REFORMA TRIBUTARIA AL SERVICIO DE QUIEN

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busca generar empleo, impulsar las exportaciones o atraer inversión extranjera directa, entre otros espejismos.

En Colombia, tan solo el 1% de los más ricos, rentistas y dueños del capital, de nuestro país acapara quinta parte de la riqueza producida. Mientras en los países desarrollados la disminución de la desigualdad se fomenta mediante un sistema tributario progresivo: los que más tienen pagan una parte mayor de sus ingresos, en Colombia se incrementa la inequidad con una legislación tributaria que enfatiza en exenciones tributarias generosísimas que se reduce a 7% del ingreso de los más ricos, un poco menos de la mitad de lo que paga la clase media asalariada por retención en la fuente.

Habilidosamente los más ricos utilizan, los ingresos no constitutivos de renta, los costos y deducciones y las rentas exentas para trampear el pago de obligaciones. Basta ver como una buena porción de las ganancias es deducible de impuestos, así: 1) el 30% para vivienda y pensiones; una porción de las ganancias de capital y las donaciones para partidos políticos. 2) son deducibles las partidas destinadas a la inversión y obras de caridad, sin límite alguno: donaciones para teatros, museos, becas para pobres y fundaciones sin ánimo de lucro también salen del presupuesto, pero obedeciendo a las decisiones de los más ricos y no de los representantes del pueblo y 3) la exención total de los dividendos, esto es, de las ganancias pulpas por la que los dueños de las empresas no pagan impuestos. También están exentos el 25% de los sueldos los grandes ejecutivos privados y todas las pensiones, incluidas aquellas $25 millones y más que ganan ex magistrados, ex presidentes y ex congresistas.

No cabe duda que esta, como las pasadas, reformas al régimen tributario, no contribuya a hacer retroceder la desigualdad, si no que por el contrario esta mantenga y profundice. Es decir que el 99% de los contribuyentes pague el 50% de los ingresos fiscales de la nación y tan solo el 1% de esos contribuyentes capture el 20% de la rentas. El aumento del IVA y el resto de la carga tributaria indirecta aumentará la desigualdad por la vía de un incremento en la inflación, perdida de la capacidad de compra de los colombianos y muy seguramente de una desaceleración el crecimiento de la economía con consecuencias negativas en la generación del empleo.

Sin corrupción no sería necesaria mas tributación

Si señoras y señores, nos van a imponerse una reforma tributaria; una fórmula con la que en principio estamos de acuerdo y debe usarse para producir la igualdad, que demanda sacrificio colectivo en el ámbito tributario y donde todos ponemos. Pero en realidad significará más impuestos para alimentar la ambición de la politiquería corrupta lo cual es injusto cuando la sensatez indicaría, como primera y contundente acción, arreciar el combate severo a la corrupción tan vigente como siempre.

¿Cuánto se recauda y cuánto cuesta alimentar la corrupción en Colombia?: 9.45 billones de pesos anuales ; una cifra cercana a $26.000 millones diarios, el equivalente a la mitad del presupuesto asignado a Salud en 2016; un 4% del Producto Interno Bruto (PIB); cerca de 189 billones de pesos en dos décadas. Con razón, el 56% de los colombianos opina que la corrupción es uno de los tres grandes problemas que tiene el país, junto con el desempleo y la delincuencia común ; y no es para menos ya que este flagelo depreda al Estado y desangra a los ciudadanos acomodando y cambiando las leyes o convirtiendo en legal la avaricia irracional de intereses particulares; implica el mal uso del poder delegado para obtener beneficios privados y se expresa con el mal uso del poder por parte de individuos o grupos organizados El 88% de los colombianos afirma que la corrupción ha aumentado o permanece igual ; gran parte de los empresarios dicen que si no se pagan sobornos, se pierden negocios . La encuesta realizada por Transparencia por Colombia y la Universidad Externado deja en claro que las coimas, sobornos, regalos, pagos para agilizar trámites, contribuciones a campañas políticas, patrocinios y gastos de representación, son las formas más comunes que, según los empresarios, se usan para sobornar y el 91% de ellos sabe que hay empresarios que reciben y ofrecen sobornos. Esta opinión es validada por el ranking del Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional, informe que en 2015 posicionó a Colombia en el puesto 83 entre 167 países, 15 posiciones mas abajo que en 2007, logrando 37 puntos de 100 posibles en la calificación que indicaría ausencia de corrupción, colocándose por debajo de países como Salvador o Cuba

La corrupción azota al país y sigue aumentando año por año gracias al lánguido esfuerzo de algunas autoridades y muy a pesar del nombramiento de todo tipo de zares, altos consejeros y funcionarios inmaculados, el robo de dineros públicos sigue siendo el pan de cada día en las regiones del país.

Para Fedesarrollo este comportamiento ascendente no es un problema de un gobierno o de otro sino una tendencia que ha trascendido las administraciones y que debe ser estudiado como un problema de Estado.

Distintos organismos han señalado que la corrupción en Colombia es “Un Cáncer para la democracia” en la medida y por razón de que las prácticas corruptas imposibilitan la realización de los principios y fundamentos de un Estado Social de Derecho dada la distorsión que genera la concentración de los bienes y recursos que deberían destinarse a la satisfacción de intereses y necesidades de la población en manos de unos pocos privilegiados que deciden a favor de sus intereses particulares o de grupos empresariales, con lo cual, se incrementan los costos de administración de los bienes y servicios públicos, se deteriora la confianza de los ciudadanos en las instituciones, se pierde el respeto por las normas y de paso se socaba la legitimidad del mismo Estado. Permite e impone un poder artificial, críptico, material e inmoral, que sustentado por, y productor de, dinero y privilegios.

Muchos analistas han señalado el papel de las mafias en la corrupción. Nada nuevo bajo el sol de Colombia, donde redes criminales vinculadas al paramilitarismo, al narcotráfico y la delincuencia organizada han estado comprometidos en “La captura y la reconfiguración cooptada del Estado” , lo cual ha potenciado un mayor soporte al fortalecimiento de la corrupción y a la relación perversa existente hoy en nuestro país entre la corrupción, el narcotráfico y la violencia. Una mirada por esta comprobada realidad nos permite explicar las razones de la impunidad, la connivencia, la generalizada falta de eficacia de la acción del Estado y la pobre sanción social ante ciertas expresiones de