ROL DEL ABOGADO ANTE LAS TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN (TIC)

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Desarrollo.

Primeramente es necesario mencionar que el abogado desde sus comienzos como estudiante del Derecho, inicia la adquisición e internalización del conocimiento necesario para ir moldeando su carácter, visión y aptitudes, para afrontar futuras problemáticas que tendrá que resolver sin titubear; pero es en este punto inicial en que el aprendiz jurídico va ir implementando las herramientas necesarias para resolución de dichas problemáticas. En décadas pasadas el jurista se hacía valer de recursos que para la época eran considerados como los avances de última tecnología que iban de la mano con procesos realizados manualmente, esto lógicamente requería gran inversión de tiempo y esfuerzo para dichos procesos, que desde una visión actual son métodos meramente tradicionales.

Con el pasar del tiempo la tecnología ha dicho presente de manera muy notoria en la sociedad y en muchos de sus ámbitos, en el de la industria por mencionar un ejemplo, y pues lógicamente, en el Derecho; desde la década de 1990 con la evolución de elementos como ordenadores, fax, telefonía y consecuentemente con la aparición de Internet, el ámbito jurídico hecho uso de dichos elementos con el cual ha demostrado un desarrollo a gran escala y conforme va evolucionando la tecnología el Derecho se adapta a este. Actualmente las TIC es la herramienta de mayor alcance en el estudio y aplicación del Derecho, tanto estudiantes de Derecho como abogados en ejercicio son pioneros en la aplicación de dicha herramienta.

Inclusive existen concepciones como las de Carbonell en las que se invita a los colegios, universidades y demás entes educativos jurídicos, a incluirse al proceso de evolución de la tecnología, a título personal del autor señala, “el reto de asumir el salto tecnológico es impresionante. Desde las escuelas y facultades de derecho no debemos quedarnos atrás. Quien no sea capaz de sumarse, estará dejando ir una de las más grandes oportunidades que nos ofrece el mundo moderno.”, concluye el autor. El llamamiento que este realiza es claro y convincente, no podemos ser indiferentes ante la tecnología y debemos sumarla a nuestras capacidades como representantes del derecho, he aquí donde las Tecnologías de Información y Comunicación hacen su aparición en el rol del abogado o jurista, donde se muestra como herramienta fundamental en el desempeño de esta profesión como lo es la abogacía.