se requiere de una gran voz para enfrentarse a un público, sino de una voz expresiva, que intencione sus contenidos. No se trata de una clase de locución, más bien la labor debe ser aprovechar las características de cada orador y de cada voz para potenciarlas al momento de comunicarse. Es decir, tener un sello personal. Esto se descubre y desarrolla a partir del trabajo y de los ejercicios.

En cuanto a: No se me ocurre cómo plantear estos temas tan complejos en público y Lo que tengo que decir no es tan importante, ambas objeciones apuntan a clarificar qué es y para qué sirve hablar en público. En efecto, si el tema a plantear es complejo, lo es en tanto el tema en sí. al margen de su demostración pública. Por tanto exigirá una condensación y una simplificación, acciones coherentes con la esencia de una exposición. En relación a la mayor o menor importancia de un tema, cabe indicar que más que del tema mismo, de por sí importante, lo que se trabaja es la perspectiva que cada individuo le aporta a un tema. Ahí sí que se puede ser único o novedoso. No hay que descubrir la pólvora, pero sí contar cómo nos enteramos de que existía.

Finalmente: Mis ideas son lo suficientemente atractivas y no necesitan que las "actúe", esta objeción plantea la confianza del orador respecto del manejo y la importancia de su contenido. Sin duda que una buena presentación no altera ni modifica un contenido de calidad, lo único que se propone es mejorar el vehículo comunicativo para que un espectador eventual se interese en esos contenidos y pueda, por ejemplo, con posterioridad interesarse en una lectura o en un análisis más acucioso. No hay pues una "actuación" de ese contenido: no se representa a un personaje, se es quien habla y este orador nos informa de sus contenidos.

1.2.2 La eficacia del mensaje oral

La oralidad como forma comunicativa representa la normalidad de la comunicación humana. En efecto, aún antes de aprender a escribir o a leer ya sabemos hablar. Desde nuestra concepción en el seno materno estamos sometidos al discurso oral, a través de las múltiples motivaciones acústicas que nos preparan para nuestro desempeño comunicativo futuro.

"Desde que el mundo es mundo, son las voces las que muestran las Imágenes y confieren al mundo un orden de las cosas, dándole vida y nombre. La primera presentadora de Imágenes es la madre, cuya voz, antes del aprendizaje de los signos escritos hace que las cosas se destaquen dentro de una temporalidad viva y simbólica". (Mlchel Chion, 2004: 58)

Es en el lenguaje oral en donde ocurren con mayor frecuencia los intercambios de información, anuncios de emociones, peticiones, saludos, etc. Para el lenguaje escrito queda el espacio simbólico de la constatación de lo oral: una forma de dejar huella de aquello que ya se ha dicho. De esta forma aparece la carta de amor como testimonio de una declaración in situ: una declaración jurada como prueba tangible de una propuesta oral antes formulada, una noticia en el periódico que certifica lo que ya ha pasado en la realidad de la oralidad. etc. Vale decir, le asignamos a la oralidad un valor permanente; un hecho acústico y humano que es connatural.

Pasamos mucho más tiempo viendo y escuchando a gente que habla (TV. radio, la calle, etc.) o hablando con otros (una conversación, el teléfono, etc.), que escribiendo o leyendo. De aquí se deduce que lo que debiera ser natural es el someternos a la formalidad del discurso oral. Y aquí un punto que conviene aclarar: efectivamente esta mayor frecuencia de exposición a la oralidad de la que hablábamos anteriormente está condicionada a la existencia de un tipo de oralidad de orden más bien coloquial, esto es. somos productores de oralidad en circunstancias poco complejas o de baja exigencia performativa. Sin embargo, en tanto receptores de oralidad nuestra condición cambia pues con frecuencia nos vemos sometidos a escuchar o a presenciar discursos orales complejos, instalados en la formalidad. Por ejemplo, un periodista hablando por televisión, un funcionario público solicitándonos o informándonos de alguna documentación, etc. ¿Qué significa esto? Que aunque nuestra frecuencia de ejecución, de discursos orales-formales sea baja, esta modalidad no nos debiera ser del todo extraña pues ya la tenemos interiorizada. Faltará, por tanto, ejercitarla.

El discurso oral es parte natural de nuestra comunicación diaria. Recibimos y producimos construcciones orales informativas y argumentativas con bastante más frecuencia que la emisión o recepción de mensajes escritos.

LA EFICACIA DEL DISCURSO ORAL SE BASA EN VARIOS SUPUESTOS:

• Es más usual.

• Es más interpretable.

• Más accesible para un público no experto.

• Incluso el orador de un tema complejo al hablar en público, dulcifica su complejidad ya que tiene que ir pensando en aquello que está diciendo.

• Permite incorporar otros niveles de discurso que el texto escrito no permite.

• Permite conectarlo con otras herramientas de exposición.

• Permite volver sobre sí mismo, reiterar, jugar con las formas de expresión que construyen el discurso: el volumen, los tonos, los silencios, las pausa, los gestos.

1.2.3 La comunicación oral como una invitación al mensaje escrito

Exponer ante un público sobre un tema determinado no supone en ningún caso agotar la informado o los datos en torno a ese tema, más bien se trata de una invitación que hace la comunicación orí hacia el terreno de lo escrito, pues de esa invitación saldrá la posterior búsqueda, a través de libros revistas, documentos, etc., de nuevos y más profundos contenidos que pueden mejorar complementar lo aprendido. Esta invitación funciona al modo de un ejercicio intelectual básico que. partir de la expresión oral, convoca a su profundización y ratificación a partir de los textos, datos demás informaciones objetivas que podamos comprobar una vez finalizada la intervención del orado

La oralidad expuesta en una presentación pública ratifica el poder del lenguaje escrito, no en tant documento presente en esa instancia, sino como material de inspiración, fuente o comprobador utilizado antes y después del evento por

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