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Reflexiones sobre el oficio del actor

Enviado por   •  26 de Julio de 2018  •  2.993 Palabras (12 Páginas)  •  462 Visitas

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Asimismo, creo que un actor que se respeta y valora el arte debe estar alejado de los vicios “propios de la profesión” como son las drogas y el alcohol. Un actor no se puede comparar con otras profesiones, quienes pueden tener una vida profesional separada de una vida personal en lo referido a los vicios, puesto que éste trabaja con su cuerpo y sus emociones que se ven directamente alteradas con el consumo de estupefacientes. Si se pretende ser un actor, y además un drogadicto, a la larga terminará afectando el desempeño, y finalmente terminará siendo expulsado de la profesión, como ocurre en todos los oficios.

La técnica teatral no debe confundirse con la exacerbación de los sentimientos personales. Esto no solo afecta la veracidad del personaje, sino que también la salud mental del profesional. ¿Cómo se pretende actuar en base a los traumas del actor y no salir dañado?. He aquí la importancia de la formación y perfeccionamiento del actor. No puede ser que se necesite recurrir a revivir eventos traumáticos para conseguir una actuación perfecta, pero tampoco es el fin del oficio crear personas mentalmente sanas. Para esto, es responsabilidad del actor en formación determinar cuales son sus falencias, afrontarlas y poder superarlas para así optar a tener un desempeño correcto en la profesión: Madurez y prudencia son los términos a considerar si se anhela alcanzar un nivel adecuado para la actuación.

Citando al autor1 “El cuerpo del actor se recoge sobre sí mismo para desaparecer convirtiéndose en conciencia pura del personaje”, se representa parte de mi sentir con el objetivo de ser actor: El actor debería aspirar a ser un cuerpo a disposición de personajes. Y con cuerpo no solamente me refiero a la apariencia o movimientos relacionados a la actuación, sino además a todas las emociones, pensamientos y recursos necesarios para conseguir una interpretación correcta.

No obstante, relacionar a la actuación como realismo puro o representación fiel de la realidad, no es más que un intento de reducción de las capacidades y posibilidades que puede tener un actor para el desempeño de su arte: El realismo no siempre es el artífice de todas las expresiones artísticas. Una obra infantil, por ejemplo, debe exacerbar los movimientos y la voz debe ser modificada con el fin de representar animales antropormórficos, escenas fantasiosas o para atraer la atención infantil. Aquí el actor debe salir del realismo y utilizar su imaginación para crear una verdad no conocida por la cotideanidad. Por lo tanto, no solamente desaparecer el actor, sino que desaparece el humano y comienza el juego de inventar una realidad nueva.

Siguiendo esta línea, Stanislavski menciona[2] la existencia de dos tipos de arte: El de la vivencia y el de la representación. Gran parte de los actores desean, se esfuerzan y buscan toda su vida artística conseguir la vivencia a partir del texto, no obstante, la representación me parece un estilo artístico interesante y llamativo principalmente por no tocar la naturaleza humana propiamente tal y generar con elementos externos una nueva forma de expresión. Por supuesto que en mi formación actoral aspiraré a conseguir el realismo a partir de un texto o una información dada, pero no considero que este tipo de expresiones sean menos orgánicas, a no ser que se pretenda actuar a partir de la vivencia y se termine actuando a partir de la representación.

En cuanto a las condiciones físicas de un actor, además del dominio corporal para permitir que la actuación sea de forma prolija, es esencial conocer el cuerpo con el fin de conocer sus limitaciones. Tomar riesgos acorde a las capacidades es un oficio de sabios, y aquí vuelve a aparecer la palabra prudencia en el oficio del actor. No estoy señalando que el actor debe estancarse en una zona de confort, pero si asumir que no todos los ejercicios, movimientos o representaciones son aptas para todo tipo de persona, y aquí el criterio y el autocuidado aparecen como consignias necesarias: Si se desea actuar durante muchos años no se debe sobreexigir las condiciones corporales.

El actor puede enfocarse en muchos aspectos de un montaje y debe contar con capacidades de trabajo en equipo con distintos profesionales dedicados a las artes escénicas, pero resulta importante que se conozca y se entiendan los distintos tópicos abarcados en el proceso de la creación de un montaje. Desde mi punto de vista, el actor como “intérprete de un papel” también debe tener nociones y conocimientos sobre maquillaje, tramoya, vestuario, iluminación, sonido e incluso de dirección, de lo contrario su trabajo se verá mermado por su desconocimiento. En lo que a mi respecta, no puedo pretender ser actriz si no tengo conocimientos de lo que ocurre a mi alrededor, con el fin de no incurrir en la mediocridad.

Agregando a esto, y como se ha señalado en muchas ocasiones, un actor debe ser un ente informado, y no con el fin exclusivo de dar una opinión veraz o actualizada del acontecer, sino que asegurar que su interpretación sea completa y que el montaje a realizar genere un impacto. Un actor debe saber al menos de distintos tipos de artes plásticas, literatura, música, antropología, psicología, historia, sociología y anatomía, y junto con esto manejar conceptos como la estética o la noción de espacio.

Todo lo demás puede ser potenciado con distintos conocimientos en distintas áreas para realizar un trabajo conciente y aterrizado a la realidad social: El ser actor se asocia inmediatamente a inestabilidad económica, sin noción de los sistemas de previsión social, acceso a salud o jubilación. Mi pragmatismo me impide obviar estos detalles, puesto que son aspectos que terminan con la pasión y la determinación de muchos artistas que pudieron ser un aporte concreto al desarrollo de las artes.

El actor que ama su profesión debe estar en conciencia de que es un oficio riguroso y en muchos casos, de poca paga. Como menciona el autor 1 “Todo actor busca la santidad a través del martirio. Por eso el actor no debe comer ni respirar más de lo necesario. Por eso el actor debe ser austero. La riqueza lo corrompe como catedral renacentista. ”, y enfocando esta reflexión a los actores dedicados a labores comerciales como publicidad, telenovelas u otros con el fin de enriquecerse a partir del oficio, no estoy en contra de este tipo de medio para adquirir dinero, finalmente poder alcanzar una estabilidad salarial es un aspecto humano que permite el desarrollo personal, pero la fama y el dinero son vicios, y como mencioné en párrafos anteriores, en mi opinión un actor debería estar ajeno a los vicios para así conseguir la mayor lucidez a la hora de la actuación. Con esto tampoco quiero reducir el oficio del

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