RESISTENCIA CIVIL
Enviado por Antonio • 30 de Marzo de 2018 • 1.627 Palabras (7 Páginas) • 315 Visitas
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Cuando se habla de manera más restringida de resistencia civil, se alude a la práctica de una oposición no militar o, más genéricamente, no violenta. En esa dirección, el ejercicio de la resistencia civil conlleva la puesta en ejecución de una serie de formas de acción no violentas. Pero, ¿qué debemos entender por no violencia? La idea de no violencia fue introducida originalmente por Gandhi (a partir del sánscrito ahimsa), para referirse a aquella forma de acción social que supone una negación del impulso a comportarse con violencia que las personas experimentan en ciertas circunstancias agudamente conflictivas (Müller, 2005, 173). Esta definición, que en una primera mirada parece clara, genera muchas dudas cuando se entra a considerar con detenimiento el concepto de violencia, término que suele ser abordado desde diversas miradas disciplinares dando como resultado una relativa ambigüedad comprensiva. En el caso de la teoría política, para muchos no habría diferencias esenciales entre la noción de violencia y la de poder; al mismo tiempo, para otros (en especial los vinculados a la tradición realista) la violencia está justificada como fenómeno inevitable de la vida social, e incluso a veces se exalta su uso; de otra parte, desde un acercamiento más moralista en el que confluyen también miradas filosóficas y religiosas, la preocupación central es subrayar el carácter injusto de la violencia, por cuanto se ve en ella una forma de vulnerar la dignidad humana.
Para Johan Galtung la resistencia civil es a aquella situación en virtud de la cual las personas se ven impedidas para desarrollar sus potencialidades físicas o psíquicas. Para Galtung, existe violencia siempre que los individuos son determinados de tal forma que sus realizaciones físicas o psíquicas están por debajo de sus realizaciones potenciales.
Aunque Thoreau, Tolstoi y Gandhi son reconocidos por haber percibido la importancia tanto conceptual como práctico-estratégica de este factor, el primero entre los modernos en avanzar en esa dirección fue Etienne de La Boëtie, quien en la coyuntura de las guerras de religión en Francia y a la vista de los atropellos del poder monárquico, llamó la atención sobre el hecho de la “servidumbre voluntaria” y su papel en dicha crisis política. Para La Boëtie, “son los pueblos los que se dejan o, más bien, se hacen someter, pues cesando de servir, serían, por esto mismo, libres. Es el pueblo el que se esclaviza, el que se corta el cuello”, con el agravante de que al asumir esta actitud fortalece al que lo domina. Si, por el contrario, el pueblo se atreviera a dejar de obedecer, el dominante dejaría de serlo.
Resistencia Civil en Colombia
Los años noventa representan en Colombia una época en la que la estrategia paramilitar del Estado alcanzaría su apogeo en términos de barbarie. Con la tolerancia y el apoyo de las autoridades colombianas, los diferentes bloques paramilitares han efectuado una represión masiva en todo el país contra todos aquellos y aquellas que han osado proteger sus derechos y sus tierras. El objetivo: eliminar toda forma de organización e imponer un modelo de desarrollo único vinculado a la inversión privada y al despliegue capitalista mundial. La estrategia preponderante ha sido entonces la masacre, en la que han sido cruelmente asesinadas muchas personas, frecuentemente ante sus propias familias, con el objetivo de sembrar el terror y así forzar al resto de la población al destierro o a la sumisión. De esta manera, los grandes latifundistas y las compañías privadas han logrado desplazar a miles de campesinos y campesinas colombianos de sus tierras ancestrales (tres millones en total en todo el país). La estrategia militar y paramilitar les ha permitido apropiarse de una enorme cantidad de tierras para poner en marcha proyectos agroindustriales, fortaleciendo así la contra-reforma agraria que tiene lugar en Colombia. La represión y los desplazamientos forzados han permitido igualmente al Estado preparar el terreno para numerosos megaproyectos de infraestructuras emprendidos en el marco del Plan Puebla Panamá y del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. En el medio rural, las principales víctimas de esta represión son las comunidades negras, autóctonas y campesinas. Históricamente, estas viven de la agricultura de subsistencia y poseen un modo de organización social muy diferente de aquel que el Estado y el Capitalismo quieren imponer a la fuerza. Las comunidades han debido entonces buscar el medio de frenar la represión y de reiterar su lucha por el Derecho al Territorio y por la Autodeterminación. Es este el contexto en el cual las Zonas Humanitarias aparecerán: surgirán como una estrategia de distinción y de protección en medio del conflicto armado. Pero aún más a fondo, permitirán a las comunidades agruparse, organizarse, y emprender sus proyectos de vida autónomos. Las Zonas Humanitarias son enclaves de resistencia civil en medio del conflicto armado que, apoyándose en el Derecho Humanitario Internacional tanto como en el acompañamiento nacional e internacional, constituyen una nueva estrategia ante el despliegue paramilitar y militar que se efectúa hoy en Colombia.
Conclusiones
La resistencia civil representa una acción política no-violenta, de oposición y repercusión, realizada por un ciudadano como medio de protesta a los actos y hechos que condenan la justicia y la dignidad humana en su pensar, es por ello que esta acción debe ser analizada desde todos los ámbitos ya que en muchas ocasiones tratando de llegar a la no-violencia, se llegan a cometer delitos y se hace uso de la fuerza física para poder resolver los conflictos que se presentan, para muchos autores la mejor resistencia debe ser el dialogo de las partes involucradas, el llegar a un acuerdo donde cada uno muestre sus peticiones y lo que quiere lograr, tal cual como se hace en Colombia con los diálogos de paz; la Resistencia Civil es una acción que representa la voz del pueblo reclamando por sus derechos,
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