SINTESIS HISTORICA DEL JUEGO, EL TIEMPO LIBRE Y LA RECREACION

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Con el cristianismo llega la reacción opuesta al abuso del placer corporal, ya que a partir de esa época se "satanizan" todas las formas de placer y disfrute corporales, de placer de los sentidos, otorgando valor únicamente a lo espiritual, a la búsqueda de Dios, es por ello que en la época del obscurantismo y la edad media, incluso hasta bañarse era una costumbre no muy bien vista. Sin embargo, era privilegio de los nobles practicar la cacería, la cetrería, los torneos y las justas de caballeros, surge el "juego limpio" o "fair play" ligado al honor de los caballeros y cobran auge los dados, las canciones de historias reales y jocosas (juglares), la música y sobre todo la alquimia para buscar la piedra filosofal, lo que abre paso a la perfumería y a los encantamientos y pócimas de amor. El sistema de feudos pequeños y diversos impulsa creación de hosterías para dar alojamiento y comida a los viajeros y comerciantes. ¿antepasados de los hoteles?.

Durante el renacimiento, como su nombre lo indica resurgen con gran fuerza todas las artes y las artesanías, la obra manual (opus), recobra su dignidad de valor excelso como creadora de belleza para enriquecer la vida de los reyes y los mecenas que podían pagar para su disfrute. La obra de arte (opus) se contrapone a la labor del trabajo común, precisamente porque la primera produce cosas bellas de carácter suntuario, mientras que la labor produce solo cosas ordinarias de carácter utilitario y de uso cotidiano común y corriente. Sin embargo para sostener el ritmo y el nivel de vida de los reyes, de los principales y la nobleza, los que se dedican a la labor trabajaban de sol a sol, dejando algo de tiempo únicamente para recuperar la energía perdida y para las necesidades fisiológicas de supervivencia.

Tomas Moro filósofo de la época, habla de un país imaginario al que llama Utopía, en el que solo se trabajan 6 horas al día y el resto se usaría para descansar y para lo que se desee y con esto renace la idea de que el hombre requiere de un tiempo para si mismo.

Al llegar la era de las máquinas, la llamada Revolución Industrial, la carrera por producir mas y ganar mas, da pie a una ética del trabajo, en la que “solo el trabajo redime al hombre” y lo convierte en "superior", el ocio se traduce como holgazanería y pierde por completo su sentido griego original, convirtiéndose en lo opuesto. Las jornadas y las condiciones de trabajo son verdaderamente inhumanas para hombres, mujeres y niños. Se trabaja de 14 a 16 horas por jornada diaria; la gente común, apenas tiene tiempo para medio descansar y para atender sus necesidades fisiológicas mas apremiantes. Ello da lugar desde 1908 hasta 1919 al surgimiento de los movimientos obreros, los sindicatos, las huelgas, pero también a grandes matanzas como la de trabajadores huelguistas como las de Río Blanco y Cananea en México y la de los mártires de Chicago, (origen al día mundial del trabajo, que se festeja el 1º de mayo).

Hacia 1936 (ya casi ayer hablando en términos históricos), se consigue que las jornadas de trabajo sean de 8 horas diarias que haya vacaciones pagadas y jubilación, lo cual trae como primera consecuencia mayor tiempo libre para la gente y como 2a. consecuencia el nacimiento de la sociedad de consumo - desperdicio que todavía se manifiesta en toda su plenitud en nuestro días

Durante toda esta etapa histórica de la Revolución Industrial solo los ricos y los nobles podían disfrutar de actividades de tiempo libre, las cuales se convierten rápidamente en un símbolo de estatus social. Es en esta época cuando nacen los deportes tal como se conocen actualmente, nace la radio y el cine, los espectáculos modernos. Gracias a la ética del trabajo, el "progreso" se convierte en la nueva "religión de todos los paises", el artesano pasa a ser obrero, las actividades laborales se mecanizan y subdividen en múltiples partes, surge la especialización y con ella la enajenación en el trabajo (el hombre se hace ajeno y distante de lo que produce, ya no reconoce su obra., sino que solo recibe un salario por su labor.