Sistema Penitenciario Venezolano.
Enviado por klimbo3445 • 10 de Marzo de 2018 • 2.036 Palabras (9 Páginas) • 513 Visitas
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En tal sentido, siete de cada diez reclusos que abandonan la cárcel no vuelven a ingresar en ella al no cometer nuevos delitos, según un informe presentado el 27 de abril del 2010 por el Departamento de Justicia, que hizo un seguimiento a 3.214 reclusos en 2010. La tasa de reincidencia en Sao Pablo ha bajado diez puntos en relación con el último informe, que data de 2008. El departamento atribuyó la caída a factores externos, como “el aumento de los sistemas de prevención y seguridad en delitos menores, que son los que tienen más reincidencia”, apuntó un responsable de investigación del Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada (CEJFE) de Justicia.
Por otro lado, Venezuela no se escapa de esta lamentable crisis. Venezuela posee a nivel nacional 18 Internados Judiciales, 14 Centros Penitenciarios, 1 Internado Nacional, 1 Penitenciaria General y 13 Anexos Femeninos, recintos que según informa el Observatorio venezolano de Prisiones albergarían una población reclusa de 21.135 reos de los que solo el 37% es decir 7.770 personas habrían recibido ya condena y 12.028 quienes representarían más de la mitad de la población reclusa se encontrarían aun en situación de procesados. Dichos recintos son extremadamente violentos, y los privados de libertad son quienes llevan su propio control, poseen todo tipo de armamentos, hasta el grado de poseer más que los mismos funcionarios de los Órganos de Investigación Penal, incluso gozan de lujos como gimnasios, piscinas, cetros de apuestas entre otros. A pesar de que nuestro Ordenmiento Juridico establece que el Estado protegera la vida de las personas que se encuentran privadas de su libertad y ademas es es responsable de garantizar un sistema penitenciario que asegure la rehabilitacion del interno o interna y el respeto a los Derechos Humanos, en espacios dedicados para el trabajo, el estudio, el deporte y la recreacion
En cuanto a las politicas que se han implementado para la mejora del Sistema Penitenciario y en general para la posibilidad de reincersion social del exinterno, se puede señalar que a medida que fueron pasando los años, las cárceles del país se fueron sobrepoblando y saliendo del control del Estado, lo que llevó al Gobierno a declarar una emergencia carcelaria, poco se hizo para retomar el control y años después se creó el Ministerio de Servicio Penitenciario, guiado por Iris Valera, quien llegó con la política de humanización. Con la promesa de desarmar los penales, clasificar a los internos, llevarlos a un nuevo régimen, llegó el nuevo ministerio, pero en la práctica de intervención de los centros penitenciarios el saldo fue negativo, por la resistencia de los presos.
En el caos de las prisiones más violentas de Venezuela como la de Uribana ubicado en el estado Lara este nuevo régimen de humanización en las cárceles no ha funcionado al 100%. Nelson Freitez, reconocido sociólogo, indica que a pesar del nuevo régimen, Uribana siempre se ha mantenido en una zona de conflicto, pues los internos vienen arrastrando toda la violencia que allí se vivió, la falta de respuesta del Gobierno por la masacre, sumado a las situaciones de hacinamiento que siguen teniendo, los castigos severos, la mala alimentación, falta atención médica y la mala utilización de su tiempo, en donde sigue predominando el ocio y no existen prácticas verdaderamente productivas, es una mezcla que no es conveniente para su rehabilitación.
Así mismo ocurre en el Internado Judicial de Carabobo, ubicado en Tocuyito, donde a la población reclusa no se le brinda ningún tipo de capacitación para que una vez fuera del internado judicial los reos, tengan bases sólidas para reintegrarse a la sociedad y contribuir de manera positiva con el Estado, por el contrario si se encuentran dotados de “Pranes”, armamentos, sustancias estupefacientes, de hecho es uno de los Internados judiciales con más cifras de muertos cada trimestre. 7 de cada 10 delitos que se comenten en el Estado Carabobo son dirigidos por pranes recluidos en dicho internado. Freitez asegura que “Si no garantizan las condiciones mínimas como son: la alimentación, las sanitarias, el buen trato. Mientras el interno no sea dignificado, ese régimen no estará funcionando y cada exinterno que salga, volverá a tener la necesidad de delinquir”.
El Estado debe estudiar lo que está pasando y dar una respuesta inmediata, porque las denuncias de maltratos son constantes y las reacciones son repetitivas. En función a esto surge la siguiente interrogante ¿Es necesario implementar nuevas políticas en el sistema penitenciario que le brinden a la población Reclusa la posibilidad de rehabilitarse y reinsertarse a la sociedad de forma positiva?
Obejtivos de la Investigación
Objetivo General
- Determinar los aportes que ofrece el sistema penitenciario para la reinserción a la sociedad venezolana de la población reclusa en Internado Judicial de Carabobo, ubicado en Tocuyito- Edo Carabobo.
Objetivos Específicos
- Analizar los aportes del sistema penitenciario para determinar si han producidos efectos positivos en la población reclusa.
- Verificar los resultados de la población reclusa en la sociedad.
- Estudiar las políticas implementadas en el sistema judiacial penitenciario.
Justificación
Actualmente, en el Internado Judicial de Carabobo, ubicado en la carretera vía Campo Carabobo, Tocuyito- Estado Carabobo, pudiéndose mencionar muchos aportes importantes, comenzando con el mal funcionamiento del sisitema judicial penitenciario al momento de las investigaciones, el atraso para las audiencias y jucios que implica vivir largo tiempo privando la libertad a posibles inocentes, sin cumplir con el principio de que es inocente hasta que no se demuestre lo contrario.
Desde hace mucho tiempo se ha pretendido ocultar la realidad que se vive en las cárceles venezolanas. Los representantes del sector siempre indican que las cosas están mejorando, que se hacen grandes esfuerzos por controlar la crisis; pero la realidad refleja que la mayoría de las iniciativas han fracasado, por no corresponder a una política de Estado, a un objetivo formal con sus correspondientes y competentes recursos; pues se ha disminuido los interéses que el sector y sus crisis despiertan en los políticos y en las autoridades civiles.
La situación coloca en evidencia la ausencia de un modelo penitenciario capaz de dar respuesta estructural a los cambios, aun cuando existen los instrumentos
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