“Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos” -Thomas Carlyle-

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Es cierto que el camino no ha sido fácil, hemos tenido que luchar bastante, vencer obstáculos que creíamos imposibles; pero no hubiésemos podido superarlos sin la ayuda de nuestros padres, familiares y docentes. Hay una frase que dice: “Siempre que estés perdido, alza la cabeza y encontrarás una estrella, ella te guiará a tú destino”, pero para nosotros no fue solo una estrella, sino un firmamento completo que nos guio cuando más lo necesitamos. Los consejos, experiencias, fracasos y sabiduría fueron la herramienta necesaria para poder seguir adelante. Y sin duda alguna, esto no tiene precio.

Hoy le decimos adiós a nuestras horas de convivencia para dar inicio a una vida universitaria y a un futuro lleno de éxitos y retos que superar. Pero no diremos adiós al colegio, lugar donde en cada clase, pasillo, escalera o incluso la cafetería mantienen un recuerdo de toda nuestra trayectoria escolar; a los profesores o maestros quienes nos exigían tanto, pero ahora reflexionando vemos que con cada exigencia obtuvimos lo mejor de nosotros y observamos hasta dónde somos capaces de llegar para lograr algo; ni a las amistades o mejor dicho hermandades que hemos formado a lo largo de estos 13 años, para ellos es solamente un hasta luego, porque siempre formarán parte de nosotros y estas simples palabras traen la promesa de reencontrarnos o seguir creando más momentos juntos. Saber que seguimos contando con ustedes: profesores, familiares y compañeros, nos da la seguridad y confianza en esta nueva etapa.

Muchas gracias a todos y a todas que Dios los bendiga.