RACIONALIDAD CIENTÍFICA DESDE EL PENSAMIENTO TRANSDISCIPLINARIO.

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También hay que acotar que su concepción de tiempo rebasa las instituciones geniales de Baltgmann, donde la irreversibilidad se manifiesta sólo como “destrucción de estructura”, cuestiones sin embargo Cardinales para el concepto de tiempo que elabora Prigogine.

Así Kant dos siglos y medio después, en la crítica de la razón pura, introduce una autentica razón epistemológica general. Para él, la mente humana es un participante activo y formativo de lo que ella conoce. La mente construye su objeto informando la materia amorfa por medio de formas personales. El intelecto es, entonces, un constitutivo de su mundo. El cual no se quedan encerradas en lo filosófico, sino que transcienden a la cultura general y cristalizan en el general y universal proverbio: “todas las cosas son del color de la lente con que se miran”.

Es a partir de Kant cuando la teoría del conocimiento se interroga a si mismo y empieza a mirar sus problemas, sus y dificultades, incluso llega a ponerse en entredicho. Por ello Kant- afirma Habermas –la ciencia no ha sido seriamente pensada desde una perspectiva filosófica y, su comprensión, pasa por no homologarla al deber absoluto de una gran filosofía, pero tampoco reducirla a una autocomprensión cientificista de una práctica investigadora de hechos.

Sin embargo, es a partir de este siglo que encontraremos una propuesta diferente sobre conocimiento ajeno al concepto de sujeto de Descartes, toda vez que la razón no es el puro pensamiento, sino la facultad de poseer ciertos conocimientos, sin los cuales el espíritu humano no podría ir más allá de una generalidad supuesta y comparativa por inducción. Para Kant tanto la razón como la experiencia juegan un papel fundamental, ya que mientras la sensibilidad es la capacidad de captar o hacer la recepción de los objetos, en cambio el entendimiento es la facultad en que estos pueden ser pensados.

De este modo Kant desarrolla hasta su máxima expresión el discurso filosófico de la ciencia moderna. Allí quedaba comprendido un mundo de objetos, empíricamente considerado, pero el conocimiento objetivo sobre el cual recae la ciencia, demanda como condición a un objeto portador de la actividad del entendimiento y es capaz de precisar y construir sus objetivos.

En el mismo orden de ideas Kant, permite aportar que durante su transitar hacia campos transdisciplinarios del conocimiento, se entrelazan todos pensamientos, ideas, dudas que se presentan en los distinto niveles de realidad, y al mismo tiempo permiten enfrentar la concurrencia de saberes, que parte del control disciplinar de las ciencias.

Es después de la segunda mitad del siglo XX, cuando hemos comenzado a entender al mundo en términos de sistemas dinámicos, donde las interacciones entre los que participan en el sistema y su entorno, resultan tan importante como el análisis de los mismos. El mundo ha empezado a dejar de ser un conjunto de objetos para dejar de ser un enjambre de conexiones, de interacciones, de redes, devenir, de incertidumbres, de contradicciones.

De lo que se trata, es que a lo largo es ancho de la historia, ha comenzado a emerger un nuevo campo de estudio e investigación muy conectadas al problema de la racionalidad. La cual a traído como consecuencia de todo se ha ido constituyendo un campo muy variado y plural al que podemos referirnos con el nombre de transdisciplinariedad. La cual es considerada como estrategia para enfrentar la complejidad actual en el que vivimos.

Sin embargo, en todos estos intentos podemos encontrar la búsqueda de una racionalidad que supere el paradigma científico de la ciencia clásica y no permita comprender al mundo y sus problemas y nos permita racional, antes la crisis mundial, Nos encontramos antes la emergencia de una nueva racionalidad: La transdisciplinariedad. Movimiento que parte de la unidisciplinariedad, pasa por la multidisciplinariedad o intersubjetividad y busca superar la fragmentación del conocimiento, que expresa las disciplinas particulares.

Esta nutre de la investigación disciplinaria y se fecunda por el conocimiento transdisciplinario. Es por ello que ambas son complementarias. La trasdisciplinariedad, desborda las disciplinas y las sacas de si misma.

Al mismo tiempo, este movimiento incursiona sus raíces en la multi; poli o pluridisciplinariedad y en la interdisciplinariedad traspasando los límites a medida que el proceso avanza, produciéndose así una nueva articulación de los saberes, una nueva concepción del conocimiento y una nueva compresión de la realidad.

Para Morín y Nicolesan, el enfoque transdisciplinar, transciende el paradigma disciplinar, cuando supera el objeto del conocimiento y la ontología que ha propiciado el saber en los distintos campos, comprendiendo la realidad y el hombre como parte de un mismo ambiente

“La transdisplinariedad, consiste como el prefijo “trans” indica, a lo que está a la vez entre, a través y más alla de toda disciplina. Su objetivo o finalidad es la comprensión del mundo actual, donde uno de sus imperativos es la unidad del conocimiento (Nicolescu, 1996, 38).

Actualmente se esta viviendo un campo epistemológico que se direcciona hacia el conocimiento transdisciplinar, aunque todavía no sabemos cuando terminará.

Este espíritu transdisciplinario va más allá de todo lo que se ha hecho hasta el momento; lo que se quiere no es sólo la unidad del conocimiento. Sino ir hacia la autotransformación y hacia la creación de un nuevo tipo de vida.

En este sentido, una “ciencia” transdisciplinaria que transciende los límites, se hace necesaria para entender los sistemas complejos del momento, que no pueden ser relacionados con un referente teórico o con varias disciplinas particulares, aunque ayudan a complementarla.

Desde la mirada transdisciplinaria del conocimiento se busca y se resignifica de forma conceptual los saberes liberados por las disciplinas, la cual se nutre de los grandes imaginarios y la reflexión del investigador como lo expresa Jacke (2005), para quién las palabras son los signos sensibles de las ideas, puesto que indican convenciones y concretos y aunque todo conocimiento hace de la percepción del mundo exterior, este sólo podrá enriquecerse a partir de la reflexión interior.

Este pensamiento es sistémico y complejo ha visto de que transciende los límites de los territorios disciplinares que se encuentran bajo el control de las ciencias duras así nos invita al entendimiento entre las distintas disciplinas a través de una reflexión profunda. La cual se fortalece con la visión de Morín (2002), el cual plantea: “es un pensamiento que promueve el diálogo, no solamente