S.O.S por el río Cali

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Y si la deforestación es una de las principales causas de este deterioramiento, los desechos de la minería que se arrastran por sus aguas cuando una quebrada que proviene de las minas del Socorro conecta con él tampoco es menos relevante, no siendo esto suficiente los asentamientos irregulares, los desechos de las empresas y el cambio climático son parte de los males que aquejan a este importante afluente.

Pero el río tiene gran trascendencia y valor para el municipio, y aunque muchas de sus principales características funcionales han desaparecido y se ha convertido en una expresión inevitable del paisaje que conlleva al hombre a crear y destruir, el flujo del agua que lo recorre aún está lleno de vida y tiene esperanza de ser salvado. Es por eso que se han levantado proyectos y acciones de recuperación del río, tales como “Recuperación ambiental de las márgenes del río Cali entre los sectores Entre Ríos y la calle 8 del municipio de Santiago de Cali” proyecto liderado por el Dagma, y “Compensación para Servicios Ambientales” proyecto ambiental que se desarrolla actualmente en la cuenca hidrográfica del río Cali, coordinado por Claudia Jiménez, que buscan vincular más personas y empresas para trabajar masivamente en la recuperación del afluente insignia de la ciudad.

Por todo lo anterior, es más que notable la vida precaria en razón de los múltiples problemas ambientales que enfrenta el río Cali, y su necesidad por una intervención inmediata a tal condición. Por esta razón nos interesamos en la situación de este afluente, porque es un símbolo de lo que pasa con los otros seis ríos de la ciudad: el olvido y la indiferencia por parte de las entidades y algunos ociosos que no ven importancia en esta fuente de agua que abastece a más de 500 mil caleños. Sin embargo, como la esperanza es lo último en perderse, la amenaza permanente en la que se mantiene el río se puede vencer si se emprende de manera rigurosa y casi obsesiva la protección del agua en la ciudad-región, y se logran los objetivos de los proyectos ya puestos en pie; además es necesaria mucha conciencia, muchos recursos, mucha autoridad, todo con el fin de salvar una fuente hídrica que se niega a morir, a pesar de tantos males que la enferman.